Atenas
Visitar
la capital de Grecia es dar un auténtico viaje al pasado. Pero no al reciente, sino
a siglos antes de Cristo, a través de barrios y construcciones que han luchado
con el paseo del tiempo, manteniéndose en pie para mostrar la historia antigua
de la ciudad.
Así, en Atenas hay que darse el tiempo para conocer la Acrópolis, sus barrios circundantes y también la parte más moderna y lujosa, comprendiendo así que sólo de la mano del hombre depende mantener la historia en pie.
Cuándo ir
Las mejores estaciones para visitar Atenas son primavera y otoño, pues los inviernos son lluviosos y en el verano las temperaturas pueden superar los 33°C.
Clima
Gastronomía
El
queso feta está presente en varias recetas, como las empanadas spanakotiropites, que además llevan
espinacas, la tyropita o pasta
rellena, la ensalada de horiatiki y
muchos platos más.
Entre
los dulces, clásicos son los loukoumi,
un dulce hecho con almidón y azúcar, la rosquilla koulouris y las loukoumades
o bolas de masa frita hechas con miel y canela.
Las mejores zonas para salir a comer son los barrios de Plaka y Monastiarki, ideales para probar la gastronomía local. Pero si de buscar algo más elegante se trata, lo mejor sería acudir al distrito de Kolonaki.
Qué ver
No
hay quien llegue a Atenas sin la intención de visitar la Acrópolis, así que es
un excelente punto de partida. Ésta se ubica en una zona alta de la ciudad,
escogida como un lugar estratégico para vigilar cada rincón desde la época de
Pericles, durante el siglo V a.C.
La
Acrópolis está compuesta por diversos edificios de los cuales en algunos casos
sólo quedan ruinas, aunque en el último tiempo se ha puesto mucho énfasis en su
conservación. Así, se puede visitar sitios como el famoso Partenón, los
Propileos (que marcaban la entrada a la ciudad), el templo Erecteion y el de
Atenea Niké. Quienes estén interesados en la historia también pueden visitar el
museo ubicado a 300 metros del lugar.
Junto
a la Acrópolis se encuentra el barrio de Plaka, el más antiguo de Atenas. Su
esencia de pueblo está marcada por estrechas callecitas de adoquines con
hermosas casas neoclásicas del siglo XIX. La zona está llena de tiendas,
terrazas, restaurantes y tabernas para detenerse y tomar algo durante un
recorrido por la ciudad. Además, en Plaka se halla el Ágora Romana –o Foro
romano-, la antigua plaza pública de Atenas entre los años 19 y 11 a.C.
De
Plaka se puede pasar fácilmente a visitar el barrio de Monastiraki. Son de onda
muy similar, aunque en este último el comercio bulle a cualquier hora del día,
pudiendo encontrar allí todo lo que uno se imagine. Muy cerca se alza también
el Ágora Antigua de Atenas, que funcionaba como el centro político, religioso y
comercial de la ciudad durante la antigüedad. Así, hoy siguen en pie sitios
como el Templo de Hefesto y el Stoa de Átalo.
Justo
entre Plaka, Monastiraki y la Acrópolis está el pequeño barrio de Anafiotika, donde
los albañiles del rey Otón edificaron sus casas durante la construcción de su
palacio. Es una zona para dar una pequeña visita, pero también para encantarse
con sus casitas blancas y azules, y transitar por sus calles de piedra.
El
sureste de la Acrópolis, y colindando con Plaka, se halla el Templo de Zeus
Olímpico, cuya construcción se inició en el siglo VI a.C. y terminó recién en
el año 132 d.C. De las 104 columnas iniciales hoy sólo se conservan 15.
Dejando
atrás la época antigua, el centro de Atenas tiene mucho que mostrar. El
distrito de Kolonaki se alza como uno de los barrios más elegantes de la
capital, con sus edificios neoclásicos y modernistas que contrastan con el
legado de las épocas pasadas. En esta zona no sólo se puede acceder a las
mejores marcas, sino también a exquisitos restaurantes y entretenidos bares.