Perú

Cusco

Cusco es uno de los destinos turísticos más famosos del mundo, pues desde hace algunas décadas se ha convertido en la puerta de acceso para ingresar el antiguo Imperio Inca, sobre todo para quienes llegan a Perú con ganas de conocer Machu Picchu. Sin embargo, la ciudad tiene mucho que ofrecer por sí sola, desde su hermoso casco histórico hasta el hermoso barrio de San Blas, pasando también por las ruinas que se encuentran en sus alrededores. No por nada la UNESCO la declaró Patrimonio de la Humanidad en 1983.

Cusco, que en algún momento funcionó como el centro político y territorial de los incas, es hoy uno de los lugares más cosmopolitas de Perú. En sus calles podrás ver mochileros de todo el mundo, viajeros en busca de experiencias más exclusivas y, por supuesto, a gente local vestida con sus trajes tradicionales que le dan color y vida a la ciudad.

Cuándo ir

La mejor época para visitar Cusco es entre abril y octubre, los meses durante los que transcurre la estación seca. Te recomendamos evitar visitarlo en verano, pues el denominado invierno altiplánico provoca lluvias intensas que podrían dificultar las actividades en la ciudad y sus alrededores.

Clima

El clima de Cusco es semiseco y frío, aunque se pueden presentar las cuatro estaciones en un mismo día. Si vas entre octubre y abril, habrá muy pocas probabilidades de lluvia y la temperatura oscilará entre los 4 °C y los 19 °C.

Altura

Cusco se encuentra a 3.399 msnm, siendo una de las localidades con mayor altura del circuito clásico que se suele hacer en esta zona de Perú. Muchos viajeros se ven afectados por el mal de altura, pero hay diversos métodos para combatirlo y evitarlo, sobre todo durante los primeros días en que se produce la aclimatación. No consumir alimentos pesados, hidratarse mucho, evitar el alcohol, dormir bien y beber infusión de coca son algunas de las técnicas que más resultados suelen dar en caso de sufrir el también denominado "soroche".

Gastronomía

Como cada zona de Perú, Cusco también tiene sus especialidades gastronómicas, entre las que destacan el cuy y el chancho al horno, y el chiri uchu. Sin embargo, también es posible encontrar los clásicos sabores locales, como el lomo saltado, ceviche, ají de gallina, papas a la huancaína, etcétera.

En Cusco hay restaurantes para todos los gustos y presupuestos. Encontrarás fácilmente opciones muy buenas en el centro histórico y también en el barrio de San Blas.

Qué ver

Más allá de ser la puerta de entrada para conocer las ruinas del antiguo Imperio Inca, Cusco tiene mucho por conocer. Te sugerimos comenzar con una visita a la Plaza de Armas para descubrir la Catedral y la Iglesia de la Compañía de Jesús, que componen la clásica postal de la ciudad. A sólo un par de cuadras se encuentra el Palacio Arzobispal, en cuya pared se guarda la famosa y preciada Piedra de los Doce Ángulos, una pequeña muestra de la gran habilidad arquitectónica y ingenieril de los incas. Si caminas algunas calles hacia el sur podrás ver también el Convento de Santo Domingo, construido sobre el antiguo templo de Qorikancha, del cual aún se mantienen en pie algunas de sus ruinas.

Si te diriges a la parte alta de la ciudad llegarás a San Blas, conocido como el barrio de los artesanos. No dejes de recorrerlo y aprovechar de tomarte un café en alguno de sus pequeños y encantadores locales, o de adquirir algún recuerdo en sus tiendas. Pero si de compras se trata, lo mejor será que vayas al Mercado Central de San Pedro, donde se reúnen decenas de locales de textiles y artesanías. ¡Recuerda negociar los precios antes de comprar!

Finalmente, a unos 15 minutos del centro de Cusco se encuentran algunas ruinas incas que no puedes dejar de conocer, como el complejo arqueológico de Sacsayhuaman, con su impresionante fortaleza ceremonial, Qenko, Tambo Machay, Puca Pucará y Ollantaytambo.