Chichicastenango
Cada jueves y domingo, las calles de Chichicastenango se llenan de colores y sonidos en el espectáculo cultural y comercial más grande de Centroamérica. Se trata del mercado, una experiencia que ha convertido a esta ciudad en uno de los puntos de mayor atractivo turístico de toda Guatemala.
Cuándo ir
Gracias a su clima estable y templado durante todo el año, cualquier momento es bueno para visitar Chichicastenango. Sin embargo, los mejores días para conocer la ciudad son los jueves y domingos, cuando se desarrolla el mercado de artesanías.
Clima
Las temperaturas en Chichicastenango son bastante agradables a lo largo de todo el año, con máximas que fluctúan entre los 21°C y los 24°C. Sin embargo, la temporada de lluvias se desarrolla entre mayo y noviembre.
Gastronomía
En los restaurante del centro de Chichicastenango es posible probar algunos platos típicos de la región, que suelen ser producto de las tradiciones locales con la influencia europea. En ese sentido, el pulique es un clásico que consiste en pollo o carne con salsa y verduras, el sak' de pavo y maíz, y los tamales con arroz y carne.
Qué ver
Si hay algo que caracteriza a Chichicastenango y atrae todas las miradas de los viajeros es su mercado. Éste se desarrolla a diario en torno a la plaza principal de la ciudad, pero son los jueves y domingos los días en que cientos artesanos artesanos se extienden por las calles aledañas para vender los coloridos productos que tanto caracterizan a Guatemala, desarrollando uno de los mercados más grandes de Centroamérica. Textiles, adornos, bolsos, ropa y todo lo que uno se pueda imaginar está presente en este lugar, donde el regateo es parte de la experiencia.
Todo este caos colorido y bullicioso se desarrolla bajo la imponente iglesia de Santo Tomás, donde las creencias cristianas traídas por los colonos se enfrentan a las de los mayas en un choque cultural impresionante. Uno de los mejores testimonios de ello son los 18 peldaños que separan a la iglesia de la plaza, haciendo referencia a los meses del calendario Maya.
A 1,2 kilómetros del centro, en la cima de la colina Turk'aj y en un claro en medio del bosque, se encuentra el altar que rinde culto al dios Maya Pascual Abaj. El altar gira en torno a una piedra sagrada que los mayas rescataron de un antiguo templo ubicado donde se erige hoy la iglesia de Santo Tomás. Hasta allá llegan diariamente numerosos creyentes que lo homenajean y le piden favores, dejándole flores.