El pueblo de La Fortuna es considerado la puerta de acceso al Parque Nacional Volcán Arenal. Con los años la zona ha adquirido un enorme atractivo turístico que ha llevado al pueblo a ampliar su oferta hotelera, gastronómica y comercial.

Sus alrededores se pueden conocer perfectamente en dos o tres días, tiempo ideal para disfrutar de las aguas termales, las diversas rutas dentro del parque y las experiencias que ofrecen las fincas chocolateras.

La mejor época para visitar el pueblo de La Fortuna es entre enero y abril, pues son los meses con menores probabilidades de lluvia. 

Las temperaturas máximas de La Fortuna borden los 30°C durante todo el año, siendo febrero, marzo y abril los meses más calurosos. Sin embargo, la temporada lluviosa es bastante extensa, transcurriendo principalmente entre mayo y diciembre.

Si bien La Fortuna no cuenta con una gastronomía propia, en el pueblo sí es posible disfrutar de los platos típicos de Costa Rica, como el gallo pinto, el casado, el chifrijo y las empanadas, en los que los frijoles y el arroz son casi siempre los protagonistas.

El pueblo es bastante pequeño, pero la mayoría de los restaurantes se encuentran en la calle principal y las vías aledañas. Parrilladas, comida local, pizzas, hamburguesas, cocina peruana y productos del mar es parte de la oferta gastronómica.

No hay duda de que muchos de quienes llegan a La Fortuna lo hacen atraídos por las aguas termales. Éstas se originan por la actividad subterránea del volcán Arenal, generando pozones de aguas cristalinas de hasta 40°C, con infinitas propiedades terapéuticas. En el camino entre el pueblo y el acceso al volcán existen numerosas opciones de balnearios termales, desde los más simples hasta los más lujosos.

Otro excelente panorama es caminar por los senderos del Parque Nacional Volcán Arenal. Éste hizo su última erupción en 1992, dejando a su paso caminos de lava solidificada por los que hoy se puede transitar entre medio del bosque lluvioso. El recorrido pasa por cascadas y espectaculares puentes colgantes, pudiendo ver animales como monos, perezosos, aves y reptiles. Finalmente, también está la opción de hacer canopy, lanzándose por las tirolesas que pasan sobre los hermosos paisajes del bosque.

Desde el pueblo también se puede partir rumbo a la catarata del río Fortuna, ubicada dentro del parque. Para llegar a ella hay que pasar por un camino con 530 escalones a través del bosque lluvioso que conducen a un mirador con vistas hacia esta cascada de 70 metros de altura; quienes quieran, incluso pueden darse un baño en el río con este espectacular paisaje de fondo. Siguiendo por ese camino se puede acceder al volcán Chato, cuyo gran atractivo es la laguna ubicada en su cráter extinto.

En los alrededores de La Fortuna existen numerosas fincas de chocolate que ofrecen entretenidos tours para conocer su proceso de producción y elaboración. Opciones hay muchas, pero en general todas permiten ver de cerca cómo el cacao se convierte en chocolate, pudiendo al final degustarlo en sus diversas preparaciones.