Cali
Cali, también llamada La sucursal del cielo, es la tercera ciudad más
importante de Colombia y sinónimo de salsa. Festivales, clases y bares permiten
vivir su esencia en cualquier momento que vayamos, mientras que la naturaleza
cercana invita a relajarse y respirar aire fresco durante el día.
Para
amantes de la salsa, el baile y la fiesta, esta ciudad es ideal para quedarse
unos días, ya sea en solitario, en pareja o con amigos, y empaparse de su
ritmo.
Cuándo ir
Si bien el calor se hace presente todo el año en Cali, los mejores meses son de diciembre a febrero y de julio a agosto ya que es la época seca. Si se tiene la oportunidad, vale la pena averiguar la fecha del Festival Mundial de la Salsa para vivir la experiencia.
Clima
Cali tiene un clima tropical ecuatorial, con temperaturas cálidas estables a lo largo del año. La temperatura máxima ronda los 34° C mientras que la mínima los 17° C, con alto porcentaje de humedad. Si bien las lluvias son frecuentes todo el año, la estación de lluvias se hace presente de abril a junio, y la estación seca, de diciembre a marzo y de julio a agosto.
Gastronomía
La comida caleña, al igual que la del resto del país, es a base de carne, yuca, papa, maíz, arroz y plátano. Los platos típicos se pueden encontrar en diversos restaurantes y puestos callejeros: el sancocho de gallina (una sopa espesa y llenadora que lleva gallina, papas, plátanos verdes, yuca y maíz), las empanadas vallunas (cuya masa es de maíz, y se acompañan con ají, guacamole o limón), en chontaduro con sal o miel (un fruto típico que se venden en los puestos ambulantes), el manjar blanco valluno (un postre a base de leche, panela, arroz y canela), el cholao o raspado (una mezcla de frutas con leche condensada, jarabe de fruta y hielo en escamas), el champús (una bebida de origen indígena hecha a base de piña y pulpa de lulos) y la lulada (una bebida ácida a base de lulos y limones).
Qué ver
Cali es
sinónimo de salsa y fiestas, pero la ciudad también ofrece planes diurnos para
hacer paseos y sirve de base para conocer áreas naturales.
Una caminata larga y tendida por la ciudad es una buena forma de conocer
lugares interesantes como el barrio de San Antonio, el Peñón, el Museo de Arte
Moderno, el parque Gato de Tejada y, a la vez, disfrutar el arte mural de la
ciudad, tomar un batido o comer una arepa en alguno de los tantos puestos
callejeros y sentirle el pulso a la ciudad.
Los miradores a la ciudad son sin duda una forma de pasear y observar
Cali con otros ojos. Hay varios para ello: el cerro de Belalcazar, el Cristo
Rey y Tres Cruces.
El Lago Calima, a 100 km de la ciudad, está rodeado de montañas y
presenta vientos ideales para la práctica de kitesurf y windsurf. Para quienes
no son amantes de estos deportes, también es un sitio ideal para alejarse del
ritmo citadino y conectar con el aire fresco.
El Parque Nacional de los Farallones, cuya entrada se encuentra a
escasos 12km de Cali, alberga cuatro ecosistemas:selvas húmedas, bosque
tropical, bosque de páramo y bosque de niebla. Hay senderos y caminatas de
diversidad intensidad y duración, para disfrutar los farallones, estas
formaciones rocosas más jóvenes de la Cordillera Occidental de los Andes, y la
enorme diversidad de flora y fauna que protege este sitio.
El río Pance es un emblema para la población caleña, tradicional lugar al que los lugareños acuden a comer sancocho, recuperar energía y descansar luego de una noche de fiesta. Este río nace en los farallones, con aguas frías y rápidas, que suelen aprovechar quienes hacen caminatas para conocerlo.
La capital de la salsa
Para quienes disfruten bailar o ver a otro hacerlo, Cali es sin duda un
paraíso. La salsa caleña fue reconocida Patrimonio Cultural Inmaterial de la
Nación, y hay múltiples oportunidades para vivir la experiencia, desde el Festival Mundial de Salsa hasta clubes nocturnos y clases.
El Festival Mundial de Salsa tiene lugar los últimos meses del año, y
durante varios días todo Cali respira fiesta. Miles de bailarines de todo el
mundo y una programación gratuita que incluye, además de las competencias de
baile, talleres de baile, noche de viejotecas, salsotecas, timba, orquestas en
vivo y espacios para compartir en familia.
La salsa es un ritmo alegre, apasionante y que involucra todo el cuerpo
y la energía. Hay escuelas que ofrecen clases grupales y particulares, y
también algunos hospedajes ofrecen clases sin costo a sus huéspedes.
Salir a bailar es sin duda una de las actividades que no se pueden dejar pasar, incluso para quienes no les gusta: mirar a la gente local moverse es un espectáculo en sí mismo. Hay diferentes zonas en la ciudad: El Peñón, Menga y Juanchito, cada una con su estilo y público.