Berlín

La capital de Alemania es uno de los destinos favoritos entre quienes viajan a Europa gracias a su multiculturalidad y más de 200 museos para visitar durante tu estadía. Eso sin olvidar su variada oferta gastronómica y potente historia.

Ubicada al noreste del país, esta ciudad te llevará a descubrir diferentes etapas en la historia a través de sus edificios y monumentos, que te transportarán a la Edad Media, el Imperio Prusiano, el periodo de las dos Guerras Mundiales y la bohemia que caracteriza a Berlín en la actualidad.

Cuándo ir

La mejor época para visitar Berlín es en los meses de mayo a septiembre. Aunque si tienes la posibilidad de escoger, la temporada templada va de junio a agosto. Si quieres disfrutar sus principales eventos culturales, puedes ir a la Berlin Fashion Week (en enero y en junio), a la Berlinale y al Festival Internacional de Cine de Berlín (febrero).

Clima

Berlín tiene un clima oceánico templado, con veranos cálidos e inviernos fríos. La temperatura máxima media es de 15°C a lo largo del año; con mínimas de 3°C en enero a máximas de 26°C en agosto. En cuanto a precipitaciones, el promedio anual es de 686mm; con un mínimo de 30mm en abril, y un máximo de 100mm en julio.

Gastronomía

Gracias a su multiculturalidad, la gastronomía en Berlín ofrece una variedad de restaurantes y puestos callejeros con sabores de todo el mundo. Algunos de los platos típicos de la ciudad son la currywust o salchicha alemana con salsa de curry y acompañada de papas fritas; el kebab, de influencias árabes; y el Berliner Pfannkuchen, un bollo relleno de mermelada de ciruela o frutilla. Por supuesto, una buena cerveza berlinesa tiene que estar en tu menú, con diferentes tipos como la Altbier, Berliner Weisse, Bockbier, Kölsch, Weizenbier y Pilsen.

Una de las mejores zonas para comer es el barrio de Kreuzberg, donde encontrarás puestos callejeros influenciados por las comidas árabes, tailandesas e italianas.

Qué ver

Uno de los spots más famosos es el Muro de Berlín, especialmente la parte del East Side Gallery, en el barrio de Fiedrichshain, donde se encuentran los más variados murales al aire libre. Continúa hacia la Puerta de Brandeburgo y la Catedral de Berlín, templo de finales del siglo XIX y principios del XX que resistió tras los bombardeos ocurridos en la Segunda Guerra Mundial. Otros lugares de interés son el Palacio Charlottenburg y el Parlamento alemán (Reichstag) con su alucinante cúpula.

Para conocer más sobre la historia de Berlín durante el nazismo, la capital alemana alberga numerosos sitios históricos como el Checkpoint Charlie, el Memorial del Holocausto y Sachsenhausen, uno de los campos de concentración de Sachsenhausen, ubicado en la población de Oranienburg, en Brandeburgo.

Para movilizarte por la ciudad, puedes tomar el famoso U-Bahn, con sus 175 estaciones y casi 150 kilómetros de vías. Esta red de metro data de 1902, así que no solo sirve como medio de transporte, sino que revela parte de la historia berlinesa. No dejes de conocer sus principales calles y plazas como Unter den Linden, Alexanderplatz, Potsdamer Platz, Gendarmenmarkt, Bebelplatz y Pariser Platz.

Si lo tuyo es la cultura, no puedes dejar de visitar la Isla de los Museos, ubicada en el río Spree, que cuenta con diversos espacios artísticos para recorrer a pie. Algunos de ellos son el Museo Antiguo (Altes Museum), el Museo Nuevo (Neues Museum), la Galería Nacional Antigua (Alte Nationalgalerie), el Museo Bode, el Museo de Pérgamo y la Galería James Simon. Y para agregar a la lista: el famoso Museo de Historia Natural de Berlín tiene en exhibición el esqueleto de un Tyrannosaurus rex.

Y si quieres disfrutar hermosas vistas de la capital alemana, puedes ir a la Torre de la Televisión (Fernsehturm), que además es icono de la arquitectura de la República Democrática Alemana​. Aprovecha también de conocer sus áreas verdes gracias a sus más de 2.500 parques y jardines como el Viktoria Park o el Tiergarten, el principal parque de Berlín.

En los alrededores puedes visitar Potsdam, cuyas actividades destacadas son conocer el Palacio de Sanssouci o dar un paseo en barco por el lago Wannsee.