La ciudad de Colombo, situada en la costa oeste de Sri Lanka, es la capital comercial y sede del Gobierno nacional, además de ser la más poblada de todo el país. Su ubicación estratégica sobre una de las rutas comerciales marinas más transitadas de Asia ha hecho de su puerto uno de los más valorados de la región a lo largo de toda su historia.

Colombo, al igual que el resto de la isla, fue ocupada por portugueses, holandeses y británicos, y recibió también población procedente de India, China y Malasia. Actualmente conviven allí budistas, musulmanes, hindúes y cristianos. Todo esto la convierte en un sitio único, ideal para empaparse de su abundancia cultural.

Cuándo ir

La mejor época para visitar Colombo es de diciembre a marzo. Durante estos meses las temperaturas son agradables y con menores precipitaciones. Además, si te encuentras en Colombo durante la primera luna llena de enero, puedes disfrutar de una de las festividades más importantes para el budismo: la Duruthu Perahera o Duruthu Full Moon Paya, celebración en la que se conmemora la primera visita de Buda a la isla. Uno de los mejores lugares para experimentar esta celebración nacional es en el templo de Kelaniya, a pocos kilómetros de la ciudad. 

Clima

El clima en Colombo, al igual que en el resto del país, es tropical, por lo que los días son húmedos y calurosos. La temperatura media anual no sufre grandes variaciones y promedia los 28°C. En el mes de abril la máxima puede alcanzar los 32°C. Debido a la influencia del monzón, viento característico de la región, las estaciones se dividen en dos: una seca (diciembre a marzo) y otra lluviosa (de mayo a junio, y entre septiembre y noviembre). 

Gastronomía 

La cocina en Colombo ha sido claramente influenciada por la gastronomía india; el menú local se basa en platos de arroz y curry que puede ser de cerdo, pollo o vegetales. El más famoso, sin duda, es el biryani o pollo al curry. También el vadai es típico: una especie de dona frita hecha con puré de papas o lentejas, condimentada con abundantes especias locales. A lo largo de Galle Road numerosos restaurantes sirven estos platos.

Al tratarse de una zona tropical, hay una amplia variedad de frutas. Una de las más populares es el coco que, además de consumirlo de forma convencional, lo puedes encontrar en distintas preparaciones como el kiribath, un arroz con leche de coco. Los productos lácteos son una parte importante de la gastronomía local, y uno de los postres más comunes en Colombo es el yogur hecho de leche de búfalo, servido solo o con jarabes de fruta, miel o fruta fresca. Date una vuelta por Pettah Market o por el Mercado de Frutas y Especias para probar estas delicias.

En cuanto a las bebidas, el té es sin dudas la más importante, y se lo conoce como té ceilán. El más común es el negro, aunque también se destacan el verde y el blanco. Es muy popular el teh tarik, un té con leche condensada. En cualquier kopitiam, las cafeterías de Malasia, podrás probarlo y acompañarlo de algún roti, el pan plano que viene en incontables versiones, tanto dulces como saladas.

Qué ver

La capital ceilandesa goza de un sinfín de sitios para conocer, y los edificios religiosos probablemente encabecen la lista. A pocos kilómetros de la ciudad se encuentra el templo budista de Kelaniya Raja Maha Viharaya, bañado por las aguas del río Kelani, que ofrece una hermosa vista panorámica. Se dice que fue visitado por el propio Buda Gautama años después de su iluminación, por lo que es uno de los más famosos a nivel nacional. En el centro de la ciudad, cerca del lago Beira, puedes conocer otro de los templos budistas más concurridos: el de Gangaramaya. El complejo fue construido en el siglo XIX y, además de ser un lugar de culto, en su interior cuenta con otros edificios anexos, entre los que destaca un museo.

También hay varios templos hindúes, con las típicas entradas cargadas de deidades. El más famoso es Sri Kailawasanathan Swami Devasthanam Kovil, que además es el más antiguo y uno de los más grandes de Colombo. Tiene una arquitectura extremadamente decorada, repleta de coloridas pinturas y esculturas que narran escenas de la mitología hindú. 

En el barrio de Pettah se alza la mezquita Jami UI-Alfar, también conocida como Mezquita Roja, de la que vale la pena apreciar su bellísima arquitectura y su exterior rojo y blanco con rayas horizontales.