Alicante

Esta ciudad también es famosa por su Explanada de España, un paseo marítimo icónico con mosaicos coloridos que invita a los turistas a disfrutar del sol y la brisa marina. Esta ciudad combina historia, modernidad y un ambiente relajado que la convierte en uno de los destinos turísticos más importantes de España.

La mejor época para visitar Alicante depende de las preferencias del viajero. La primavera (marzo a mayo) es ideal para quienes buscan un clima templado y menos aglomeraciones. Durante el verano (junio a septiembre), la ciudad alcanza su punto álgido turístico gracias a sus cálidas temperaturas, perfectas para disfrutar de las playas y festividades como las famosas Hogueras de San Juan, que tienen lugar en junio. 

Alicante goza de un clima mediterráneo cálido, con más de 300 días de sol al año. Los veranos son largos, secos y calurosos, con máximas que pueden superar los 30°C en julio y agosto. El invierno es suave, con temperaturas que rara vez descienden por debajo de los 10°C, lo que convierte a la ciudad en un destino atractivo durante todo el año. Las lluvias son escasas, concentrándose principalmente en los meses de otoño, especialmente en octubre. La primavera y el otoño son épocas agradables, con temperaturas suaves que rondan entre los 15°C y 25°C.

Para muchos conocedores, lo mejor de Alicante es su oferta gastronómica. La gastronomía de la ciudad refleja su riqueza mediterránea con sabores frescos y autóctonos. Entre los platos más representativos se encuentra el Arroz a Banda, un arroz cocido en caldo de pescado y mariscos que resalta los sabores del mar. Otro plato imperdible es la Caldereta de Peix, un guiso marinero elaborado con pescado fresco, perfecto para los amantes del marisco. También destaca la Pericana, una receta tradicional a base de pimientos secos, ajo y bacalao. En cuanto a postres, no puedes dejar de probar los Turrones de Jijona y Alicante, dulces típicos elaborados con almendra y miel. 

Para disfrutar de estos manjares, algunos de los restaurantes más reconocidos de la ciudad incluyen Nou Manolín, famoso por su cocina alicantina tradicional, y La Ereta, con vistas impresionantes al Castillo de Santa Bárbara y una propuesta de cocina moderna con productos locales.

Ubicado en lo alto del Monte Benacantil, el Castillo de Santa Bárbara es una de las fortificaciones más grandes de España y ofrece unas vistas panorámicas inigualables de la ciudad y el mar Mediterráneo. Lo primero que debes hacer es subir hasta el castillo, ya sea a pie (para los más aventureros) o en ascensor, que está disponible desde la Playa del Postiguet. En su interior, puedes explorar las distintas partes del castillo, como la Torre del Homenaje, la Sala Noble y los restos arqueológicos que revelan la historia del lugar, que se remonta a la época musulmana. Durante tu visita al castillo, también puedes disfrutar de exposiciones temporales que muestran la historia de Alicante, así como asistir a eventos culturales y conciertos que a menudo se celebran dentro de las murallas del castillo. Además, el atardecer desde aquí es algo mágico, una experiencia imperdible.

Por su parte, el Barrio de Santa Cruz es el casco antiguo de Alicante, un laberinto de calles estrechas, empedradas y coloridas casas que suben por la ladera del Castillo de Santa Bárbara. Puedes perderte caminando por sus encantadoras callejuelas adornadas con flores y descubrir rincones llenos de historia y encanto. Las calles del barrio están llenas de vida, y encontrarás pequeñas plazas donde los locales se reúnen, bares tradicionales donde degustar tapas y arte urbano en muchas de las fachadas. No te pierdas la Iglesia Ermita de la Santa Cruz, un pequeño templo con vistas impresionantes de la ciudad. Además, el barrio cobra especial vida durante las festividades de Semana Santa.

La Explanada de España es el paseo marítimo más famoso de Alicante y uno de los más bonitos de España, con su suelo compuesto por más de 6 millones de teselas que forman un mosaico ondulado. Aquí puedes dar un paseo relajado bajo las altas palmeras mientras disfrutas de las vistas del puerto y el Mediterráneo. A lo largo del paseo, encontrarás artistas callejeros, músicos, mercados de artesanía y puestos de comida que te invitan a degustar los productos locales. Uno de los planes perfectos es sentarse en una de las terrazas de los numerosos bares y cafeterías para tomar un helado o una copa mientras disfrutas del ambiente mediterráneo. 

Si lo tuyo es el arte, el Museo Arqueológico Provincial de Alicante (MARQ) es uno de los museos arqueológicos más importantes de Europa, y su visita es imprescindible para conocer la historia de Alicante y de la provincia. A través de exposiciones interactivas y modernas, el museo te lleva en un viaje desde la prehistoria hasta la época moderna. En sus diferentes salas, puedes descubrir artefactos ibéricos, romanos, medievales y musulmanes que han sido encontrados en excavaciones de la región. Entre sus exposiciones más impresionantes se encuentran las Damas de Cabezo Lucero, esculturas ibéricas que son testimonio de las antiguas civilizaciones que habitaron Alicante. También hay una sala dedicada a los descubrimientos subacuáticos, con restos de barcos hundidos. 

El Teatro Principal de Alicante, inaugurado en 1847, es un ejemplo emblemático de la arquitectura neoclásica de la ciudad. Al visitarlo, puedes admirar su elegante fachada y su impresionante interior con una decoración clásica que te transporta a otra época. Aunque el edificio en sí es una joya arquitectónica, lo más destacado es asistir a alguno de los numerosos eventos que se celebran aquí, desde óperas y ballets hasta obras de teatro y conciertos. El teatro cuenta con una excelente programación durante todo el año, por lo que te recomiendo revisar la cartelera para disfrutar de una noche cultural en uno de los espacios más prestigiosos de la ciudad.

Finalmente, la Marina Deportiva del Puerto de Alicante es un área vibrante donde puedes disfrutar tanto de actividades acuáticas como de una excelente oferta gastronómica y de entretenimiento. Si te gustan los deportes náuticos, este es el lugar perfecto para alquilar un barco, practicar vela, paddle surf o incluso organizar una excursión de buceo. El puerto es también un punto de salida para las excursiones a la Isla de Tabarca, una pequeña isla cercana donde puedes pasar un día disfrutando de playas cristalinas y buceo. Aparte de las actividades acuáticas, la Marina cuenta con una amplia selección de bares, restaurantes y discotecas donde puedes relajarte y disfrutar de la vista de los yates y el mar Mediterráneo.

Las playas de Alicante son una de sus mayores atracciones. La Playa del Postiguet, situada en pleno centro de la ciudad, es una de las más populares, ideal para aquellos que buscan disfrutar del sol sin alejarse de los principales puntos de interés. Para los que prefieren un ambiente más tranquilo, la Playa de San Juan, a pocos kilómetros del centro, ofrece amplios espacios de arena dorada y aguas cristalinas, perfecta para practicar deportes acuáticos como el windsurf o el paddle surf. También destaca la Playa de la Albufereta, más pequeña pero acogedora, rodeada de acantilados que le otorgan un aire más íntimo.

Si buscas algo más exótico, la Isla de Tabarca, a unos kilómetros en barco desde la costa, es un paraíso para el buceo y el snorkel, con aguas transparentes y una rica vida marina.

Alicante no solo es famosa por sus playas y monumentos, sino también por ser un excelente lugar para ir de compras. El centro de la ciudad está lleno de tiendas de moda, desde marcas internacionales hasta boutiques locales. La Avenida de Maisonnave es el principal punto comercial, donde se encuentran grandes almacenes como El Corte Inglés y tiendas de renombre.