Bergen, la segunda ciudad más grande de Noruega, se encuentra en una península a lo largo de la costa suroeste del país, en el centro de la región de los fiordos. La ciudad está rodeada de las llamadas De syv fjell o Siete Montañas. Desde la Edad Media fue la principal ciudad de Noruega y sólo después de 1830 fue superada por Oslo.

Considerada como una de las ciudades más bellas del país, Bergen es conocida como la puerta de entrada a los fiordos noruegos, lo que la ha convertido no sólo en el mayor puerto de cruceros turísticos de Noruega, sino también en uno de los mayores de Europa.

En esta ciudad encontrarás el antiguo puerto, mercados de pescados, jardines, edificios medievales, iglesias y catedrales, así como museos y miradores panorámicos.

Cuándo ir

Los mejores meses para viajar a Bergen van de mayo a septiembre, especialmente julio y agosto, cuando el clima es algo más cálido, con temperaturas máximas medias de entre 14°C y 20°C, y días muy largos. En cuanto a la lluvia, aunque entre abril y julio se dan los meses más secos, siempre es recomendable llevar paraguas y abrigo.  

Clima

El clima en Bergen es oceánico templado, con inviernos relativamente fríos y veranos frescos, con nubes, lluvias y vientos que predominan durante todo el año. A pesar de que Bergen es una de las ciudades más templadas de Noruega, durante el invierno las temperaturas mínimas promedio alcanzan los -1°C, mientras que en verano las temperaturas máximas promedio alcanzan los 18°C.

Gastronomía

La cocina noruega se caracteriza por la preparación de platos en base a carnes de caza y pescados frescos, y una importancia especial en torno a las conservas.

Uno de los productos nacionales más emblemáticos es el salmón ahumado. También son muy tradicionales el torrfisk, hecho en base a skrei (un bacalao de las islas Lofoten), y el rakfisk, una trucha fermentada que se sirve con papas y crema ácida.

Si lo que prefieres es otro tipo de carnes, te encantará el kjottkaker, albóndigas de cordero acompañadas con puré que puede ser un buen plato si terminaste el día con mucha hambre. Si viajas en época navideña puedes probar el smalahove, cabeza de cordero u oveja ahumada acompañada con puré de papas. Además, es posible encontrar platos de carne estofada, asada o en embutidos acompañadas de salsas agrias o dulces.

En cuanto a los licores, el aquavit es un aguardiente preparado en base a papa y especias como comino, anís, semillas de hinojo, cilantro o eneldo, con la peculiaridad de que se envejece en barricas de roble usadas previamente para jerez.

Qué ver

Por su oferta de museos, galerías de arte, eventos culturales y las oportunidades que presentan el mar y la montaña, Bergen ostenta una gran vivacidad.

Puedes comenzar tu recorrido por Bryggen, ubicado en la zona norte de la bahía de Vågen. Este antiguo puerto, rico en valiosos edificios de madera, fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y es conocido por sus casas de colores que forman la típica imagen de la ciudad. Además de su historia, en el barrio encontrarás calles estrechas que esconden talleres de cerámica, pintura y otras artes, restaurantes y tiendas de regalos.

Hay dos sitios muy interesantes en el barrio. Por un lado, la iglesia de Santa María, el edificio más antiguo de la ciudad, que data del siglo XII y se le distingue por sus dos grandes torres y, por otro, el Museo Hanseático, una de las construcciones de madera más antiguas del muelle y la única que conserva su interior original, para ver cómo vivían los comerciantes de la Liga Hanseática. 

Visitar el Fisketorget, el mercado de pescado de Bergen, es otro imperdible. En funcionamiento desde el siglo XIII, en este lugar nunca faltan el pescado fresco y los mariscos, además de frutas y comida de mar lista para probar.

Para disfrutar la arquitectura de la ciudad, nada como la Fortaleza de Bergenhus, una de las mejor conservadas de Noruega, rodeada de jardines y con magníficos cañones apuntando al mar. Lo mismo ocurre con la casa museo del compositor Edvard Grieg, el Palacio de Gamlehaugen, la iglesia de madera Fantoft -que destaca por su increíble diseño arquitectónico- y la magnífica Johanneskirke, con la torre más alta de la ciudad.

Si eres amante de la naturaleza y quieres conocer las famosas De syv fjell o Siete Montañas, la opción es ascender al Monte Fløyen para contemplar las magníficas vistas de la ciudad, o a Ulriken, la más alta de todas. Además, una visita a Bergen no podría estar completa sin conocer conocer el fiordo Nærøyfjord, el más estrecho del mundo y uno de los más espectaculares brazos del Sognefjord, rodeado de altas montañas y declarado Patrimonio de la Humanidad. Otro paseo entretenido es recorrer el trayecto entre Flam y Myrdal, considerado como uno de los viajes en tren más bonitos del mundo.