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Antártica

Antártica

Considerado el lugar más remoto del planeta, desde su descubrimiento la Antártica se ha transformado en un sitio de enorme interés no solo para los países y el ejercicio de su soberanía, sino también para exploradores, aventureros y viajeros.

Al ser el destino más al sur del planeta, las actividades turísticas en el continente blanco están reglamentadas para proteger la maravillosa fauna y flora local. En la Antártica todo es extremo, desde los constantes cambios meteorológicos hasta las heladas temperaturas. Sin embargo, el viaje puede ser extraordinariamente placentero gracias a los cruceros cada vez más cómodos que te transportan a sitios remotos y que, a la vez, te brindan una ducha caliente y comida exquisita.

La Antártica chilena no se parece a ningún otro lugar del planeta, y un viaje hacia allá no se compara con ningún otro. La lejanía surrealista, las enormes extensiones de hielo, su inmenso vacío, el silencio etéreo y la vida que igualmente se desarrolla te desafían a abrazar el asombro. Lo que determinará el itinerario y el horario de todo el viaje serán el hielo y el clima, no los relojes ni los calendarios. Prepara el abrigo y el espíritu de aventura para vivir el viaje de tu vida.

Cuándo ir

La mejor época para realizar un viaje a la Antártica es de diciembre a marzo, cuando el verano vuelve menos duras las temperaturas. Ten en cuenta que, de todas formas, hace mucho frío, por lo que debes prepararte con ropa adecuada.

Clima

El clima en la Antártica chilena es polar. La temperatura media en invierno es de –12º C y en verano rara vez supera los 0º C. La nieve es abundante y supera los 1.250 milímetros anuales.

Qué ver

Hay dos formas de visitar la Antártica: en un vuelo chárter o en un crucero. La travesía de dos días de navegar desde el extremo de Sudamérica hasta la Antártica es, sin duda, un viaje en sí mismo. Este tramo de mar, conocido como el pasaje de Drake, tiene fama por las enormes corrientes oceánicas que lo atraviesan, levantando olas embravecidas y grandes tormentas. A pesar de su mala reputación, el pasaje de Drake ya no es peligroso como antes gracias a las mejores técnicas de construcción naval y a la vigilancia meteorológica satelital.

Una vez en la Antártica, tal vez no lo imagines, pero puedes pasar una noche bajo las estrellas. Con el equipo adecuado provisto por el crucero y un buen pronóstico, podrás acampar bajo las estrellas, lo que te permitirá ver la Vía Láctea y el amanecer como en ningún otro lugar.

Otra experiencia emocionante es hacer kayak. Si navegar siempre es increíble, hacerlo en la Antártica es, con diferencia, un lugar donde tendrás las emociones a flor de piel. Con un traje seco y kayaks para aguas frías, podrás adentrarte en calas remotas para disfrutar la vida marina en la punta de tus dedos. Imagínate ver una ballena jorobada saltar junto a ti: ¡de las mejores sensaciones de la vida!

Si prefieres quedarte con los pies en suelo firme, no te hagas problema: vas a poder disfrutar de la increíble experiencia de ver de cerca enormes manadas de ballenas a cualquier hora del día de todas las formas. Las especies más comunes en la Antártica son las ballenas jorobadas, orcas, ballenas minke, ballenas azules, sei, cachalotes, rorcuales comunes y ballenas francas, que podrás contemplar con el telón de fondo de icebergs y picos nevados.

Pero las ballenas no son los únicos animales que podrás observar: los pingüinos también serán tus compañeros en este viaje. Hay seis tipos de en la Antártica (emperador, adelia, papúa, saltarrocas, barbijo y macaroni) y puedes encontrar millones de estas simpáticas criaturas deambulando por el continente.

La Antártida, además de una aventura, es un sitio clave para numerosas investigaciones de vanguardia. En un viaje podrás visitar alguna de las estaciones activas y tener una visión de cómo es la vida allí para los científicos, además de conocer el asombroso trabajo que llevan a cabo.

Así como hay científicos, también hay un bar. Los inviernos son largos y oscuros en la Antártica, por lo que algunos científicos de la base Vernadsky se han aficionado a destilar vodka. En lugar de guardarse todo el licor para ellos, hay un bar donde lo comparten, en el que podrás tomarte un chupito.

Una de las cosas más populares para hacer en la Antártica es, tal vez, la "zambullida polar", una inmersión en sus aguas. Algunos lo hacen saltando desde el barco y otros eligen hacerlo desde la playa. La isla Decepción, de arenas negras por ser la caldera de un volcán activo, es uno de los sitios elegidos para esto. ¿Te da frío de solo pensarlo? Las aguas son heladas, pero los guías te estarán esperando con toallas secas y algo caliente para tomar. Sin dudas es una experiencia para salir de la zona de confort.

En la isla Decepción, además, podrás conocer la historia de la caza de ballenas. Antes de que la Antártica se convirtiera en una región protegida internacionalmente, cientos de barcos se dirigían a sus aguas para cazarlas, al punto de casi extinguir la especie. Las plantas de procesamiento de aceite de ballena luego fueron ocupadas por bases de investigación científica y, cuando el volcán de la isla entró en erupción en la década de 1960, muchas fueron abandonadas. Podrás caminar entre arena negra y ceniza, a la par de conocer este otro lado de la Antártica.

Seas fanático de la fotografía o no, prepara tu equipo para maravillarte con lo inimaginable: las decenas de tonos de blancos, cómo se refleja la luz, la cercana vida marina y el mar impredecible. Querrás fotografiarlo todo.

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