Bayahibe
La belleza de sus paisajes la ha convertido en una de las grandes zonas hoteleras de República Dominicana y su cercanía con las impresionantes islas de Saona y Catalina la convierten en el mejor "punto operativo" para hospedarse en este paraíso.
Un clima ideal, playas idílicas, paseos a lugares de ensueño y grandes panoramas es parte de lo que se vive en Bayahibe.
Cuándo ir
Los mejores meses para visitar Bayahibe son entre diciembre y abril, con temperaturas que pueden alcanzar los 29°C y bajas probabilidades de lluvia.
Clima
Bayahibe tiene un clima tropical, con temperaturas altas a lo largo de todo el año y lluvias que se concentran durante el verano, sobre todo entre mayo y octubre, meses que coinciden con la llegada de huracanes. Mientras en esta época se pueden alcanzar los 31°C, en invierno las temperaturas sólo bajan a un promedio de 29°C.
Gastronomía
Al igual que en todo República Dominicana, Bayahibe tiene una gastronomía que es producto de la mezcla de las tradiciones taínas, uno de sus pueblos originarios, con el legado de los españoles y los africanos. Así, se dio origen a platos que prevalecen hasta el día de hoy en los menúes locales, como el mofongo, el sancocho de carnes y legumbres, el asopao con arroz, tomate y pollo, y, por supuesto, la enorme variedad de preparaciones hechas en base a pescados y mariscos.
Pero si de tragos hablamos, la mamajuana es el licor tradicional del país, hecho con ron, vino tinto, miel y algunas hierbas.
Qué ver
Aparte de Punta Cana y La Romana, Bayahibe es una de las tres grandes zonas hotelera de la zona sur de República Dominicana. Es de esos lugares donde el agua turquesa y la arena blanca flanqueada por cocoteros es el panorama ideal para desconectarse, pero también tiene varias cosas que visitar.
Muy cerca de Bayahibe se ubica el Parque Nacional Cotubanamá y, en él, la famosa isla Saona, un paisaje impresionante: playas con arena blanca incandescente, cocoteros a lo largo de toda la costa y un mar celeste y transparente digno de las mejores postales caribeñas. Para llegar a allí hay que tomar un catamarán que en el camino se detiene en la piscina natural de Palmilla y en el pueblo de Mano Juan, hasta llegar al paraíso en la tierra.
Frente a las costas de La Romana existe otra isla maravillosa que compite con Saona en cuanto a belleza: la isla Catalina. Playas vírgenes de arena blanca con palmeras y aguas cálidas, transparentes y turquesas resumen el panorama en este lugar.
Otro atractivo natural en las cercanías de Punta Cana es el Hoyo Azul. Se trata de un cenote de 14 metros de profundidad ubicado a los pies de un enorme acantilado de piedra de 75 metros de altura. Para llegar y bañarse en él hay que cruzar un puente colgante entre medio de flora y fauna, además de un hermoso jardín de orquídeas.
Más allá de sus bellezas naturales, un buen panorama en la zona es visitar Altos de Chavón, un pequeño pueblo construido en los '80 para emular un pueblo mediterráneo del siglo XVI. Durante el recorrido se puede conocer su clásico anfiteatro, además de la iglesia de San Estanislao y los restaurantes que se iluminan de noche, con hermosas vistas hacia el río Chavón.