Manila
Manila, la capital de Filipinas, es la ciudad que más lugares y monumentos históricos reúne en el país y, por tanto, es en ella donde podrás aprender sobre el pasado y las raíces que unen a este país con España y América Latina.
Filipinas es un archipiélago alejado del continente asiático no sólo geográficamente, sino también en términos culturales. El dominio español de 350 años dejó huellas en un arraigado catolicismo y una gastronomía particular. Por otro lado, los centros comerciales, las cadenas de comida rápida y la difusión del inglés son fruto de la posterior llegada de los estadounidenses. A pesar de estas influencias, Filipinas ha mantenido su propia identidad, por lo que este país es un destino único en un viaje por el Sudeste Asiático, y Manila es el principal sitio donde podrás palparlo.
Cuándo ir
La mejor época para visitar Manila es durante la época seca, de diciembre a abril, cuando el clima es fresco y agradable.
Clima
El clima de Manila es tropical, con una estación seca de enero a abril, y una lluviosa de mayo a diciembre. El invierno, de diciembre a febrero, es el período más fresco, aunque la temperatura rara vez cae por debajo de los 20 °C. Abril y mayo son los meses más calurosos, justo antes de las lluvias, cuando la temperatura puede alcanzar los 37 °C. Durante el período lluvioso, de junio a octubre, la temperatura promedio ronda los 32 °C.
Gastronomía
La ventaja de Manila en cuanto a la comida es la variedad de culturas que conforman el país, así como las diferentes influencias históricas que ha tenido, lo que se refleja en su gastronomía: encontrarás tanto comida filipina como tailandesa, japonesa, china, vietnamita y española, y todas las mezclas que surgieron entre ellas.
En Manila no vas a encontrar mercados de comida como en otros lugares de Asia, pero eso no quita que haya comida callejera, con platos como el pancit (fideos de arroz o de huevo, salteados con verduras), el sísig (carne de cerdo servida con picante y una especie de naranja ácida), el adobo (carne adobada) o el famoso balut (el huevo de pato fertilizado).
En el barrio de Makati encontrarás buenos restaurantes, como el JT'S Manukan Grille (con locales en varias zonas de Manila) que se especializa en comida al estilo inasal, es decir, a la brasa y marinada, o Mesa, donde encontrarás los clásicos filipinos servidos en un ambiente agradable, con terraza y deliciosos batidos de mango verde. En la zona de Padre Faura no te puedes perder el restaurante Kamayan, donde podrás comer auténtica comida filipina con las manos.
Si quieres comer pescado y marisco, en el Seafood Market destacan los calamares rellenos y los isda (platos en base a pescados) y el Harbour View, en la Bahía de Manila. También puedes ir al Mercado de Parañaque y comprar tu propia comida (pescado, principalmente) y llevarla a alguno de los restaurantes que hay cerca para que la cocinen.
Qué ver
Tu visita por Manila puede comenzar en Intramuros, el distrito amurallado donde se situó la capital de la colonia española en 1571, y seguramente la parte más interesante de la ciudad, con edificios de importancia histórica, restaurantes y tiendas de artesanía y souvenirs. Algunos sitios que verás son el Fuerte de Santiago, que depende de la cárcel para José Rizal, el héroe nacional filipino, antes de que fuera ejecutados en 1896; la catedral de Manila, construida en el siglo XVI en palma, madera y bambú; la iglesia de San Agustín, un verdadero tesoro del barroco español declarado Patrimonio de la Humanidad; la Casa Manila, uno de los pocos edificios coloniales que quedaron en pie tras la Segunda Guerra Mundial, y una típica bahay na bato (casa de piedra en tagalo ), las casas de clase media durante ese período.
Cuando salgas de Intramuros estarás en el Parque Rizal. También conocido como Luneta, verás muchas familias locales haciendo un picnic. Aquí fue donde se ejecutó a José Rizal, y hoy se alza el monumento en honor a él. Si sigues caminando hacia el mar darás con el Baywalk o Roxas Boulevard, el malecón de Manila, especialmente animado al atardecer.
En la ciudad podrás ver el Chinatown más antiguo del mundo por fuera de China, donde shubo no solo los sangleys (filipinos con ascendencia china), sino también españoles, americanos y japoneses, lo que dio lugar a uno de los barrios más importantes de Filipinas. Lo mejor es comenzar por Escolta Street, una de las calles con más importancia histórica y con algunos de los edificios más lujosos de la ciudad, seguir hacia la iglesia de Santa Cruz, luego caminar por la Ongpin Street -donde encontrarás tiendas de oro y jade, puestos de dumpling y templos budistas (Kuang Kong es el más conocido)- y contemplar el Arch of Good Will, el arco típico que verás en todos los Chinatown del mundo.
Para alejarte de lo más típico, Quiapo es uno de los distritos más interesantes. Allí verás la Quiapo Church, donde se encuentra el Nazareno Negro o el Cristo Negro de Manila, una talla de México de 1606 que goza de una gran devoción. En la plaza Miranda hay muchos puestos de amuletos. Si caminas por la calle Hidalgo podrás contemplar casas antiguas como la Casa Zamora, la Casa Padilla o la Casa Paterno.
Otro distrito al que ir es Makati, esta vez para visitar centros comerciales como Greenbelt y Glorietta, o el Ayala Triangle, un parque con cafeterías y restaurantes con terrazas para contemplar los rascacielos. También hay bares y discotecas.