Ilha Grande
A medio camino entre Río de Janeiro y Sao Paulo, la Ilha Grande es un pequeño tesoro que el turismo descubrió hace no más de 20 años. Aún así, su pueblo principal, la Villa do Abraao, ha logrado mantener una esencia familiar, íntima y con una vibra entretenida que convierte a la isla como uno de los rincones de ensueño de Brasil a los que vale la pena escaparse.
Cuándo ir
La mejor época para viajar a Ilha Grande es en los meses de marzo, abril, octubre, noviembre y diciembre. Si bien enero y febrero tienen excelente clima, la isla suele estar colapsada de turistas por las vacaciones de verano y la época de carnaval.
Clima
Ilha Grande tiene muy buen clima a lo largo de todo el año, aunque las temperaturas bajan entre mayo y septiembre, alcanzando máximas de solo 23°C; en verano, en cambio, los termómetros pueden llegar a los 28°C. En cuanto a las precipitaciones, éstas se producen todo el año, pero nunca se prolongan todo el día. De todas formas, los meses más lluviosos son de diciembre a marzo.
Gastronomía
La especialidad de Ilha Grande son los pescados y mariscos, que suelen acompañarse con plátano frito. Además, es fácil encontrar las clásicas moquecas y feijoadas, perfectas para disfrutar con una deliciosa caipirinha. De todas formas, en el pueblo hay decenas de restaurantes que ofrecen estas y otras especialidades, con opciones de comida internacional para todos los gustos.
Un clásico de la isla son sus postres al paso. En la avenida principal es fácil encontrar carros que ofrecen dulces y tortas por trozo, cada cual más deliciosa que la otra. No es fácil resistirse al brigadeiro, uno de los sabores más tradicionales de la repostería brasileña.
Qué ver
Lo primero que se debe hacer al desembarcar en Ilha Grande es ponerse hawaianas, ropa cómoda y dar un paseo por la Vila do Abraão, el pueblo principal de la isla. De pocas calles, es fácil recorrerlo en una tarde, encontrándose con centenares de opciones de alojamiento, bares, restaurantes, comida al paso, tiendas y espectáculos callejeros. Es importante considerar que la villa cobra vida después de las 17 horas, una vez que los turistas ya regresaron de las excursiones.
Desde Abraão es posible conocer varios lugares sin necesidad de tomar un tour. Caminando, en muy pocos minutos se puede llegar a praia Preta, aprovechando también de visitar el acueducto y una pequeña cascada en la ruta. Hacia el otro lado se encuentra la praia de Abrãaozinho, pequeña pero hermosa, con un restaurante en la arena, perfecto para tomar una cerveza y relajarse.
Si la idea es adentrarse en la isla, con un par de zapatos cómodos se puede recorrer la ruta que una Abraão con la cachoeira da Feiticeira, una impresionante cascada que invita a darse un baño después del par de horas de caminata. Para no tener que hacer todo el camino de regreso, lo ideal es llegar luego a la praia da Feiticeira, descansar y tomar uno de los taxi botes que suelen pasar por ella frecuentemente.
Los más aventureros pueden hacer el trekking hasta el pico do Papagaio, el segundo punto más alto de la isla, ubicado a 982 metros de altura, cuyo nombre se debe a su semejanza con, lógicamente, el pico de un papagayo. El camino es de nivel avanzado y dura unas cinco horas ida y vuelta, por lo que hay que considerar hacerlo con zapatos de trekking y un guía acompañante. Las vistas desde lo alto deslumbran con panorámicas hacia Abraão y el continente.
La mayoría de los atractivos de Ilha Grande están lejos del pueblo, por lo que para llegar a ellos se suelen tomar escunas, pequeños barcos que salen desde el embarcadero de la isla, con un entretenido ambiente a bordo. Entre los paseos más típicos (e imperdibles, hay que decirlo), están la laguna Azul y la laguna Verde, dos zonas del mar muy cercanas a la tierra, con aguas de intensos tonos en las que habita una inmensidad de peces que se pueden observar con snorkel.
Sin embargo, uno de los atractivos más grandes de toda la isla es la playa de Lopez Mendez. Con tres kilómetros de fina arena blanca, es considerada una de las playas más hermosas de todo Brasil, destacando sus aguas de colores esmeralda y celeste. Además, al final de ella está el río Coca Cola, un curioso flujo de agua color café que desemboca en el mar.
Entre otras playas hermosas de Ilha Grande que vale la pena visitar están Saco de Céu, playa de Fora, Aracatiba, Freguesía de Santana, Provetá y Parnaioca, muchas de las cuales se suelen visitar durante los tours más frecuentes que salen del pueblo.
Datos útiles
Moneda: real brasileño
Corriente eléctrica: 110 V
Enchufe: tipo N
Propinas: 10% del total consumido (generalmente viene incluido en la boleta)