Isla Santa Cruz
La isla Santa Cruz es, por
norma general, el primer lugar que los turistas visitan al llegar al
archipiélago de las Galápagos. Se halla muy cerca de la isla Baltra, donde se
encuentra el aeropuerto principal, y guarda Puerto Ayora, la ciudad más
desarrollada de todas las de la zona.
A pesar de ser la isla más
poblada de Galápagos, Santa Cruz es bastante pequeña y fácil de recorrer,
concentrando sus atractivos en la parte sur. Allí, playas paradisíacas,
piscinas y lagunas naturales ideales para hacer snorkel, accidentes geográficos
y, por supuesto, espacios de conservación de tortugas gigantes, son parte del
panorama.
Cuándo ir
Las mejores épocas para visitar
la isla Santa Cruz son entre noviembre y enero, y de mayo a julio. Estos meses
componen la transición entre la estación lluviosa y la seca, combinando los
beneficios de ambas estacionalidades.
Clima
La isla Santa Cruz tiene dos
estaciones: la lluviosa y la seca. La primera transcurre entre enero y mayo, y
es también la más cálida, con máximas entre 27°C y 30°C; esta temporada es
excelente para ver animales terrestres como iguanas y la eclosión de las
tortugas Galápagos. Por su parte, la estación seca va de junio a noviembre, con
temperaturas máximas promedio de 25°C y un incremento de la vida submarina.
Gastronomía
Como buena isla, Santa Cruz se
caracteriza por sus deliciosos productos del mar, que son obtenidos desde el
muelle de Puerto Ayora. Con estos ingredientes elaboran exquisitos platos como
el arroz marinero con mariscos, la langosta con mantequilla de albahaca, la
sopa marinera con mariscos surtidos y el ceviche.
Puerto Ayora concentra la mayor
parte de la oferta gastronómica de isla Santa Cruz, sobre todo en las calles
aledañas al malecón y al muelle de Los Pescadores. Hay opciones de todo tipo y
para cualquier bolsillo, con comida local y opciones más internacionales y clásicas.
Qué ver
La isla Santa Cruz es una de
las más visitadas de todo el archipiélago de Galápagos, sobre todo por su
cercanía con isla Baltra, el punto de acceso aéreo. Su ciudad principal es
Puerto Ayora, ubicada en la parte sur, donde se concentra toda la hotelería,
los restaurantes y la actividad comercial de Santa Cruz.
Los grandes atractivos de
Puerto Ayora se desarrollan en los alrededores del malecón y el muelle de Los
Pescadores. Ambos son paseos obligados en la ciudad, tanto para apreciar las
hermosas vistas al mar como también para hacer una parada en el Mercado de
Pescadores. Éste último es un excelente lugar no sólo para probar productos
frescos, sino también para adquirir artesanías y souvenirs.
Frente a la ciudad está el
islote Caamaño, habitado por una enorme comunidad de lobos marinos junto a los
cuales se puede nadar practicando snorkel. Otro punto atractivo cerca de Puerto
Ayora es la hermosa playa Los Alemanes, conocida también como Punta Estrada.
Además, es pasada obligada para visitar Las Grietas, un canal entre dos enormes
paredes rocosas de origen volcánico, que conforman una laguna natural para
hacer snorkel. Los más aventureros también pueden lanzarse clavados desde lo
alto de estos acantilados.
A 2,5 kilómetros de Puerto
Ayora se ubica Tortuga Bay, tan hermosa que suele figurar entre las 10 mejores
playas del mundo. Aguas turquesa y excelentes olas para surfear son parte del
panorama, aunque si la idea es nadar y hacer snorkel, en el extremo existe una
piscina natural para ver tortugas, peces, tiburones y mantarrayas.
Hacia el interior de la isla se
encuentra el Rancho Primicias, un sitio que adquiere especial importancia por
preservar y recuperar la chelonoidis porteri,
nombre científico de la clásica tortuga gigante de las Galápagos. En el lugar,
éstas pueden circular con total libertad en medio de la vegetación autóctona de
la isla.
Muy cerca, siguiendo hacia el
norte por la carretera principal, se llega hasta Los Gemelos. Se trata de dos
cráteres forrados de vegetación, que se produjeron al hundirse las tierras
durante las erupciones volcánicas. Es una parada obligada para sacar fotos y
disfrutar del bosque de scalesias que habita el sendero entre ambos agujeros.
Imposible dejar esta zona sin
antes conocer los túneles de lava, cuevas subterráneas formadas naturalmente
por el paso de la lava, conformando un camino de 400 metros de largo, de los
cuales se pueden recorrer 250.