El Calafate, llamado popularmente Calafate, es una ciudad ubicada a orillas del lago Argentino, en la Patagonia argentina. Es la puerta de entrada al impresionante Parque Nacional Los Glaciares, que protege los Campos de Hielo Patagónico Sur, una de las extensiones de hielo más grande del mundo junto con la Antártica y Groenlandia.

El principal y más importante de los atractivos es el espectacular glaciar Perito Moreno, en el marco de una región que invita a disfrutar la naturaleza, hacer trekking, respirar aire puro y comer exquisitamente. El Calafate ha cautivado al mundo con sus paisajes increíbles y la invitación a vivir grandes aventuras. ¿Te lo vas a perder?

Cuándo ir

La mejor época para visitar El Calafate es de octubre a fines de marzo, siendo el verano, de diciembre a febrero, el clima más templado. Si bien en esta época los días son largos, con hasta 17 horas de luz, el sol no brilla muy a menudo, e incluso a veces puede hacer frío. En esta época, además, es cuando se da el desprendimiento de los glaciares. Lleva abrigo, ya que por las noches las temperaturas descienden, y cuando visites los Glaciares también es necesario ir con ropa abrigada.

Clima

El clima en El Calafate se caracteriza por ser seco, con inviernos fríos y veranos frescos. Las lluvias son escasas, sin embargo, son un poco más frecuentes de abril a agosto. En invierno, de junio a agosto, las temperaturas oscilan entre los -2 ºC y los 8 °C, aunque puede haber olas de frío en las que la mínima desciende hasta unos -15 °C. Junto con Río Gallegos y Río Grande, El Calafate es una de las ciudades más frías de Argentina. Las nevadas generalmente ocurren de mayo a septiembre. El verano, de diciembre a febrero, es templado; rara vez la temperatura supera los 25 °C. Las noches son frescas y, a veces, frías. De octubre a febrero suele soplar el viento a menudo.

Gastronomía

Hablar de la comida local de El Calafate es hablar de naturaleza, tradición y sabores. Si preguntas qué comer en El Calafate, lo primero que vas a escuchar como respuesta es cordero patagónico. La forma más habitual de comerlo es a la parrilla y en empanadas. En los últimos años se comenzaron a recuperar las costumbres de los aborígenes de la zona, reincorporando el consumo de la carne de guanaco, sabrosa y magra. Puedes encontrarla asada, en hamburguesas, en salsas o en conserva. Otro de los platos típicos es la trucha, que se suele comer a la parrilla o en pastas.

Las comidas al disco, un método de cocción tradicional de los agricultores criollos, cuyo origen se remonta a darle un segundo uso a los discos de arados cuando se gastaban, no discrimina ningún producto. Se usa principalmente para hacer guisados ​​de carnes de guanaco o cordero, generalmente acompañados por verduras.

Para algo dulce, toca remontarse al origen del nombre de la ciudad. ¿Sabías que El Calafate se llama así por el fruto silvestre autóctono de la zona? Éste es de color violeta, muy parecido a los arándanos, y se usa para preparar mermeladas, tortas, cremas y dulces que puedes probar en panaderías, churrerías y cafeterías que ofrecen algo rico para las tardes frías.

A lo largo de toda la Avenida del Libertador, la arteria principal de la ciudad, se encuentran cientos de restaurantes donde podrás probar estas delicias.

Qué ver

El Calafate es una de las ciudades más visitadas en la Patagonia argentina gracias al impresionante glaciar Perito Moreno. Ubicado dentro del Parque Nacional Los Glaciares, que ha sido declarado Patrimonio Mundial por la UNESCO, y a unos 80 kilómetros de la ciudad, es uno de los glaciares más conocidos del mundo. Su imponente masa de hielo puede superar los 60 metros de altura, con unos 5 kilómetros de frente. Dentro del parque nacional, y a metros del glaciar, hay pasarelas de madera para que puedas tener una visión completa. El rompimiento natural del glaciar, un espectáculo impresionante que ocurre en promedio cada cuatro años en marzo, es uno de los eventos más esperados, aunque difíciles de ver.

Hay dos actividades muy lindas para hacer una vez en el glaciar: navegar por el brazo Rico del lago Argentino, y así acercarse a tan sólo 300 metros,  y caminar sobre el glaciar, que puede incluir un almuerzo y tomar algo con hielo del mismo.

Además del Perito Moreno hay otros glaciares en los alrededores de la ciudad, a los cuales se puede llegar en una excursión en catamarán. Entre ellos están el glaciar Upsala, para el cual se navega entre témpanos, y el Spegazzini, con sus más de 100 metros de altura sobre el nivel del lago.

Es interesante hacer una visita al Glaciarium, un museo donde podrás aprender todo lo relacionado con los glaciares, su importancia y función en el planeta. Este espacio es uno de los pocos centros glaciológicos de interpretación del mundo.

Es muy común combinar el viaje a El Calafate con una visita a El Chaltén, la capital del trekking a nivel nacional. A unos 200 kilómetros al norte, merece dedicarle unos días, ya que se encuentra rodeado de montañas y hermosos lagos y lagunas. Hay muchos senderos en los alrededores para hacer caminatas y contemplar el paisaje montañoso. Los más conocidos son el salto del Chorrillo, una cascada de 20 metros de fácil acceso, el trekking a la laguna de los Tres, un poco más exigente, pero que tiene como premio divisar el majestuoso Fitz Roy de cerca, la caminata a la laguna Capri, de escasa dificultad, y el trekking a la laguna Torre, una de las lagunas más lindas de El Chaltén.

Situado entre El Calafate y El Chaltén se encuentra el Bosque Petrificado La Leona, una zona de estepa patagónica donde se pueden apreciar fósiles de dinosaurios.