Salar de Uyuni: Un desierto blanco, surrealista y espejado

En algún rincón elevado del Altiplano andino, donde la realidad coquetea con los sueños y el cielo parece derretirse sobre la tierra, se encuentra un destino que desafía la lógica y estimula los sentidos: el Salar de Uyuni.
Este vasto desierto blanco no solo es el más grande del mundo, con sus 10.582 kilómetros cuadrados de superficie, sino también uno de los lugares más surrealistas del planeta. Un paisaje que, según dicen, parece sacado de otro mundo… aunque esté firmemente anclado entre Bolivia, Chile y Argentina.
Originado por la evaporación de lagos prehistóricos, el salar se extiende como una alfombra de sal infinita, dibujada con patrones hexagonales que se elevan ligeramente del suelo. Durante la época de lluvias, este manto blanco se transforma: una delgada capa de agua lo convierte en un gigantesco espejo natural, capaz de reflejar las nubes, el sol y todo lo que se pose sobre él.
El salar tiene un papel protagónico en la economía de la región. Es una rica fuente de sal y litio, el llamado «oro blanco» de las baterías modernas. Entre los trabajadores locales que recolectan minerales y los turistas que recorren el paisaje a bordo de vehículos 4×4, también se levanta el primer hotel de sal del mundo, una curiosidad arquitectónica que encanta a quienes deciden pasar una noche allí.

Cómo llegar al Salar de Uyuni
Los tours hacia el salar parten desde tres puntos clave:
- Uyuni, Bolivia: La ciudad más cercana al salar. Su plaza principal, la plaza Arce, está rodeada de agencias turísticas. Puedes llegar desde La Paz en avión (una hora) o por bus (de 10 a 12 horas).
- Tupiza, Bolivia: Si vienes desde Argentina, esta es la mejor alternativa. Desde aquí, los tours suelen durar cuatro días e incluyen la visita al salar el último día.
- San Pedro de Atacama, Chile: Aunque la distancia es mayor (6 horas y 30 minutos por vía terrestre), la experiencia lo compensa, especialmente si viajas desde Chile.
Si bien existen varias rutas para conocer el Salar de Uyuni, una de las más espectaculares es la que parte desde San Pedro de Atacama. Este encantador pueblo turístico, ubicado en el desierto, funciona como punto de partida de tours organizados que combinan paisajes únicos en un solo viaje. Además, combinar San Pedro con el salar hace de esta experiencia una todavía más completa.

Cuándo ir: Elige sabiamente tu fecha de viaje
El Salar de Uyuni ofrece dos caras distintas según la época del año. La estación lluviosa, de diciembre a abril, regala el famoso efecto espejo que hace parecer que caminas sobre el cielo. Sin embargo, las lluvias intensas de diciembre y enero pueden dificultar los tours e incluso forzar cancelaciones.
En contraste, la estación seca (de mayo a noviembre) es perfecta para recorrer el salar en profundidad. El terreno está endurecido y es transitable incluso en vehículos 4×4, permitiendo llegar a lugares inaccesibles en época de lluvias. Eso sí, las temperaturas bajan considerablemente. Y, además, la temporada alta va de junio a agosto.

Recomendaciones para conocer el Salar de Uyuni
Dado que el salar es una extensión sin señales, con un paisaje homogéneo y pocas referencias visuales, puede ser peligroso aventurarse sin guía. Las agencias emplean conductores experimentados y vehículos bien equipados para enfrentar cualquier imprevisto. Además, los guías enriquecen el recorrido con historias, datos curiosos y recomendaciones para aprovechar al máximo la experiencia.
El Salar de Uyuni se encuentra a 3.650 metros sobre el nivel del mar, una altitud que no debe subestimarse. El mal de altura puede aparecer en forma de náuseas, dolor de cabeza o insomnio. Para prevenirlo, es recomendable aclimatarse unos días en una ciudad intermedia como San Pedro de Atacama, mantenerse hidratado, evitar comidas pesadas y considerar el consumo de hojas de coca o infusiones locales.

Consultar con un médico antes del viaje también es una buena idea, especialmente si nunca has estado en altitudes elevadas. Con una preparación adecuada, tu cuerpo se adaptará mejor y podrás disfrutar sin contratiempos de este espectáculo natural.
Las condiciones climáticas en Uyuni pueden cambiar drásticamente entre el día y la noche. Durante el día, el sol es intenso y la radiación UV elevada. En la noche, el frío puede ser severo. Es vital llevar ropa por capas, incluyendo chaquetas térmicas, guantes, gorro y calzado resistente, idealmente de trekking. También es imprescindible protegerse con bloqueador solar, lentes de sol con filtro UV y llevar suficiente agua.
Consejo para tomar fotos memorables
Uno de los grandes atractivos del Salar de Uyuni es el juego visual que permite su inmensidad. Los viajeros más creativos aprovechan la perspectiva para crear fotos tan surrealistas como el paisaje.
Para lograr composiciones en tendencia, como que un viajero se vea como un gigante al lado de sus acompañantes, se recomienda colocar la cámara a ras del suelo, enfocando de cerca a uno de ellos mientras los demás se sitúan a varios metros de distancia.

El espejo del cielo siempre valdrá la pena. ¿Estás listo para perderte y encontrarte en el Salar de Uyuni?
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