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Francia

Dijon

Dijon
Dijon es una hermosa ciudad en el este de Francia, en la región de Borgoña. Es la capital del departamento de Côte-d'Or y es conocida por su gastronomía.
Dijon es una ciudad con una rica cultura e historia, ya que en los siglos XIV y XV era la capital del ducado de Borgoña, que controlaba gran parte del este de Francia, los Países Bajos, Flandes y Luxemburgo.

En tu recorrido por la ciudad descubrirás el patrimonio del elegante casco antiguo, con 22 paradas en monumentos marcados con un búho, el símbolo de la ciudad, mientras que la ruta Grands Crus es perfecta para explorar los viñedos y catar los vinos más prestigiosos de la zona. Por su parte, los íconos gastronómicos de la ciudad tal vez te resulten conocidos: desde las grosellas al jamón y los caracoles, hasta la emblemática mostaza de Dijon, pasando por el vino de Borgoña y el pain d'épices, que abarrotan mercados y restaurantes, tendrás la oportunidad de probarlo todo.

Cuándo ir

La mejor época para visitar Dijon es de abril a septiembre, cuando el clima es cálido y podrás disfrutar de caminatas por la ciudad. Si eres amante del vino, puedes considerar viajar en otoño, ya que es la época de la vendimia, cuando se realizan festivales y eventos relacionados con el vino en toda la región de Borgoña.

Clima

El clima en Dijon es continental, con cuatro estaciones bien marcadas. Los veranos son cálidos y a menudo pueden ser bastante húmedos, con temperaturas que oscilan entre los 20 °C y los 30 °C. Los inviernos son fríos, con temperaturas que pueden caer por debajo de cero. La primavera y el otoño, por su parte, pueden ser bastante variables, con días soleados y cálidos, y otros, fríos y lluviosos.

Gastronomía

Si visitas Dijon por primera vez, no te pierdas la oportunidad de degustar las especialidades de la región. La mostaza de Dijon, una de las más famosas del mundo, es un condimento típico que ya era muy popular en la época de los duques de Borgoña. La región es conocida también por el queso epoisses, cremoso y fuerte, madurado con marc de Bourgogne, un aguardiente de uva, y el comté, un queso semiduro.

El pain d'épices o pan de especias, es un intermedio entre pan y bizcochuelo, algo dulce y que, como su nombre lo indica, lleva especias, una combinación diferente según la receta, pero que incluye normalmente canela, jengibre, anís pimienta, cardamomo y clavo. La fábrica Mulot et Petitjean existe desde hace más de doscientos años y es el lugar imprescindible para probarlo. No te pierdas las nonnettes, unos pastelitos hechos con este pan y rellenos con mermelada de naranja.

Los vinos merecen una mención aparte. La región de Borgoña es conocida especialmente por sus tintos pinot noir y sus blancos elaborados con uvas chardonnay. Si te gustan los tragos, prueba la crème de cassis, un licor dulce hecho con grosellas negras, o el kir, un cóctel tradicional que se elabora con este licor y vino blanco aligoté.

El vino, además, forma parte fundamental de la cocina borgoñona en platos como los œufs en meurette, huevos servidos sobre pan de ajo tostado con una salsa de vino tinto, panceta, cebolla y echalote; el coq au vin, pollo estofado al vino, panceta, champiñones, zanahorias y cebollas; los escargots à la bourguignonne, caracoles servidos con mantequilla, perejil y ajo; o el boeuf bourguignon, carne cocida a fuego lento con vino tinto, cebolla, zanahoria y hierbas.

Los restaurantes se concentran principalmente en el centro histórico de la ciudad, especialmente en la zona peatonal del casco antiguo, cerca de la Place de la Libération. También puedes encontrar muchos restaurantes en las calles cercanas a la catedral de Notre-Dame y en Les Halles, el mercado cubierto, donde hay numerosos puestos de comida y restaurantes que sirven especialidades locales.

Qué ver

Es imposible visitar Dijon sin recorrer su famoso Parcours de la Chouette, marcado por flechas de bronce incrustadas en los adoquines. Seguirlo es la garantía de que no te perderás ninguno de los lugares y monumentos más destacados de la ciudad. Otro de los sitios fundamentales es la iglesia de Notre-Dame o de Nuestra Señora de Dijon, una obra maestra de la arquitectura gótica del siglo XIII. La fachada está flanqueada por tres hileras de gárgolas separadas por arcadas. En uno de los contrafuertes se encuentra el símbolo de la ciudad, el búho -se ha convertido en un amuleto de buena suerte para quienes lo tocan con la mano izquierda-, mientras que en lo alto de la iglesia está la familia Jacquemart, un trofeo de guerra que da las campanadas cada hora. 

Detrás de la iglesia de Notre Dame, presta atención al Hôtel de Vogüé, del siglo XVII, famoso por la ornamentación de los arcos de su patio renacentista y por su tejado policromado.

Uno de los sitios más importantes por donde te llevará la ruta es el palacio de los Duques de Borgoña, en la plaza de la Liberación. Residencia de los duques en los siglos XIV y XV, hoy es el ayuntamiento y alberga también el Museo de Bellas Artes, el único museo de Francia además del Louvre que se encuentra en un palacio. También puedes acercarte a la torre Philippe Le Bon, que da testimonio de los orígenes medievales del palacio y, como recompensa de subir los más de 300 escalones, tendrás la mejor vista de Dijon.

El Museo de Bellas Artes, fundado en 1787, ha recibido a lo largo de los años muchas donaciones, por lo que se pueden ver armas y cristalería islámicas, porcelana oriental, máscaras ceremoniales africanas, antigüedades del Antiguo Egipto y arte romano. En las galerías de pintura podrás ver obras de Tiziano, Lorenzo Lotto, Breughel el Viejo y Rubens, así como arte del siglo XIX de Monet, Manet, Sisley y Géricault.

Los parques y jardines son una parte fundamental de la ciudad, y un lugar ideal para pasear y descansar. El Jardín Botánico de l'Arquebuse era originalmente el lugar donde los soldados se entrenaron y vivieron hasta finales del siglo XVII, momento en el que su último capitán trazó un jardín de estilo inglés. A del siglo XIX se convirtió en un jardín botánico y hoy cuenta con más de 4.000 especies, tanto autóctonas como exóticas. También puedes visitar el jardín de Darcy o el oarque de la Colombière.

Como frutilla del postre, desde Dijon puedes visitar los viñedos de Borgoña a lo largo de la ruta Côte de Nuits Grand Cru, declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

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