Bora-Bora
Bora Bora, una de las islas pertenecientes a la Polinesia Francesa, se sitúa en el archipiélago de la Sociedad a 277 kilómetros de Papeete, la capital de Tahití.
Es un atolón de 29,3 kilómetros con una isla principal donde está Vaitape, la capital, rodeada por una laguna de agua turquesa, y ésta, por una barrera de arrecife e islotes conocidos como motus. En tahitiano se dice May ti pora, creada por los dioses, y tiene todos los motivos para ser llamada así. El paso por donde accede al océano a la laguna se llama Te Ava Nui y se sitúa entre el Motu Toopua y Tevairoa. Éste era mucho más estrecho, pero en la Segunda Guerra Mundial los estadounidenses invadieron Bora Bora para establecer allí su base militar, provocando una gran explosión para que pudieran pasar sus submarinos y barcos, y así resguardar su flota en la laguna del ataque de los japoneses.
Destino perfecto para una luna de miel o un viaje en pareja donde entregarse al descanso y el disfrute, para llegar a Bora Bora tendrás que primero viajar a Tahití y, desde allí, a esta isla.
Cuándo ir
La mejor época para visitar Bora Bora es realmente cuando puedas y tengas vacaciones, ya que todo el año el clima es ideal. El único contra de la temporada baja (de noviembre a mayo) es que es la estación húmeda, por lo que te encontrarás con más lluvias. Por eso, si prefieres la seguridad de tener muchos días de sol, de junio a octubre es la época perfecta.
Clima
En Bora Bora, como en el resto de islas del archipiélago de la Sociedad, el clima es tropical, con una temperatura media durante todo el año de 25ºC y dos estaciones, la seca y la de lluvias. La primera va de junio a octubre, mientras que la segunda se extiende desde noviembre hasta mayo, siendo diciembre y enero los meses más lluviosos.
Gastronomía
Los pescados, las frutas tropicales y el taro son protagonistas en los platos de Bora Bora, como por ejemplo las brochetas de pez espada, las chevrettes (camarones de agua dulce), el poisson cru (pescado crudo en cubos, jugo de limón y leche de coco) o las langostas con vainilla.
Muchos de estos platos se preparan con frutas exóticas como pueden ser los mangos, piñas, pomelos, melones, palta, plátanos o limas. La fruta también ocupa un lugar por sí mismo, como en el pan de coco o el poe, un postre típico con leche de coco sobre papaya, banana o taro.
Puedes probar estos platos en los snacks, pequeños puestos o foodtrucks característicos de las islas. En Vaitape los encontrarás de todo tipo, donde podrás comer a muy buen precio camarones, filete de ternera, poisson cru, mahi mahi, chao men o pizzas, si quieres algo más tradicional.
El tamaaraa, por otro lado, es uno de los platos más típicos de la isla. Se trata de una variedad de pescados, pollo, plátanos rojos o taro que se cubre con hojas de plátano y se cuecen en un horno en la tierra por unas cuatro horas. Puedes preguntar en tu alojamiento si hacen noches polinesias y así vivir esta experiencia tan típica de la cultura local.
Qué ver
Llegar a Bora Bora ya es un espectáculo: cuando el avión desciende verás el anillo de islotes y el contraste de azules en el agua que parece surrealista, y luego, cuando cruces del motu o islote donde está el aeropuerto a tu hotel.
Como la laguna es lo más destacado del lugar, es lo primero a mencionar. Durante una excursión podrás maravillarte con los peces multicolores, rayas y tiburones inofensivos, apreciar la infinidad de tonos de azules del agua, hacer snorkel en varios puntos de la isla y disfrutar de una comida local en uno de los motus que rodean la isla principal de Bora Bora.
Para un vistazo a la cultura local puedes conocer la producción artesanal del pareo. Hay varios talleres a lo largo de la isla donde ver cómo los tiñen y secan al viento.
La playa pública más famosa de Bora Bora, Matira, te va a hacer pensar lo que debe ser vivir con tan hermosa vista en el día a día. Si te gusta nadar u observar la vida marina, no olvides el essnórquel. Alrededor hay snacks y restaurantes donde comer o tomar algo.
Si disfrutas de caminar y hacer rutas de senderismo, también tienes opciones. Si te gustan las rutas con cierta dificultad o aventura, en la isla principal encontrarás el Monte Otemanu, con 727 metros y el Pahia, con 661, que presentan cierta dificultad, puesto que se conforman por paredes de piedra, pero se puede subir con guía. También hay rutas más sencillas: el mirador Amanahune es un camino corto que te permite atravesar la isla y apreciar las bahías desde la parte superior; el mirador Faanui y los cañones de la Segunda Guerra Mundial te maravillarán por el contraste. Aquí, además, es el único lugar desde donde se aprecia el paso del océano a la laguna de Bora Bora.
Si quieres seguir disfrutando de las aguas transparentes y la vida marina, bucear sin dudas es un imperdible, tanto si tienes certificado como si nunca lo has hecho. Excelente visibilidad, agua a una temperatura perfecta, fondo coralino e infinidad de peces de colores, mantas rayas, tiburones y tortugas hacen de esta experiencia algo inolvidable.