Chiclayo es el punto de partida para explorar el norte arqueológico de Perú, con una herencia histórica tan importante como la que existe en la parte sur del país. Esto porque en Lambayeque, el departamento donde se emplaza la ciudad, es considerado el Reino de Poderosos Señores que vivieron siglos antes de la llegada de los incas. Importantes culturas como la Moche, Chimú, Sipán y Sicán gobernaron sobre estas tierras, construyendo pirámides, tumbas y enormes ciudades, cuyos restos arqueológicos son la evidencia de las avanzadas tecnologías que se manejaban en la época.
Hoy Chiclayo forma parte de la Ruta Moche, el circuito que permite conocer los fascinantes tesoros que dejó esta cultura que habitó la costa central de Perú entre los siglos I y IX. Por eso, lo mejor es combinar la visita con una estadía en Trujillo, para conocer las huacas y complejos arqueológicos que, a pesar del paso del tiempo, siguen asombrando a todos quienes los recorren.
Cuándo ir
La mejor temporada para visitar Chiclayo es entre mayo y noviembre. Sin embargo, si la idea es aprovechar de conocer las playas cercanas, los mejores meses son entre mayo y octubre.
Clima
Chiclayo goza de un excelente clima durante todo el año, por lo que casi siempre será un buen momento para visitar la ciudad. El mes más caluroso es febrero, con temperaturas máximas de un promedio de 28 °C, mientras que el más frío es septiembre, con aproximadamente 24 °C como máxima. Además, la temporada lluviosa va entre diciembre y abril.
Gastronomía
Como cada una de las zonas de Perú, Chiclayo y en general la zona norte del país tienen sus propias tradiciones gastronómicas, reflejadas en creaciones culinarias que se han convertido en íconos locales. El cabrito es uno de los ingredientes más utilizados, que se preparan en platos como el cabrito a la norteña, el chirimpico y el seco de cabrito con frijoles. Además, su cercanía con la costa hacen que el pescado tenga un rol protagónico en los platos; en esa línea, clásicos resultan el ceviche, la tortilla de raya -un pescado blanco de la zona-, y el chiringuito.
Los mejores restaurantes de la ciudad se ubican en el centro, sobre todo en los alrededores del Parque Principal de Chiclayo. Tal como es la norma general en Perú, la mayoría de los restaurantes ofrecen platos locales de excelente calidad, dándole la razón a la premisa de que éste es uno de los países con la mejor gastronomía del mundo.
Qué ver
En la ciudad misma hay un par de sitios que no se pueden dejar de visitar, como la Catedral, ubicada en el Parque Principal de Chiclayo. De estilo neoclásico, esta iglesia se construyó durante el siglo XX, por lo que es diferente a las que se pueden ver en las ciudades del sur de Perú. También resulta interesante el Paseo de las Musas, una enorme escultura de inspiración griega fabricada con mármol en 1995, que se ha convertido en todo un ícono de Chiclayo.
Desde allí hacia el interior se localiza el Complejo Arqueológico Huaca Rajada, donde se encontró la tumba del Señor de Sipán, el líder más importante del pueblo Moche. Podrás recorrer las antiguas pirámides y ver una réplica exacta del lugar donde se encontraron los restos del poderoso mandatario. Actualmente, estos descansan en el museo que se encuentra dentro del complejo.
Para conocer aún más la historia del Señor de Sipán, lo mejor es visitar el Museo Nacional Tumbas Reales de Sipán, ubicado en la ciudad de Lambayeque. Éste llama la atención por su arquitectura inspirada en las pirámides que construyó la cultura Moche, pero también por guardar los tesoros con los que fue encontrado el líder en la Huaca Rajada.
Vale la pena visitar también el Complejo Arqueológico de Túcume, conocido también como el Valle de las Pirámides por las 26 enormes edificiaciones que construyeron los habitantes de la cultura Lambayeque. Si bien el lugar tiene casi 200 hectáreas, allí se puede visitar el Templo de la Piedra Sagrada, la Huaca Larga, el Templo del Ave Mítica y la Huaca Las Balsas.