Especial 7 maravillas del mundo: El Coliseo de Roma, del siglo I al XXI
Cuando se habla de maravillas que han trascendido los siglos, el Coliseo de Roma ocupa un lugar destacado, no solo en el listado oficial de las 7 maravillas del mundo moderno, sino también en el corazón de quienes visitan la Ciudad Eterna. Desde el siglo I hasta la actualidad.
Este majestuoso anfiteatro, testigo de batallas de gladiadores, espectáculos de caza y dramas épicos, es un puente entre la historia y la actualidad. ¿Por qué esta joya arquitectónica está en la lista de deseos de los viajeros?
La construcción del Coliseo
El año 70 d.C. marcó el inicio de un proyecto monumental impulsado por el emperador Vespasiano, fundador de la dinastía Flavia. Con una capacidad para más de 50.000 espectadores, el Coliseo, originalmente llamado Anfiteatro Flavio, fue concebido como un regalo al pueblo romano, un espacio para el entretenimiento que demostraba el poderío de Roma.
Construido en un tiempo récord de ocho años, su diseño es un testimonio de la habilidad ingenieril de los romanos: una estructura ovalada de 189 metros de largo, 156 metros de ancho y 50 metros de altura, con un sistema de arcos y bóvedas que aún hoy asombra a arquitectos de todo el mundo.
Durante más de cuatro siglos, el Coliseo fue el epicentro de la vida pública en Roma. La sangre y la gloria se mezclaban en los combates de gladiadores, mientras el rugido de la multitud llenaba el aire. También se realizaban naumaquias (batallas navales), simuladas mediante un ingenioso sistema que inundaba la arena, todo parte del «pan y circo» diseñado para entretener a las masas.
Aunque algunos de los espectáculos de aquella época son considerados brutales, en su momento representaban la grandeza y sofisticación de la civilización en el primer siglo.
El impacto de la caída del Imperio Romano
Con la caída del Imperio Romano en el siglo V, el Coliseo enfrentó un periodo de abandono y decadencia. Durante la Edad Media, fue saqueado y utilizado como cantera para construir otras edificaciones, incluida la Basílica de San Pedro en el Vaticano. Sin embargo, la estructura resistió los embates del tiempo y los terremotos, convirtiéndose en un símbolo de resiliencia.
En el siglo XVIII, el Papa Benedicto XIV lo declaró lugar sagrado en honor a los mártires cristianos que, según la tradición, habrían encontrado su muerte en su arena. Esta decisión marcó el inicio de un esfuerzo por preservar el Coliseo como patrimonio cultural.
Declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1980 junto al centro histórico de Roma y seleccionado como una de las 7 maravillas del mundo moderno el 7 de julio de 2007 en el concurso de New7Wonders, este anfiteatro sigue siendo una fuente de inspiración para viajeros, artistas e historiadores.
El Coliseo en la actualidad
Hoy, el Coliseo no solo es un emblema de Roma, sino también un símbolo global de la herencia cultural de la humanidad. Cada año, más de 7 millones de visitantes cruzan sus arcos para maravillarse con su grandeza y explorar sus secretos.
Con el apoyo de proyectos de restauración y tecnología avanzada, como recreaciones digitales y visitas virtuales, el Coliseo continúa evolucionando, adaptándose a las expectativas de un público contemporáneo mientras mantiene viva su esencia histórica.
En la cultura popular, el Coliseo ha sido parte de la industria del cine, desde películas como «Gladiador» hasta series documentales, el Coliseo ha sido fuente de inspiración para innumerables producciones. Además, su imagen aparece en monedas, sellos y campañas publicitarias que celebran la riqueza cultural de Italia.
Si aún no estás convencido de incluir el Coliseo en tu lista de viajes, aquí tienes algunas razones:
- Sumergirse en la historia: Caminar por la arena y los pasillos subterráneos te transporta a la época en que Roma gobernaba el mundo conocido.
- Fotografías inolvidables: La majestuosidad del Coliseo, especialmente al amanecer o al atardecer, ofrece el escenario perfecto para capturar recuerdos imborrables.
- Conexión con la cultura romana: Junto con el Foro Romano y el Monte Palatino, el Coliseo forma parte de un circuito que narra la historia de Roma desde sus orígenes hasta su apogeo imperial.
Datos para visitar el Coliseo
- Horarios: Abre todos los días del año excepto el 25 de diciembre y el 1 de enero. El horario varía según la temporada, por lo que se recomienda verificarlo antes de la visita.
- Entradas: Es posible adquirir boletos combinados que incluyen el acceso al Foro Romano y al Palatino. Reserva con anticipación para evitar largas filas.
- Tours guiados: Existen recorridos que ofrecen un contexto más profundo, incluyendo acceso a áreas restringidas como los niveles subterráneos y la tercera planta.
¿Te atreves a recorrer los arcos, sentir su historia y dejarte cautivar por la inmensidad de El Coliseo? La maravilla del mundo del siglo I te espera para revelarte sus secretos y recordarte en pleno siglo XXI que, a pesar del tiempo, la grandeza nunca desaparece.
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