Aveiro
Esta
pequeña ciudad cercana a la famosa Coimbra puede pasar inadvertida en las rutas
turísticas por Portugal, pero vaya que vale la pena conocerla. De un pasado señorial
con aires porteños, goza de un encanto particular que se puede disfrutar en uno
o dos días fácilmente.
Cuándo ir
La
mejor época para visitar Aveiro es entre junio y septiembre, combinando
factores como el buen clima y las pocas probabilidades de lluvia.
Clima
Aveiro
tiene un clima bastante templado durante todo el año, aunque particularmente
lluvioso. Por suerte, los veranos son secos y cálidos, con máximas de hasta
26°C, pero en invierno los termómetros descienden a los 14°C y la temporada de
lluvia se extiende desde octubre hasta mayo.
Gastronomía
Aveiro
es famosa por sus deliciosos productos del mar, que se dejan ver y disfrutar en
muchísimas preparaciones. Por supuesto, como en todo Portugal, el protagonista
indiscutido siempre será el bacalao, que en esta ciudad se suele preparar as natas, con salsa bechamel y papas, o a brás, con papas y huevos revueltos.
Además,
abundan los mariscos de todo tipo, pero también Aveiro tiene muy buenas carnes,
siendo el cerdo y el cordero las más famosas de la localidad. De postre, un
clásico son los ovos moles, a pasta
de yema de huevo con azúcar envuelta en papel de arroz.
Para
salir a comer, los mejores barrios son Beira Mar y los alrededores de la plaza
de La República, con restaurantes de comida local y muchas opciones
internacionales.
Qué ver
Una
buena forma de adentrarse en Aveiro es conociendo primero el centro histórico.
Allí, su corazón es la catedral, un convento dominico que deslumbra con su
portal barroco y las obras que guarda en su interior. Bastante cerca está el
Museo de Aveiro, un espectacular lugar en el que se narra la historia, el arte
y la cultura de la localidad, enclavado en un antiguo convento.
Rumbo
al norte es posible encontrarse con la plaza de La República, rodeada de construcciones
históricas como el Ayuntamiento, la iglesia de La Misericordia y el Teatro
Aveirense. A pocas cuadras se halla también el Forum Aveiro, un centro
comercial moderno en el que se reúnen las mejores tiendas. Es, además, una
pasada obligada a la hora de dirigirse hasta el canal.
Cruzando
el canal, hacia el norte, el barrio de Beira Mar es uno de los más animados de
la ciudad. Allí se encuentra el Jardim do Rossio, un hermoso parque lleno de
palmeras que transcurre junto a la ría, pero también se concentran las antiguas
construcciones que recuerdan su pasado marinero, entre casas señoriales, otras
coloridas y más sencillas, y antiguos almacenes de sal.
Por
supuesto, imposible perder la oportunidad de sentirse como en Venecia, dando un
paseo por los canales de Aveiro. Muy similares a las góndolas venecianas
resultan los moliceiros, barcazas que
rememoran la historia de la ciudad, pues antiguamente eran utilizadas para transportar
el moliço, un alga que servía como
abono.
Antes
de dejar Aveiro hay que conocer sus famosas salinas, que fueron la base de la
economía de la ciudad durante años. Además de contemplar estos hermosos
paisajes frente a la ría de Aveiro, aún se puede ver cómo se lleva a cabo la
recolección artesanal de sal.