Desierto del Namib
El desierto del Namib se extiende a lo largo de la costa de Namibia, entre el río Orange, que marca la frontera con Sudáfrica al sur, y el río Kunene, entre Namibia y Angola, al norte. Su nombre, que también dio origen al del país, significa "enorme" en lengua nama, una de las tribus autóctonas de la zona. Y enorme es, seguramente, la mejor definición para este desierto: con una longitud de unos 2000 kilómetros y un ancho que varía entre 80 y 200 kilómetros, es uno de los desiertos más importantes de África.
Qué ver
Pensar en Namibia es pensar en el desierto y todo lo que su inmensidad significa, un destino que disfrutarás y no olvidarás en tu vida.
Cuándo ir
Puedes visitar el desierto del Namib durante todo el año. La estación seca tiene la ventaja de disfrutar temperaturas más agradables, ya que durante el verano puede llegar a los 40 °C. Vayas en la época que vayas, lleva protector solar, un sombrero, ropa transpirable y de colores claros, y zapatos cómodos y bien cerrados para protegerte del sol y subir las dunas con comodidad.
Clima
El desierto de Namib está influenciado por vientos constantes y cálidos durante todo el año, y experimenta muy poca precipitación. Las temperaturas diurnas en verano están permanentemente por encima de los 30 °C, pudiendo alcanzar los 40 ⁰C en las épocas más calurosas, y descender hasta los 5°C en las noches.
El desierto Namib tiene dos regiones climáticas, divididas en el centro por la bahía de Walvis. Al norte, las lluvias aumentan progresivamente y oscilan entre los 20 milímetros de la costa y los 85 en el interior, y siempre caen en verano. Aun así, en estos meses llueve 10 u 11 días, por lo que se trata de una estación húmeda muy leve. Al sur, las lluvias son más escasas y esporádicas, y pueden aparecer en cualquier época del año. En esta zona las temperaturas son más bajas y no son extrañas las heladas durante el invierno.
Qué ver
En la inmensidad del desierto del Namib hay muchas cosas para conocer. Empezando desde el sur, el paisaje inicia en la frontera con Sudáfrica. En esa zona se encuentra Lüderitz, y muy cerca la ciudad fantasma de Kolmanskop, devorada poco a poco por la arena del desierto. En su tiempo fue la penúltima parada de la línea férrea que une Aus con Lüderitz y prosperó gracias a los diamantes, pero cuando estos desaparecieron de las cercanías, la ciudad fue abandonada.
Subiendo al norte se encuentra el Parque Nacional de Namib-Naukluft, una región junto al mar que tiene unos 320 kilómetros de longitud y alrededor de 120 de ancho. Está formado en su mayor parte por dunas de hasta 300 metros de altura, y las más cercanas al mar forman alineaciones paralelas a la costa debido a los vientos.
En el centro geométrico de Naukluft se encuentra una de las zonas más interesantes, Sossusvlei, mundialmente famosa por el Deadvlei o valle de La Muerte, la zona donde observarás el contraste de las altas dunas color cobre, el suelo blanco y las acacias muertas desde hace cientos de años. También hay sectores donde se forman lagos cuando llueve y llegan algunas de las 180 especies de aves que viven en el Namib.
Llegando a Sossusvlei a través del amplio valle del Tsauchab, también con dunas cobrizas debido a su alto contenido de hierro, verás la famosa duna 45. Si bien tiene 300 metros, cerca está la duna 7, la más alta del mundo, con 380 metros de altura. Ve al amanecer o al atardecer para disfrutar los contrastes y ver cómo el sol va tiñendo poco a poco el paisaje. Hay muchas especies endémicas como lagartos, serpientes, escarabajos y arañas. Una visita guiada te permitirá apreciarlas y conocer sus estrategias de supervivencia. Muy cerca de esta zona se encuentra el cañón de Sesriem, que también merece una visita.
Son muy populares las excursiones en quad, a caballo y en sandboard para recorrer las dunas, así como los saltos en paracaídas y los paseos en globo aerostático si eres amante de las alturas.
El paisaje lunar, por su parte, recuerda a la superficie de la Luna y se formó hace millones de años, cuando el clima de la región era más húmedo. Hay varios puntos de interés: la rara planta welwitschias (llamada fósil viviente, ya que suelen tener entre 400 y 500 años, aunque algunos alcanzan los 1.500), restos de la Primera Guerra Mundial, minas, extrañas formaciones rocosas y la montaña Rossin en el fondo.
Otro punto imperdible en las cercanías de Walvis Bay es Sandwich Harbour, una zona costera donde las dunas llegan directamente al océano, creando una postal de increíble belleza.
Hacia el norte se encuentra el cabo Cross, el primer lugar donde arribaron los europeos en 1486. Actualmente, este pedregoso cabo es famoso por su colonia de lobos marinos.
Siguiendo más al norte se extiende el Skeleton Coast Park, una de las zonas menos accesibles de Namibia. Se puede llegar por carretera hasta Torra Bay, a la mitad del parque, y desde ahí sigue una pista entre las dunas y el mar, con el aliciente de que los días en que las mareas son muy altas el agua llega hasta las dunas. Las lenguas de arena que salen desde el desierto han convertido la costa en un lugar peligrosísimo para los barcos, y por eso se encuentran viejas embarcaciones embarrancadas y esqueletos de ballenas.
Como ves, hay muchas opciones para conocer y explorar el impresionante desierto del Namib, por lo que solo es cuestión de elegir cómo trazar el recorrido para disfrutarlo con todos los sentidos.