La mejor época para visitar La Serena es entre noviembre y marzo, pues sus temperaturas son agradables y permiten disfrutar de sus exquisitas playas. Eso sí, estos meses suelen coincidir con la temporada alta turística.

La Serena tiene un clima desértico, con temperaturas no muy altas a lo largo del año y pocas lluvias. Su cercanía con el mar hace que los días nublados sean muy comunes. Durante el verano las máximas suelen alcanzar los 23°C, mientras que en invierno bordean los 16°C.

La Serena concentra lo mejor de su gastronomía en el centro de la ciudad, con restaurantes de comida local e internacional. No hay que dejar pasar las deliciosas papayas, la fruta más típica de la ciudad, preparada de diversas maneras.

Si existe un ícono serenense, ese es el Faro Monumental. Fue construido a mediados del siglo XX y desde entonces es visitado por innumerables turistas diariamente, que llegan a él a disfrutar de las hermosas vistas hacia el mar. El faro se ubica en plena Avenida del Mar, la enorme costanera que recorre seis kilómetros, pasando por las doce playas de La Serena de norte a sur. Todas ellas son perfectas para pasar los días de verano, con chiringuitos y puestos para comer sin tener que moverse.

Hacia el centro de la ciudad se encuentra el mercado de La Recova, el centro comercial turístico más importante de La Serena. Además de ofrecer diversas artesanías, este lugar es el paraíso para los amantes de la papaya, pues sus comerciantes se han encargado de venderla confitada o en forma de conservas, gomitas,  mermelada, jugo, chocolate, tortas, etcétera.

Por las noches, desde La Serena se pueden admirar las luces de la Cruz del Tercer Milenio, ubicada en Coquimbo. De día es posible conocerla de cerca, asombrando a todos con su enorme estructura de 83 metros de altura que vigila las ciudades de la región.

Hacia el sur se encuentra la espectacular playa de Totoralillo, conocida por sus aguas de color turquesa. Le siguen pequeños balnearios como Guanaquero, Puerto Velero y Tongoy.