Ubicada a medio camino entre Sao Paulo y Río de Janeiro, Angra dos Reis se ha convertido en el punto de partida para conocer uno de los lugares más paradisíacos de Brasil: la isla Grande. Allí se encuentran algunas de las mejores playas del país, que se pueden conocer en cualquier momento del año por el increíble clima que ofrecen prácticamente siempre.

Desde la playa de Lópes Mendes hasta el trekking al Pico do Papagaio, los alrededores de Angra son un verdadero sueño hecho realidad.

La mejor época para viajar a Angra dos Reis es entre marzo y noviembre, para así evitar la época de lluvias y la temporada alta turística.

Angra dos Reis tiene un agradable clima durante todo el año, con una época lluviosa que se concentra en los meses de diciembre y enero. Entre diciembre y marzo las temperaturas máximas suelen llegar a los 29°C, mientras que el resto del año promedian los 26°C.

Al ser una ciudad costera, Angra dos Reis tiene una gastronomía fuertemente inclinada hacia los productos del mar. Entre los platos típicos están la tainha na telha, un salmón relleno con camarones y vegetales, el pirao d'água, puré de camote que acompaña los pescados, la moqueca, una sopa de pescados y camarones, y los churrascos, carnes preparadas a la parrilla. De postre no puede faltar el plátano en todas sus formas, especialmente preparado como bolo da banana, una preparación tradicional de Angra, con canela y azúcar.

Angra dos Reis ha servido como el punto de inicio para quienes buscan disfrutar de las islas que la rodean, por lo que la mayor parte de los atractivos se encuentran en ellas. Allí, las protagonistas induscutidas son sus impresionantes playas.

La isla Grande es, por cierto, la más famosa de todo el municipio. Desde Angra, un catamarán sale varias veces a la semana rumbo a este paraíso, cuyo pueblo principal es la villa do Abrao, que concentra la mayor oferta gastronómica y hotelera de toda la zona. Aún así, ha logrado mantener su esencia acogedora, sobre todo al mantenerse casi completamente peatonal.

Esta isla está rodeada de increíbles playas para todos los gustos: grandes, con olas, pequeñas y escondidas, de aguas verdes o turquesas. Entre las más destacadas hay que mencionar a Lopes Mendes, Aventureiro, Dois Rios, Vermelha, Panaioca, dos Meros y da Sororoca. Para conocerlas basta con tomar uno de los tours en las escunas que zarpan desde el muelle y recorren las más hermosas, además de ciertos lugares escondidos en medio del mar, como lago Azul y lagoa Verde.

Pero, más allá de las playas, en el interior de esta isla también hay varios secretos escondidos. Uno de ellos es la hermosa cascada da Feiticeira, a la que se puede llegar tras una caminata de un par de horas, sin mucha dificultad; en el camino, además, es posible ver las ruinas de un acueducto. Si de trekking se trata, una de las mejores rutas es la que conduce al Pico do Papagaio, una enorme roca en lo alto de la isla, cuya forma emula, tal como lo indica su nombre, el pico de un papagayo. La caminata es de dificultad alta, pero al llegar a los 982 metros en los que se encuentra, se obtienen vistas en 300° de la isla y sus alrededores.

Hacia el norte, un poco más cerca de Angra dos Reis, se ubica la isla da Jibóia, un sitio en el que no hay más que playas hermosas, como da Piedade, do Dentista, das Flechas y da Josefa.