Cuenca
Muchos
coinciden en que Cuenca es una de las ciudades más hermosas de todo Ecuador.
Ubicada en la zona sur de Los Andes, su centro histórico ha sido declarado
Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO por resguardar construcciones de
infinito valor.
Desde
Cuenca, además, se pueden hacer entretenidos paseos por el día, como una visita
a las aguas termales de Baños o un trekking por el bello Parque Nacional Cajas.
Cuándo ir
La
mejor época para visitar Cuenca es entre junio y septiembre. En esta época las
temperaturas son cálidas y las precipitaciones bajan considerablemente.
Clima
El
clima de Cuenca es bastante cambiante a lo largo del año. Por ejemplo, los
inviernos son muy fríos, con máximas que no suelen sobrepasar los 9°C, mientras
que los veranos suelen ser muy calurosos, alcanzando incluso los 31°C. Si bien
llueve durante todo el año, los peores meses en esos términos son entre marzo y
mayo.
Gastronomía
La
cocina de Cuenca es bastante similar a los sabores que, en general, se pueden
probar en Ecuador. Destacan, eso sí, preparaciones como el cuy a la parrilla
acompañado con papas, el caldo de patas de vacuno con mote, la sopa de bacalao
con verduras y el arroz de cebada, que se prepara con carne de cerdo, papas y,
por supuesto, arroz.
Durante
la festividad de Corpus Christi, en Cuenca se preparan dulces tradicionales en
representación del cuerpo de Cristo. Tal es su popularidad, que algunos locales
optaron por prepararlos todo el año, pudiendo así encontrar los alfajores,
cocadas y galletas en diversos establecimientos.
Hay
muy buenos y variados restaurantes en torno al parque Calderón, no sólo para
quienes buscan opciones de gastronomía local, sino también alternativas de
gusto más transversal centradas en la cocina internacional. Específicamente, el
callejón Santa Ana colecciona algunos de los mejores.
Qué ver
Sin
duda una visita por Cuenca debe comenzar en el centro histórico, considerado
Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Imposible no enamorarse de la ciudad
al caminar por sus calles adoquinadas contemplando las impresionantes
construcciones coloniales que le dan ese toque tan especial.
Junto
al parque Calderón se alza la Catedral de la Inmaculada Concepción de Cuenca,
una iglesia realmente impresionante coronada por tres cúpulas celestes que
contrastan con el café de sus piedras, desde las cuales se tienen hermosas
vistas de la ciudad, con sus casas blancas de techos cafés.
Al
otro lado del parque Calderón, la iglesia del Sagrario es otro tesoro
arquitectónico de la ciudad, conocido como la Catedral Vieja. A pesar de todo,
ya no es un templo sagrado, pero en su interior es posible visitar un museo que
guarda entretenidos objetos religiosos.
Al
terminar el recorrido por ambas iglesias se puede dar un paseo por el callejón
Santa Ana, sin duda de los más hermosos de Cuenca, pero también lleno de vida,
con varios restaurantes y tiendas para comprar algunos recuerdos.
Para
remontarse al pasado, el Parque Arqueológico Pumapungo resguarda algunas ruinas
incas que, según los estudios, corresponderían a la antigua ciudad de
Tomebamba. De todas maneras, en el lugar se puede visitar un museo que narra la
historia de este interesante descubrimiento.
En
las afueras de Cuenca, el Mirador de Turi es un imperdible para hacerse una
idea de la belleza de la ciudad. Por supuesto, se ubica en la parte alta y
regala panorámicas deslumbrantes sobre esta impresionante urbe colonial.
A
algunos kilómetros de la ciudad, aproximadamente a 40 minutos, otro imperdible
es el Parque Nacional Cajas. Cuenta con diversos senderos para sumergirse entre
sus bosques nubosos, pasando por paisajes deslumbrantes y hermosos lagos que se
pueden apreciar desde los miradores.
Otro paseo cercano a Cuenca es visitar la localidad de Baños, a sólo 10 minutos de la ciudad. Su nombre se debe a los balnearios termales que abundan en la zona, un panorama ideal para ir a relajarse durante un día completo.