Blog
Expan Pro Blog
Austria

Linz

Linz
Linz, en el noreste de Austria, es una ciudad que no sólo conserva sus tradiciones, sino que promueve activamente su patrimonio cultural y lo combina con una gran faceta cultural, que incluye desde música clásica hasta arte moderno e impresionante arquitectura.

A orillas del Danubio, Linz es la tercera ciudad más grande del país. La gran combinación de edificios históricos, arquitectura, amplias zonas verdes e innovaciones modernas hacen que Linz tenga tanto que ofrecer como ciudades austríacas de tan alto rango como Viena y Salzburgo. Además, desde 2014 forma parte de la red de Ciudades Creativas de la UNESCO, lo que queda patente en la gran variedad de museos que se pueden visitar.

Cuándo ir

Los mejores momentos para visitar Linz son las estaciones intermedias y, en particular, los meses de mayo, junio y septiembre, cuando las temperaturas durante el día son agradables, con máximas de 20 °C en promedio. Lleva un suéter o una chaqueta para la noche de todas formas. En julio y agosto hace calor, aunque sin excesos, por lo que si puedes viajar en esta época, no dudes en hacerlo.

Clima

El clima de Linz es continental, con inviernos fríos y veranos bastante calurosos. En otoño y primavera, y a veces incluso en invierno, el fuerte viento foehn puede soplar desde Los Alpes. El invierno es frío y gris, con nevadas frecuentes aunque no abundantes; las temperaturas oscilan entre los -3 °C y los 5 °C en promedio, pudiendo haber olas de frío en que baje hasta los -10 °C. En verano, en cambio, las temperaturas son generalmente agradables y adecuadas para las actividades al aire libre, con máximas que pueden superar los 33 °C. A veces puede haber lluvias y tormentas eléctricas; de junio a agosto son los meses más lluviosos.

Gastronomía

Linz es famosa por la tarta de Linz, considerada la más antigua del mundo, cuya primera receta se remonta a 1653. Consiste en una masa quebradiza con frutos secos y canela, rellena con mermelada de grosella, frambuesa o de damasco, y rematada con un enrejado de la misma masa. Suele servirse caliente, acompañada de crema. En los muchos cafés o pastelerías del centro podrás disfrutar de esta tarta tradicional, además de panecillos de nueces y semillas de amapola y varios tipos de strudel.

Los restaurantes más interesantes especializados en cocina regional se encuentran cerca de Marketplatz, Hauptplatz y también en Pöstlingberg, donde podrás probar el schnitzel -la escalopa vienesa que se prepara con carne de cerdo o ternera y se sirve con verduras-, el goulash -un estofado de carne, cebolla y pimentón- o el knödel, una especie de albóndiga cuya masa y relleno varía, pero se caracteriza por ser hervida.

También encontrarás opciones de comida asiática, europea y americana en el centro de la ciudad.

Qué ver

Como en muchas ciudades de Europa, el recorrido por Linz puede comenzar en Hauptplatz, la plaza principal, un impresionante espacio abierto que se extiende desde Klosterstrabe hasta prácticamente la orilla del río Danubio. En el pasado allí se celebraban los mercados, y hoy es un lugar donde admirar la elegante arquitectura o sentarse en uno de los cafés y observar a la gente. En el centro de la plaza destaca la columna de la Santísima Trinidad, un pilar de 20 metros de altura construido en 1723, que recuerda a todos los fallecidos por la peste. Uno de los edificios que destaca en la plaza es el Landhaus o antiguo Ayuntamiento, uno de los más bonitos de Linz, con un patio interior tan bello como histórico.

La catedral de San Ignacio, conocida como Antigua Catedral desde la construcción de la nueva, se alza orgullosa cerca de la plaza Hauptplatz. Construida por los jesuitas en 1669 con el característico estilo barroco de la zona, sobresale por encima de los tejados de los edificios. Aunque el exterior no es tan suntuoso como el de otras catedrales europeas, el interior de la iglesia tiene un púlpito y un coro de madera ornamentado, muchas columnas de mármol rosa y un altar mayor con pinturas religiosas.

A unas calles de distancia se encuentra la Catedral Nueva, que contrasta con su estilo neogótico y sus dimensiones gigantescas, convirtiéndose en la iglesia más grande de Austria, con capacidad para albergar hasta 20.000 personas. En su interior podrás admirar la Ventana de Linz, en la que se puede ver la historia de la ciudad con gran detalle y colorido. Debido a todas las ventanas de la catedral, hay abundante luz y todo el recinto tiene un resplandor cálido. Para coronar el recorrido, desde lo alto de la torre hay unas vistas sensacionales de Linz.

Pöstlingberg, ubicada en el norte de la ciudad sobre una colina de más de 500 metros de altura, es un sitio al que fácilmente puedes dedicarle medio día. En la cima se encuentra la Basílica de la Peregrinación, un pequeño parque temático, el mirador ubicado en una antigua fortaleza y varios restaurantes y cafeterías. Puedes llegar con el antiguo y sublime ferrocarril Pöstlingbergbahn, que serpentea por la empinada pendiente hasta la cima. El viaje, además de divertido, te regala una vista privilegiada del paisaje urbano de Linz y sus alrededores.

Para combinar museos e historia, el antiguo castillo de Linz, construido con el objetivo de defender la ciudad, alberga el Museo Histórico o Schlossmuseum, uno de los mayores de Austria. Las exposiciones son muy variadas, incluyendo desde biología hasta una sección geológica, pasando por fotografía, documentos, objetos y todo tipo de obras que sirven para recordar la historia de Alta Austria, región a la que pertenece la ciudad de Linz.

Otro museo interesante es el Lentos Art Museum, con una deslumbrante fachada de cristal que se ilumina de noche. Además, alberga una asombrosa variedad de obras de arte que van desde el modernismo clásico al del siglo XIX, y el expresionismo de los años 20. Destaca también el Ars Electronica Center, conocido como el Museo del Futuro, con exposiciones relacionadas a todos los campos de la tecnología, y el Mural Harbour, una galería dedicada a los grafitis.

Luego de tanta belleza, toca un poco de historia. Por desgracia, en varias partes de Europa quedan restos de los campos que los nazis construyeron durante la Segunda Guerra Mundial. Al este de Linz se encuentra el memorial y museo de Mauthausen. Anteriormente un campo de concentración, el Mauthausen fue, junto al de Auschwitz, uno de los lugares donde se vivieron algunos de los momentos más grises de la historia, que se calcula tuvo 300.000 víctimas.

Estando a las orillas del río Danubio, uno de los más largos de Europa, dar un paseo en barco para admirar la ciudad desde una perspectiva diferente puede ser una excelente forma de cerrar tu visita a Linz. Hay variadas opciones, desde paseos cortos por el río y el puerto que duran una hora y media, hasta excursiones de medio día a Viena.

Galería de imágenes

Mapa

Actividades