El río Kinabatangan nace en las montañas del sureste y desemboca en el mar de Sulu, al este de Sandakan, y en su camino atraviesa una de las selvas tropicales más antiguas del mundo, lo que hace que la biodiversidad en la zona sea excepcionalmente rica y variada.

En 2006, el área de Kinabatangan fue declarada Santuario de Vida Silvestre de Kinabatangan como medida de protección y reivindicación ante la progresiva pérdida de hábitat de la zona.

Un safari fluvial o disfrutar algunos días en un lodge para explorar la selva y el río, te permitirá entender por qué este lugar es considerado como el mejor sitio para observar la vida silvestre de Borneo, e incluso de todo el Sudeste Asiático.

El río Kinabatangan, en Borneo, puede visitarse casi todo el año. De marzo a principios de septiembre son los meses más secos, por lo que es una época estupenda para ver fauna salvaje cerca del río; además, es también la mejor temporada si disfrutas observar aves y flores. Los meses más lluviosos van de noviembre a marzo, teniendo sus ventajas e inconvenientes. La principal ventaja es que puedes adentrarte más en los canales del río y tendrás más posibilidades de avistar fauna salvaje, aunque, si llueve mucho, el río y los canales se inundan. Esto sucede especialmente en la época de los monzones, en diciembre y enero.

El clima en Kinabatangan es cálido y húmedo durante todo el año, con una temperatura media anual de alrededor de 27°C. Hay dos estaciones principales: la húmeda y la seca. La primera se extiende desde noviembre hasta febrero, cuando la lluvia puede ser intensa y persistente. La estación seca va de marzo a octubre, con temperaturas más altas y menos precipitaciones.

A lo largo del río hay tres pueblos donde encontrarás diferentes opciones para comer: Sukau, Bilit y Abai. Si bien no hay muchas opciones como en las ciudades más grandes, la comida casera siempre estará disponible.

El río Kinabatangan es famoso por su diversidad de peces, por lo que es común encontrar platos de pescado. Uno de los más populares es el pescado frito con salsa de soja y jengibre. El arroz, por su parte, es un elemento básico de la dieta, por lo que es común encontrarlo en casi todos los platos, como el nasi lemak, un arroz cocido en leche de coco, servido con maní, pepinillos, huevo duro y salsa de sambal. Las sopas son populares en Malasia, y Kinabatangan no es la excepción: la sopa de pescado, que a menudo se sirve con arroz y verduras, es la más común. En esta zona, además, se pueden encontrar frutas exóticas como el durian, el rambután y el mangostino.

Si haces un tour para conocer el río Kinabatangan, tendrás las comidas resueltas.

No es casualidad la cantidad de animales que se juntan en las cercanías del río Kinabatangan. La destrucción progresiva de la selva de Borneo en manos de la deforestación en pos de las plantaciones de palma obliga a los animales a amucharse en los últimos rincones de selva que quedan en la isla. Este longevo río que se retuerce entre recodos de selva es, sin duda, el pulmón isleño en el que la vida se expresa como mejor sabe. Realizar un viaje por el río puede durar entre dos y cuatro días según la opción que escojas, y te pondrá en contacto con la vida silvestre que allí palpita.

Los paseos en bote son una forma popular de observar la vida silvestre de la zona, ya que muchas especies de animales y aves se pueden ver desde el agua. Navegar por el río al amanecer y durante la puesta de sol te permitirá conocer diferentes facetas de la vida allí. Los animales que puedes encontrar son orangutanes, monos probóscide o monos narigudos, macacos, elefantes pigmeos, langures, gatos salvajes, cocodrilos, rinocerontes, gibones, búhos, loris lento pigmeos, y muchas aves, entre las que destaca el cálao bicorne. Ten en cuenta que verlos depende un poco de sus hábitos y otro poco de la suerte.

Hay varias rutas de senderismo que te llevan a través de la selva y te permiten ver la vida silvestre de cerca. Es recomendable ir con un guía local que conozca bien la zona. Las caminatas nocturnas te acercan a una selva totalmente diferente, quieta y silenciosa, pero que sigue siendo una fiesta. Cocodrilos, serpientes, grandes búhos y lechuzas, lagartos, infinidad de insectos despiertan a estas horas, mientras los pájaros, los macacos y los monos narigudos duermen plácidamente.

Dormir en la selva te permitirá disfrutar una experiencia completa y poder apreciarla al amanecer, atardecer y a la noche. De esta forma, podrás descubrir y conocer más tipos de animales, cuya actividad depende del momento del día, además de percibir la bruma de la mañana, la quietud de la noche y el calor del mediodía.

En cada una de estas actividades recuerda que es importante respetar el medio ambiente y seguir prácticas sostenibles de turismo para ayudar a proteger la biodiversidad única de la zona.