Cefalonia
Cefalonia es las más grande de las islas Jónicas, en Grecia, justo frente al golfo de Corinto. Como la mayoría de las islas griegas, la historia de Cefalonia es muy antigua. Las cuatro ciudades principales fueron fundadas por el rey Céfalos, de quien la isla recibe su nombre.
Quizás la más atractiva de todas las islas jónicas, tiene sus motivos para serlo: aguas termales, cuevas, lagos subterráneos y acantilados, playas espectaculares, montañas salvajes, cincuenta clases de orquídeas, un abeto que crece sólo allí, buena gastronomía, un vino famoso y la mejor miel del mundo. Huele a pino y a lavanda, a limón, naranja y menta.
A pesar del devastador terremoto de 1953 que arrasó gran parte de la arquitectura histórica veneciana de la isla, pueblos encantadores frente al puerto, como Fiskardo y Assos, siguen luciendo un aspecto italiano, su costa esconde todo tipo de bahías bordeadas de playas bañadas por aguas cristalinas y peces de colores, y el interior, exuberante y montañoso, invita a que lo explores sin apuro.
Cuándo ir
Si bien el verano es la época más recomendada para disfrutar de Cefalonia sobre todo por sus playas, mayo, septiembre y octubre son muy buenos meses también, ya que las temperaturas son más templadas, pero aún agradables para estar al aire libre, los precios son más asequibles y hay menos afluencia de turistas.
Clima
El clima de Cefalonia es mediterráneo, con veranos calurosos, secos y soleados, e inviernos suaves y húmedos. La temperatura media en verano es de alrededor de 28 °C, mientras que en invierno es de alrededor de 12 °C. La temporada de lluvias es de octubre a marzo, siendo noviembre y diciembre los meses más lluviosos. Durante esta época puede haber tormentas y aguaceros ocasionales, aunque las precipitaciones suelen ser breves y luego vuelve a salir el sol.
Gastronomía
Grecia se destaca por su cocina y la isla de Cefalonia es una excelente muestra de ello. Muchos de los platos típicos son a base de carne y legumbres, y suelen estar condimentados con comino y otras especies. Pero, además, la isla se destaca por la presencia de productores locales de lácteos, tanto de diversas variedades de queso (como feta, myzithra y quesos duros y semiduros) como yogur de leche de oveja.
Los dulces más destacados de Cefalonia guardan nombre y tradición italiana. Puedes probar mandoles, una especie de praliné de almendras glaseadas con azúcar, y mandolata, un turrón de almendras con miel y claras de huevo batidas.
La cocina tradicional de la isla incluye platos como el pastitsada (pasta y carne con salsa de tomate), el kreatopita (una tarta hojaldrada de carne), el savoro (pescado marinado en vinagre y especias), el kofisi o bacalao (que se sirve con agliada, una salsa hecha con papa, ajo, aceite y limón) y el robola (un vino producido exclusivamente en la isla). Es muy recomendable un paseo por un viñedo y degustar este vino blanco al mismo tiempo que disfrutas de unas hermosas vistas.
Los restaurantes en Cefalonia están repartidos por toda la isla, pero hay algunas áreas donde se concentran más establecimientos. Argostoli, la capital, es uno de los lugares donde encontrarás una gran cantidad de restaurantes, cafeterías y bares, especialmente cerca del castillo de Agios Georgios. Fiskardo es el lugar donde se reúnen los ricos y famosos, y también donde se encuentran algunos de los mejores restaurantes. En Lassi muchos de los restaurantes y bares tienen vistas al mar, ideales para una cena romántica. Skala, un pueblo costero en el sur de la isla, también cuenta con una buena selección de restaurantes y bares. En todas las playas encontrarás restaurantes para disfrutar de una cena al aire libre con vista al mar. Hay opciones para todos los gustos, desde restaurantes tradicionales hasta cocina internacional.
Qué ver
Dado que el aeropuerto internacional y el puerto principal se encuentran en Argostoli, puedes empezar tu recorrido allí, la capital de la isla. Encontrarás el Museo Arqueológico, que alberga tesoros de toda la isla, el Museo Histórico y Cultural Korgialenio, dedicado a preservar el arte y la cultura de Cefalonia, la Fundación Focas Cosmetatos, uno de los pocos edificios históricos de la ciudad que ha sobrevivido a los terremotos, y el Cephalonia Botanica, diseñado para el estudio, conservación y exposición de las plantas de la isla.
