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Chachapoyas

Chachapoyas

Chachapoyas es una ciudad localizada en el norte de Perú, considerada la puerta de entrada a buena parte del Amazonas peruano. Hace siglos este lugar fue habitado por la cultura del mismo nombre, que cohabitó con pueblos paralelos, dejando una herencia arqueológica invaluable. En combinación con los alucinantes paisajes de la selva, el resultado es un viaje al pasado por lugares prácticamente inexplorados y, por el momento, lejos de las multitudes turísticas.

Cuándo ir

Si bien Chachapoyas se puede visitar todo el año, lo mejor es evitar la temporada de lluvias y tormentas tropicales que se da entre noviembre y abril, pudiendo durar varios días.

Clima

El clima de Chachapoyas es templado, concentrando la mayor parte de las lluvias durante el verano. La temperatura es muy agradable, con una máxima promedio de 23 °C y una mínima en torno a las 11 °C.

Altitud

Chachapoyas se encuentra a 2.482 msnm. Sin embargo, sus alrededores varían según la zona en la que se encuentran: mientras la selva está por debajo de los 800 msnm, la ceja de la selva se encuentra entre los 800 y los 1.000 msnm y la sierra entre los 2.300 y los 3.450 msnm.

Gastronomía

La gastronomía de la región se caracteriza por tener lo mejor de las tradiciones andinas y selváticas. Destacan el cuy serrano en guiso de maní tostado, el juane de yuca (yuca hervida rallada, mezclada con arroz y gallina o cecina de res, envuelto en hoja de achira y cocido al vapor), la cecina (carne seca y salada), los tamales (masa de maíz rellena con carne, envuelta en hojas de achira y cocida al vapor) y las humitas.

Las bebidas están marcadas por la producción de cafe y cacao que se da en la zona, pero también se utiliza en ellas muchas frutas exóticas como la pitajaya y raíces milenarias como la arracacha. Otras bebidas tradicionales son el guarapo (bebida del jugo de la caña de azúcar, hervida y fermentada), el chuchuhuasi (aguardiente elaborado de una raíz amarga del mismo nombre), el licor de mora (aguardiente, zarzamora y almíbar) y el licor de leche (aguardiente y suero de leche filtrada).

Qué ver

La ciudad de Chachapoyas tiene algunos atractivos que se pueden conocer en un día, como la Plaza Mayor y sus alrededores, con hermosas casonas coloniales, entre las que destacan el edificio de la municipalidad, la Basílica Catedral San Juan Bautista y la Escuela de Primeras Letras. Vale la pena visitar también el Museo Étnico Religioso e Histórico de Santa Ana y el Pozo de Yanayacu, que en quechua significa yana (negro) y yacu (agua). Según cuenta la leyenda, los solteros que beban de sus aguas se quedarán para siempre en Chachapoyas atraídos por la belleza de sus mujeres.

Entre los años 500 y 1450 d.C., la cultura Chachapoyas habitó la zona, dejando impresionantes vestigios arqueológicos que hoy se pueden visitar. Uno de los más impresionantes es el Complejo Arqueológico de Kuélap, una enorme fortaleza protegida por una muralla de 20 metos de alto, cuya magnitud ha hecho que se considere el Machu Picchu del norte de Perú. Para llegar a este lugar ubicado en la cima de un cerro a 3.000 msnm, se debe tomar el teleférico en un viaje de 20 minutos que regala las mejores vistas de la selva y del valle del río Utcubamba.

Para seguir conociendo la historia de esta cultura conviene conocer los Sarcófagos de Karajía, un conjunto de ataúdes con formas de humanos construido por los Chachapoyas en un acantilado a más de 2,5 metros de altura. Igualmente impresionantes resultan los Mausoleos de Revash, una necrópolis edificada a más de 2.000 msnm donde descansan los líderes y mandatarios de una cultura paralela. Muy cerca se encuentra también el Museo de Leymebamba, que guarda una increíble colección arqueológica que incluye más de 200 momias y ofrendas funerarias encontradas en la laguna de Los Cóndores.

Pero más allá de la arqueología, no hay que olvidar que Chachapoyas se encuentra en medio de la selva y, gracias a eso, regala paisajes alucinantes. Sin duda el más hermoso es la catarata de Gocta, considerada entre las más altas del mundo. Conocida localmente como La Chorrera, esta cascada se divide en dos caídas de agua que llegan a los 771 metros de altura, a la que se accede tras una caminata de 6,3 kilómetros entre frondosa vegetación, durante la que se pueden ver muchas aves y mamíferos.

Finalmente, la caverna de Quiocta es otro de los panoramas naturales que ver en los alrededores de Chachapoyas. Ubicada a 545 metros bajo tierra, en su interior se han encontrado pinturas rupestres y restos óseos que datan de millones de años de antigüedad, entre medio de las estalactitas y estalagmitas.

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