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Vinicunca, la encantadora montaña de 7 colores en Perú

Vinicunca

Cuando se trata de destinos únicos en el mundo, Vinicunca es un tesoro natural que pocos lugares en el mundo pueden igualar. Conocida como la montaña de 7 colores o montaña arcoíris, este magnífico escenario natural parece una pintura surrealista desplegada en medio de la Cordillera de los Andes en Perú.

Situada a más de 5.000 metros sobre el nivel del mar, Vinicunca ha captado la atención de viajeros, fotógrafos y amantes de la naturaleza por su extraordinaria gama de colores, su imponente altura y su cercanía a Machu Picchu.

La popularidad de Vinicunca, uno de los lugares más «instagrameables» del mundo, empezó a agigantarse en años recientes, especialmente desde el 2016, cuando los montañistas que exploraban el cercano nevado Ausangate, considerado sagrado desde tiempos de los incas, comenzaron a difundir sus fotos en redes sociales.

A unos 100 kilómetros de Cusco, la montaña de 7 colores, que antes permanecía cubierta de nieve, fue revelada al mundo por el derretimiento de los glaciares. Con cada capa de hielo que desaparecía, los colores vibrantes de Vinicunca, tonos de rojo, amarillo, verde, azul y blanco, emergieron y comenzaron a fascinar a quienes visitaban la región.

El origen geológico de Vinicunca

Los colores de Vinicunca que forman sus franjas son el resultado de una rica composición de minerales, como óxidos de hierro, azufre y carbonatos de cobre, que se fueron depositando hace millones de años. A través del tiempo, estos minerales fueron empujados hacia arriba por las fuerzas tectónicas y, con el cambio climático y el retroceso de los glaciares, surgió la montaña que conocemos en la actualidad.

Vinicunca
Atardecer en Vinicunca.

Cada capa de color representa una fase geológica distinta, un período en el cual el océano, los lagos y los ríos que cubrían la región dejaron una marca en la montaña. Las tonalidades rojas se deben al óxido de hierro, mientras que los amarillos son producto del azufre, y los verdes resultan de la presencia de magnesio.

Este fenómeno geológico, al igual que el Arcoíris que le da su nombre, convierte a Vinicunca en un lugar de asombro, perfecto para aquellos que buscan experiencias enriquecedoras en contacto con la naturaleza.

Cómo llegar a Vinicunca desde Cusco

La mayoría de los viajeros parte desde Cusco y el viaje comienza temprano, alrededor de las 4 o 5 de la mañana. Desde Cusco, el camino en auto hacia el pueblo de Pitumarca dura aproximadamente dos horas. A partir de allí, un camino escénico te lleva hasta Pampachiri, donde comienza la caminata hacia la montaña.

Vinicunca
Caminata desde Cusipata.

Otra forma de llegar a la montaña de 7 colores es desde Cusipata, un buen lugar para desayunar, con una ruta que pasa por la pintoresca comunidad de Phulawasipata y que también termina en Pampachiri, la puerta de entrada a Vinicunca.

Para disfrutar de los colores intensos de la montaña, la mejor época para visitar es entre abril y octubre, cuando la temporada seca permite cielos despejados y mayor visibilidad. Durante los meses de lluvia, entre noviembre y marzo, la montaña puede cubrirse de nieve y perder parte de sus tonos característicos.

Un reto para los amantes del trekking

Para llegar a Vinicunca, los viajeros deben estar preparados para un trekking desafiante pero gratificante. El camino de ascenso desde Pampachiri, de aproximadamente 5 kilómetros, inicia y se extiende entre paisajes espectaculares de la región. Este trayecto, aunque corto en distancia, puede durar entre 2 y 3 horas debido a la altitud y al desnivel.

Vinicunca
Trekking en Vinicunca.

A medida que te aproximas a la cima, el aire se vuelve más fino y el esfuerzo más arduo, pero la recompensa es invaluable. La majestuosidad de Vinicunca emerge al final del sendero, y tras el último esfuerzo se despliega una vista que quita el aliento.

Muchos visitantes se toman unos minutos en silencio, no solo para recuperar la respiración, sino también para contemplar la belleza sin igual que los rodea o tomarse una foto divertida con una alpaca.

Vinicunca
Viajera con alpacas.

Consejos para visitar Vinicunca

Subir a Vinicunca no es tarea sencilla, especialmente para quienes no están acostumbrados a la altura. La montaña presenta un desafío físico considerable, por lo que para disfrutar al máximo de esta aventura, te damos algunas recomendaciones esenciales:

  • Aclimatación: Lo ideal es pasar algunos días en Cusco o en zonas altas antes de emprender el ascenso a Vinicunca. La aclimatación ayuda a reducir el mal de altura, que puede causar dolores de cabeza, náuseas y fatiga.
  • Hidratación: Beber mucha agua es esencial para combatir los efectos de la altitud. Lleva una botella contigo y mantente hidratado durante toda la caminata.
  • Vestimenta adecuada: El clima en la montaña puede ser impredecible, así que viste en capas para ajustarte al cambio de temperaturas. Además, lleva una chaqueta impermeable y un gorro para protegerte del sol y del frío. No olvides tus artículos de trekking.
  • Alimentos energéticos: Lleva algunos snacks, como frutos secos o barras energéticas, que te ayudarán a mantener tu nivel de energía a lo largo de la caminata.
  • Ritmo lento y pausado: Al estar a gran altitud, es importante caminar despacio y tomar descansos para adaptarse al aire más delgado.
Vinicunca
Viajera saltando en Vinicunca.

Si estás en búsqueda de una aventura que te inspire y desafíe, Vinicunca es el destino perfecto. Es una de esas maravillas que no solo se ve, sino que se siente, y sus colores son el recordatorio que nuestro planeta posee bellezas que esperan ser descubiertas. ¡Agrega a tu lista de deseos conocer la montaña de los 7 colores!

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