A solo 7 kilómetros al sureste se encuentra el castillo de Agios Georgios, una fortificación veneciana del siglo XVI que goza de unas vistas privilegiadas desde lo alto de una colina. Aunque fue la capital de Cefalonia durante 200 años, ahora está en ruinas.
Hacia el sur de la isla se encuentra el monte Ainos, la montaña más alta de la isla, con senderos y hermosas vistas panorámicas. Desde 1962 es un parque nacional que además preserva mucho de la flora silvestre local.
Dedicado al santo patrón de Cefalonia, Moni Agiou Gerasimou, o monasterio de San Gerasimo, es un monasterio ortodoxo mantenido por monjas que, si tienes suerte, escucharás rezar y cantar. El gran complejo alberga jardines, una iglesia moderna y una pequeña capilla que encierra la cueva a la que se desprendió San Gerasimo para escapar de los rigores de la vida monástica.
Assos, a 36 kilómetros hacia el norte de la capital, fue el centro administrativo durante la ocupación veneciana. Hoy es un pequeño pueblo costero, tal vez el más bonito de Cefalonia. Patios con limoneros, puertas de colores, gatos deambulando, una península con un castillo veneciano, aguas de un azul imposible, cipreses y pinos; es la postal de Grecia en la que reinan las mansiones italianas que aún siguen en pie, ya que Assos sufrió muy poco el terremoto de 1953 y conserva edificios antiguos.
Si sigues 20 kilómetros más al norte, se encuentra Fiskardo, un pueblo que se ha hecho común entre ricos y famosos, cuyas mansiones están al lado de las cabras con cuya leche se elaboran los quesos de la isla.
El lago y la cueva Melissani son quizás la principal atracción de la isla y aquello que la distingue del resto de las islas griegas. Este lago subterráneo azul turquesa es en realidad un cenote: la superficie se ha hundido y la cueva subterránea ha quedado a la vista. El mejor momento del día para ir es durante el mediodía, ya que la posición del sol es óptima para apreciar los colores del lago.
Muy cerca de Melissani está la cueva de Drogarati, repleta de estalactitas y estalagmitas, que salió a la luz hace sólo trescientos años, cuando un terremoto abrió una entrada inesperada.
Playas
Cefalonia cuenta con algunas de las playas más hermosas e inolvidables del mundo, rodeadas de un entorno natural único. Myrtos, Antisamos, Petani, Xi y Scala son algunas de las playas más concurridas y reconocidas de la isla.
Myrtos es considerado por muchas la playa más bonita del mundo, y tal vez no exageren. Está apartada y no urbanizada, tiene una playa blanca, el agua de un azul que parece ficticio y la rodean acantilados de piedra caliza que son, en realidad, las piedras Kalon Oros y Agia Dynati, de mil metros de altitud, parte de la mitología clásica. Debes disfrutar al menos una puesta de sol en la playa de Myrtos, cerca de Assos, al norte de la isla, y apreciar cómo el mar cambia de color con al atardecer.
Sobre la costa este de la isla está Antisamos, una hermosa playa con aguas claras y olas suaves rodeadas de colinas. El agua de esta playa es clara como el cristal y excelente para nadar.
Completamente del otro lado de la isla, en la península de Paliki, se encuentra una hermosa playa parecida a Myrtos: Petani, enmarcada en afilados acantilados y arena dorada con grandes olas.
La playa de Xi, de arena roja y acantilados de arcilla blanca, tiene cierto atractivo, pero puede estar atiborrada en verano. A 10 minutos al oeste se encuentran las arenas mucho más tranquilas de Kounopetra y Lagdakia.
Macrys Gialos, con tentadoras aguas turquesas, y a sólo 3 kilómetros al suroeste de Argostoli, es un buen sitio para llegar desde la capital. Platys Gialos, un poco más allá, tiene mucha sombra y aguas muy transparentes, así como algunos sitios para comer.
A sólo 16 kilómetros al sureste de Argostoli, la playa de Lourdas es amplia, con el verde de las montañas como telón de fondo, y muy popular entre los habitantes de la capital.