Guadalajara
México no se cansa de guardar
ciudades hermosas y Guadalajara es, sin duda, una de las más espectaculares. En
su centro histórico se resumen casi cinco siglos de historia, con edificaciones
coloniales y contemporáneas que conforman un auténtico museo a cielo abierto.
Pero más allá de sus plazas,
iglesias, teatros y joyas históricas, Guadalajara tiene también su propio sello
gastronómico que hay que probar. Eso sí, con mucho cuidado, porque el picante puede
pasar la cuenta.
Cuándo ir
La mejor época para visitar
Guadalajara es entre octubre y marzo. Así es posible evitar los meses más
calurosos –con temperaturas que sobrepasan los 32°C– y la temporada de lluvias.
Clima
Guadalajara es una ciudad donde
todo el año es primavera. Sus temperaturas máximas nunca descenderán de los
24°C en invierno, mientras que en verano suelen alcanzar los 33°C. La época más
lluviosa transcurre entre junio y septiembre.
Gastronomía
Guadalajara tiene su propia tradición
culinaria, que conserva los ingredientes clásicos de la gastronomía mexicana,
pero los interpreta en preparaciones muy propias del estado de Jalisco.
Entre los platos más típicos
están la torta ahogada. Es un sándwich relleno de carne de cerdo y frijoles
bañado en salsa picante con cebollas. Similar al de Ciudad de México, en
Guadalajara se suele comer el pozole, hecho con carne de cerdo, choclo y
acompañamiento de lechuga con cebolla, palta, rábanos y chile, más tostadas de
maíz. La carne en su jugo también es un imperdible, que se trata de una sopa
con carne, frijoles, tocino, cebolla, cilantro y jugo de limón. De postre no
puede faltar la Jericalla, un flan horneado hasta quemar la cubierta.
Qué ver
El centro histórico de
Guadalajara narra casi cinco siglos de historia que se pueden partir
recorriendo en la Plaza de Armas. En su entorno inmediato se alzan dos
impresionantes edificios, como son la Catedral de Guadalajara y el Palacio de
Gobierno del Estado de Jalisco. Esta iglesia, además, es el centro de la cruz
de plazas, pues a la de Armas se le añaden la Plaza de La Liberación, la Plaza
Guadalajara y la Rotonda de los Jaliscienses Ilustrados.
Junto a la Plaza de La
Liberación se alza el Teatro Degollado, un hermoso edificio neoclásico que se
ha convertido en el epicentro de las artes escénicas de esta parte de México.
Algunas cuadras más allá está Hospicio Cabañas, un hermoso edificio colonial
declarado Patrimonio de la Humanidad, que hoy funciona como instituto cultural.
En algunas zonas más alejadas
del centro histórico también hay mucho por disfrutar. Es el caso de el Bosque
Los Colomos, uno de los pulmones verdes más importantes de Guadalajara. Un
jardín japonés, lagunas, un centro cultural, jardines, senderos y mucho más es
lo que conforma este panorama digno de visitar para una tarde de relajo.