Isla Mauricio
¿Quién
diría que un pequeño pedazo de tierra “perdido” en el océano Índico tendría
tanto por mostrar? Así es este paraíso llamado Isla Mauricio, un país
multicultural, de hermosas playas, lleno de naturaleza y con una entretenida
historia por narrar.
Para
conocerla, basta con arrendar un auto, tomar un mapa y perderse por la costa,
adentrándose en ocasiones en algunos puntos de interés que aquí mostramos.
Cuándo ir
Isla
Mauricio tiene la ventaja de que cualquier época es buena para visitarla. Las
temperaturas son excelentes a lo largo de todo el año y no existen grandes
temporadas lluviosas.
Clima
Mauricio
tiene un clima muy estable a lo largo de todo el año, con temperaturas máximas
que fluctúan entre los 25°C, durante el invierno, y los 31°C en verano. Si bien
nunca llueve demasiado, los meses con mayor cantidad de precipitaciones van de
enero a marzo.
Gastronomía
Al
igual que la mayor parte de las islas del océano Índico, la cocina mauriciana
comparte influencia de muchos países cercanos, como India y China, pero sobre
todo de Francia.
En
sus preparaciones abunda el pescado, típicamente preparado a la parrilla y
servido con arroz basmati especiado. Particularmente, algunas de las recetas
más típicas de la isla son el paratha
o pan de harina relleno con carne, pescado y verduras; los rottis o tortillas de harina de trigo; y el dhal puri, una tortilla de harina de lentejas rellena con curry de
verduras.
Qué ver
Isla
Mauricio es un lugar bastante pequeño, fácil de cruzar de punta a punta en un
par de horas. Lo mejor es arrendar un auto en el aeropuerto principal, ubicado
muy cerca de Mahébourg y, desde allí, emprender un viaje por la costa
recorriendo sus principales atractivos turísticos. Desde ahí, hay dos lugares
claves que no se pueden dejar de visitar: la espectacular playa de Pointe d’Esny
–una de las más hermosas de la isla- y la Ile aux Aigrettes, un curioso lugar habitado
por tortugas gigantes.
Antes
de dejar la costa este, vale la pena visitar la Ile aux Cerfs. Es un verdadero
paraíso de playas turquesas que alguna vez estuvo habitado por ciervos, pero hoy
invita a pasar un día inigualable en una de las postales más hermosas del país.
Continuando
por la ruta sur rumbo al oeste, se llega a uno de los íconos más importantes de
la isla: Le Morne Brabant. Este enorme monte está ubicado justo en una
península frente al mar y fue declarado Patrimonio Cultural de la UNESCO. Desde
sus 556 metros de altura es posible apreciar la emblemática cascada submarina,
además de las hermosas playas de esta zona de la isla.
Desde
Le Morne se puede llegar a la Tierra de los Siete Colores de Chamarel. Este
curioso lugar fue formado por la erosión del suelo de basalto, más la
combinación de los minerales. Así se dio paso a explanadas en tonos rojos,
morados, verdes, cafés, azules, amarillos y lilas, creando un paisaje
inigualable. En el lugar, además, habitan tortugas gigantes.
Le
Morne también puede ser un punto de partida para visitar el Parque Nacional de
Black River Georges. En él se encuentra la montaña más alta de la isla, pero
también una red de 60 kilómetros de senderos para todo tipo de visitantes, que
transcurren por hermosos bosques habitados por aves, murciélagos y muchas otras
especies animales.
A
pocos kilómetros de este parque, Grand Bassin o Ganga Talao es un impresionante
cráter de origen volcánico que hoy está cubierto de agua. El lugar adquiere
especial importancia religiosa para el hinduismo, pues se cree que el lugar
está comunicado subterráneamente con el río Ganges, por lo que allí se levantó
un espectacular templo.
Un
poco hacia el norte de Le Morne, desde el pueblo de La Gaulette salen algunas
lanchas que visitan la Ile aux Benitiers, un espectáculo de aguas cristalinas
que se puede disfrutar por el día. La gracia de la experiencia es salir antes
del amanecer, para nadar con los delfines que a primera hora de la mañana disfrutan
nadando en el mar.
Rumbo
al norte, Grand Baie es otra de las localidades que no hay que dejar de visitar
en Isla Mauricio. No sólo está rodeada de playas hermosas, sino que desde ahí
salen las excursiones a las hermosas islas vecinas, donde el Ilot Gabriel es,
sin duda, la más hermosa. Rodeada de aguas cristalinas y con la marea muy baja,
es fácil hacer snorkel entre tortugas y diversas especies marinas.
No
se puede dejar Isla Mauricio sin antes haber visitado su capital. Port Louis
puede resultar algo caótica en comparación con el relajo de los lugares
costeros del país, pero en realidad tiene varios sitios interesantes que
visitar. Por ejemplo, Cauden Waterfront es la zona más moderna, con tiendas,
restaurantes y bares frente al mar; allí mismo se encuentra el Blue Penny
Museum, para conocer la historia de Mauricio. También vale la pena visitar el
mercado central, para adquirir artesanías y regalos, y el famoso Fuerte
Adelaida, desde donde se obtienen hermosas vistas panorámicas de la ciudad.