En la ciudad conviven ostentosos centros comerciales y caros condominios con mercados rebosantes de comida fresca y pescadores que se desplazan por el paseo marítimo, mientras las bellísimas puestas de sol hacen juego con su rica oferta gastronómica. Si bien el centro de la ciudad es fácil de recorrer, la mayoría de sus atracciones se encuentran más lejos. KK es una base ideal si buscas nuevas aventuras, ya sea de buceo, avistamiento de fauna salvaje o senderismo.

La mejor época para visitar Kota Kinabalu y la región de Sabah en general es durante la temporada seca, que va de febrero a septiembre. Durante este tiempo las lluvias son escasas y las temperaturas son cálidas y agradables, lo que hace que sea una época ideal para disfrutar de actividades al aire libre como senderismo, buceo y exploración de la naturaleza. 

De junio a septiembre puede hacer calor, por lo que es mejor momento para ir a la playa y hacer buceo. Ten en cuenta que, de todas formas, puede llover en cualquier época del año, por lo que siempre debes ir preparado.

Kota Kinabalu tiene un clima tropical monzónico, con temperaturas altas y constantes, y lluvia y humedad elevada a lo largo del año. Dos monzones caracterizan el clima de esta parte de Sabah: el monzón del noreste, que se produce entre noviembre y marzo, y el monzón del suroeste, que tiene lugar entre mayo y septiembre. Durante esos meses las lluvias son asiduas, intensas y prolongadas. La temperatura media oscila entre 27 °C y 32 °C durante el día, y a la noche rara vez desciende por debajo de los 24 °C. De junio a septiembre son los meses más calurosos, mientras que enero es el más fresco. El mar es cálido todo el año, con temperaturas de entre 26 °C y 30 °C.

Kota Kinabalu también es conocida por su deliciosa gastronomía local, en la que destacan el pescado y los mariscos, no sólo por ser increíblemente frescos, sino por ser muy baratos en comparación con los precios de la Malasia peninsular. Los encontrarás fritos, al vapor, en sopas y curry.

Si te gusta lo dulce, los panqueques de canela son uno de los manjares favoritos de los lugareños, de ahí que se venda en varios lugares, desde mercados matinales hasta kopitiams, las cafeterías malayas. También encontrarás con frecuencia el kuih cincin (una galleta con forma de flor y un leve aroma a coco, crujiente por fuera y suave por dentro), el kuih lapis (un pastel con varias capas multicolores de pudding de arroz) y kuih bingka ubi (un pastel de yuca dulce).

Uno de los mejores lugares para degustar mariscos es el Mercado Nocturno de Comida y el paseo marítimo, repleto de marisquerías donde puedes elegir tu pieza, pagarla al peso y decidir cómo cocinarla, para luego comer contemplando el agua.

Puedes comenzar tu recorrido por Kota Kinabalu en Mari Mari Culture Village. Localizado a 30 minutos de Kota Kinabalu , este museo viviente recrea la vida y costumbres de los cinco pueblos étnicos que han habitado históricamente la isla de Borneo y la zona de Sabah. Aparte de recrear un pueblo tradicional con casas construidas por descendientes de las tribus a las que representan, tendrás la oportunidad de ver cómo se fabrican las cerbatanas, se hacen tatuajes y se encienden hogueras, además de adentrarte en las cosmovisiones de cada uno de estos grupos, degustar comida típica de cada tribu y apreciar una danza tradicional. También hay una pequeña cascada, la de Kiansom, unos 400 metros más allá de la aldea cultural, a la que puedes llegar fácilmente, darte un baño y refrescarte tras una visita a Mari Mari.

En un recorrido por la ciudad puedes visitar la Mezquita de la Ciudad, la principal y más grande de la Kota Kinabalu. Es una sobria construcción encima de una laguna resplandeciente, por lo que parece flotar sobre el agua. Para visitarla debes seguir, como en cualquier mezquita, las normas de vestimenta. Los no musulmanes solo pueden entrar fuera del horario de oración.

Cerca, en una pequeña colina, se encuentra el impresionante templo budista Puh Toh Tze, que cuenta con una escalinata-pabellón de piedra flanqueada por 10 deidades chinas que conducen al complejo del templo principal. En su interior descansa un Buda reclinado de estilo chino.

Las puestas de sol de Kota Kinabalu son consideradas con frecuencia entre las mejores del mundo, y uno de los mejores lugares para comprobarlo es la popular playa de Tanjung Aru. Luego puedes ir al Mercado Nocturno de Comida, una inmersión imperdible en la cultura local. Es auténtico, bullicioso, aromático y ruidoso. Hacia el paseo marítimo están los puestos de pescado: filas y filas de besugo, atún, langostinos tigre y pargo rojo. En el extremo noreste del mercado hay un enorme centro de venta ambulante donde puedes degustar todos los platos malayos.

Ir de isla en isla es una actividad popular en KK gracias a su proximidad al Parque Marino Tunku Abdul Rahman, que comprende las islas Sulug, Gaya, Manukan, Sapi y Mamutik. La mayoría están a sólo veinte minutos en barco, y allí puedes hacer snorkel, bucear y tumbarte al sol en sus hermosas playas.

Probablemente la atracción más famosa de Sabah sea el monte Kinabalu, una montaña sagrada situada en las afueras de Kota Kinabalu. Ésta forma parte de la cordillera Crocker y se alza a unos 4.000 metros sobre el nivel del mar. La montaña cuenta con un ecosistema diverso y su gran atractivo es la caminata hasta la cima, desde donde se contemplan unas vistas impresionantes del resto de Sabah. Subir el monte Kinabalu te llevará dos días, por lo que pasarás la noche en la montaña y verás el amanecer en la cima.