Maguncia
Situada en el suroeste alemán, a orillas del río Rin, Maguncia te invita a visitar el museo dedicado a Gutenberg, pasear entre templos y deleitarte con las pintorescas casas de Kirschgarten, con paradas para probar cerveza y comidas alemanas.
Sus orígenes se remontan a una antigua fortaleza romana llamada Mogontiacum, construida entre los años 13 y 12 a.C. A lo largo de toda su historia estuvo ocupada por distintos pueblos como los alamanes, los sajones, los hunos y los francos, entre muchos otros. Durante la primera etapa de la Edad Media fue un importante centro de cristianización. Actualmente alberga una de las universidades más reconocidas de Alemania, la Universidad Johannes Gutenberg y, de esta manera, su amplia población estudiantil se mimetiza con su antiguo patrimonio y sus más de dos mil años de historia.
Maguncia tiene múltiples facetas que podrás conocer en tu viaje a través de la agitada historia de la ciudad, sus pulmones verdes y cultura.
Cuándo ir
La mejor para recorrer Maguncia va de junio a mediados de septiembre, cuando las temperaturas son más cálidas. Los festejos de carnaval tienen lugar en febrero y son, sin duda, uno de sus grandes atractivos turísticos, por lo que será cuestión de llevar buen abrigo si no quieres perdértelos.
Clima
El verano en Maguncia, de junio a septiembre, suele ser despejado o parcialmente nublado, con temperaturas promedio entre 13 °C y 24 °C. Los meses más cálidos son julio y agosto, con una máxima que puede alcanzar los 26 °C. Durante el invierno, de diciembre a marzo, la temperatura máxima promedia los 8 °C. El mes más frío es enero, con mínimas de -1 °C y máximas de 4 °C.
Si bien llueve durante todo el año, la época con mayor cantidad de precipitaciones es de mayo a agosto, y de diciembre a mediados de enero. El mes más lluvioso es junio, mientras que la temporada de nieve se extiende desde mediados de diciembre a fines de enero.
Gastronomía
Si bien las épocas de escasez que le han tocado pasar a la región han quedado muy lejanas en el tiempo, su cocina aún conserva el espíritu de aprovechamiento de todos los ingredientes. Es por esto que puedes encontrar platos como el Pfälzer Saumagen, estómago de cerdo relleno con restos de otras carnes, papa y verduras, condimentado con pimienta y nuez moscada, o el Lewwerknepp, una especie de albóndiga hecha con hígado de vacuno, pan duro y perejil . Otro plato característico que puedes encontrar en cualquier lugar de tapas es el Weck Worscht un Woi: pan, salchicha y vino blanco.
Por otra parte, la región del Palatinado, donde se encuentra Maguncia, es una de las zonas vitivinícolas con denominación de origen más importantes de Alemania, por lo que acompañar tus comidas con una copa de vino es una buena opción. La variedad riesling, una cepa blanca, es una de las más conocidas, de la que se obtienen vinos normalmente secos y de cuerpo medio.
En los alrededores del casco histórico puedes encontrar una gran variedad de restaurantes no solo de cocina local, sino también de muchos otros países como India, México, Japón e Italia.
Qué hacer
Maguncia es una ciudad repleta de sitios interesantes, y el Museo de Johannes Gutenberg encabeza la lista. La exposición permanente presenta dos copias de la famosa Biblia de Gutenberg, además de una importante colección de herramientas de impresión, máquinas de escribir e imprentas de distintos siglos, que ayudan a reconstruir la historia del libro y de la escritura a lo largo del tiempo. Además, el museo cuenta con secciones dedicadas a la historia del periódico y la prensa, el desarrollo de la escritura y la creación del papel, con testimonios provenientes de China, Corea y Japón, y otros de origen egipcio e islámico.
Enfrente se encuentra la imponente catedral de Maguncia o de San Martín, un verdadero ejemplo de la arquitectura románica que se puede reconocer desde lejos debido al característico color rosado de la arenisca con la que fue construida, al igual que tantos otros edificios de la ciudad . Su construcción comenzó en el año 975, pero se incendió casualmente el día de su consagración, y recién en 1037 finalizó su reconstrucción. En su interior alberga el Museo Diocesano de Maguncia, que también puedes visitar para conocer más sobre su historia.
Otro edificio de carácter religioso es la iglesia de San Esteban, de estilo gótico. Su interior permanece en la penumbra para poder apreciar las increíbles vidrieras creadas por el artista Marc Chagall. Representan distintas escenas del Antiguo y Nuevo Testamento, en diferentes tonos de azul, y brindan una bellísima experiencia visual.
Dentro del casco histórico también se encuentra la plaza del Mercado donde, a su vez, se haya la fuente del Mercado, una fuente renacentista donada en 1526 por el arzobispo de Maguncia a la ciudad. Allí se despliega el mercado semanal que vende productos regionales, un excelente sitio donde apreciar la vida cotidiana de sus habitantes. Desde este punto puedes caminar hasta el puente Teodhor-Heuss que cruza el río Rin y conecta, a su vez, el estado de Renania-Palatinado con el de Hesse. Allí podrás apreciar una de las mejores vistas de la ciudad.
Por último, otro de sus mayores atractivos turísticos es el famoso carnaval de Maguncia. Surgió como una forma de burla o protesta hacia las tropas francesas que se encontraron en la ciudad a principios del siglo XIX, y al día hoy conserva ese espíritu de crítica hacia diferentes hechos políticos. Durante una semana, a mediados de febrero, se realizan numerosos desfiles acompañados de elaborados disfraces, música y comidas típicas.