Coimbra

La ciudad de Coímbra se ubica en el centro-norte de Portugal, a unos 40 kilómetros de la costa y con el río Mondego como gran protagonista. Un destino que combina un lado moderno, con sitios que te transportarán al pasado y una movida vida universitaria.

Además, es una de las paradas perfectas para conocer este país europeo, puesto que se encuentra en el medio de Oporto y Lisboa, dos de las ciudades más visitadas en Portugal.

Cuándo ir

La mejor época para visitar Coímbra es en los meses de mayo a noviembre, siendo la temporada más templada de julio a septiembre.

Clima

Coímbra tiene un clima mediterráneo de verano suave o cálido, con inviernos templados y relativamente lluviosos. La temperatura máxima media es de 22°C a lo largo del año; con 14°C en enero a 30°C en agosto. En cuanto a precipitaciones, el promedio anual es de 1.200mm, con un mínimo de 11mm en julio y un máximo de 159mm en enero.

Gastronomía

Coímbra es un destino perfecto para disfrutar exquisiteces culinarias de la gastronomía portuguesa. Uno de los grandes protagonistas es el bacalao, un exquisito pescado que se prepara de diferentes formas y acompañado con variados sabores. Pero si prefieres la carne, puedes animarte a disfrutar dos comidas tradicionales de la zona: el leitão assado à moda da Bairrada (cochinillo asado), la lampantana (guiso de carne de oveja) y la chanfana (guiso de carne de cabra). Para el toque dulce, no dejes de probar los famosos dulces de Crúzio en el Café de Santa Cruz o los pasteles de Tentúgal. También destacan sus quesos de origen Rabaçal y Serra da Estrela; mientras que para beber son muy populares el licor de cereza y el vinho verde.

Una de las mejores zonas para comer es el Mercado Don Pedro V y el Café de Santa Cruz. ¡Aunque te aseguramos que cada rincón de la ciudad sorprenderá a tu paladar!

Qué ver

Coímbra se divide en dos partes: la Cidade Alta y la Baixa. Puedes partir tu recorrido por la Baixa de Coímbra, también conocido como el centro histórico y comercial de la ciudad. Allí está la Praça Do Comércio, desde donde te puedes mover para conocer la Iglesia de São Tiago, con decoración de arte barroco; el Jardim da Manga, parte del antiguo Monasterio de Santa Cruz, donde además está la tumba del primer rey de Portugal; y, un poco más alejada, la Catedral Vieja de Coímbra (Sé Velha de Coimbra).

Para los amantes de la vida al aire libre, agrega a tu visita el Choupal, el Jardins da Quinta das Lágrimas y el Parque de Santa Cruz o Jardim Da Sereia. Este último hará que te sientas en un verdadero oasis con sus estatuas, fuente de agua, hermoso lago y árboles por doquier. Otro de los atractivos que encanta a grandes y chicos es el Parque Portugal dos Pequenitos que, como dice su nombre, se trata de un mundo en miniatura y a escala con los principales edificios arquitectónicos portugueses. Justo al frente está el Monasterio de Santa Clara-a-Velha, conocido popularmente como Convento de Santa Clara-a-Velha.

Una vez que te traslades a la Cidade Alta, no dejes de conocer la Universidad de Coímbra, fundada en el siglo XIII, que además es la más antigua de Portugal y una de la más antiguas de Europa. Su campus histórico es Patrimonio de la Humanidad por su belleza arquitectónica; aunque también tiene otros rincones para recorrer, como el Jardín Botánico, la Capilla de San Miguel y la Biblioteca Joanina, cuyo estilo rococó incluso inspiró a los creadores de la película “La Bella y la Bestia”.

En cuanto al arte, dentro de los museos y espacios culturales imperdibles están el Museo Nacional Machado de Castro, con su criptopórtico romano e historia de la ciudad; el Museo Municipal; el Museo de la Ciencia; y la Casa Museo Miguel Torga, donde vivió el médico y escritor del mismo nombre. Y si lo tuyo es un paseo romántico en pareja, puedes dar un recorrido en barco por el río Mondego para tener una nueva perspectiva de este impresionante destino.

Si quieres vivir una de las tradiciones más populares de Coímbra, puedes visitar la ciudad en mayo cuando se realiza la Queima Das Fitas o Quema de las cintas, ceremonia que marca el término del año universitario y que llena las calles de color.