Christchurch
La
ciudad más grande de la isla sur de Nueva Zelanda es también conocida como The Garden City por sus espectaculares
áreas verdes en las que todos quieren perderse y disfrutar de horas rodeados de
naturaleza.
Pero
Christchurch también tiene una costa hermosa y, sobre todo, un aprendizaje
importante que mostrar a sus visitantes: las consecuencias del terremoto de
2011, en torno al cual ha creado una serie de lugares icónicos.
Cuándo ir
La
mejor época para visitar Christchurch es entre diciembre y marzo, con
temperaturas agradables y muy pocas lluvias.
Clima
Los
inviernos en Christchurch son algo fríos, con temperaturas máximas que no
superan los 11°C, mientras que los veranos son un poco más templados,
alcanzando 22°C en los meses más calurosos. No es una ciudad muy lluviosa,
aunque las precipitaciones pueden darse en cualquier momento del año.
Gastronomía
La
gastronomía de Nueva Zelanda es bastante transversal en todo el país que, al
ser un territorio pequeño, no varía mucho entre una ciudad y otra. De esta
forma, el cordero sigue siendo, al igual que en otros sitios del país, una de
las carnes más apetecidas y exportadas. En cualquier restaurante será posible
probar el asado hogget, preparado al
horno, bañado en salsa de menta y acompañado de verduras.
De
origen maorí, el hāngi es toda una
tradición y un ritual que hay que vivir. Se asimila mucho al curanto chilote,
pues se prepara en un hoyo en la tierra con piedras volcánicas calientes, con
carnes y vegetales. Bastante menos complicado –e incluso poco a poco descubierto
por el resto del mundo- el fish and chips
tiene su origen en Nueva Zelanda y consiste, básicamente, en un snack de
pescado con papas fritas.
De
postre, la tradicional pavlova
siempre estará presente, pequeños bollos de merengue seco rellenos con crema y
frutas.
Qué ver
De
origen religioso y construida como una réplica de Jerusalén en Nueva Zelanda,
Christchurch es la ciudad más grande de la isla sur. Pero, además, se ha ganado
el apodo de The Garden City por las
increíbles áreas verdes que guarda en todo su territorio.
Así,
uno de los lugares más populares es Hagley Park, que se puede recorrer en
bicicleta para conocer cada uno de sus atractivos: los senderos, el río Avon, el
lago Victoria, la fuente Peacock y, por supuesto, el hermoso Jardín Botánico
con su área llena de rosas.
Junto
al jardín se encuentra el Museo Canterbury, un espacio de acceso gratuito para
dar a conocer el patrimonio natural de Nueva Zelanda a través de exposiciones
que muestran animales, arte maorí y, por supuesto, buena parte de la historia
del país.
A
una cuadra de Hagley Park está la Torre del Reloj Victoria, un ícono histórico de
Christchurch que, curiosamente, fue construido en Inglaterra y ensamblado en su
destino. Hoy es un punto de alto interés en plena Victoria Street. Esta misma
calle conduce no sólo a la plaza Victoria, sino también a la pintoresca New
Regent Street. Se trata de un paseo peatonal con casitas de colores llenas de
restaurantes y tiendas, por donde pasa el emblemático tranvía (que, por
supuesto, obliga a dar un paseo a bordo por la ciudad).
En
febrero de 2011 un terremoto azotó a Christchurch, dejando casi 200 víctimas
fatales e incontables pérdidas materiales. Sin embargo, la ciudad sacó fuerzas
para salir adelante y hoy ha creado diversos atractivos turísticos en torno a esta
tragedia. Uno de ellos es Quake City, un museo que narra la historia de los
terremotos en la zona. Por otro lado, el Canterbury Earthquake National Memorial
rinde homenaje a las 185 personas que murieron en 2011, lo mismo que ocurre en
185 White Chairs, una intervención artística con sillas blancas para
recordarlas.
No
es posible dejar Christchurch sin antes haber conocido su costa. Desde Brighton
Pier se obtiene uno de los atardeceres más hermosos de la ciudad, hora ideal
también para caminar y recorrer sus tiendas. Desde ahí hacia el sur se extienden
kilómetros de playa para disfrutar en verano, pero una de las mejores es
Sumner, con su paseo marítimo y la famosa Cave Rock.