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Meteora

Meteora
Meteora es una región montañosa ubicada en el centro de Grecia, cerca de la ciudad de Kalambaka. Es conocido por sus impresionantes formaciones rocosas y los monasterios construidos sobre ellas, que se han convertido en un importante destino turístico y religioso en Grecia.

Las formaciones rocosas de Meteora se formaron hace millones de años debido a la erosión y la actividad tectónica. Son únicas en el mundo y fueron declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1988. Por sí mismas son ineludibles y, si a eso le sumamos que están coronadas milimétricamente por monasterios bizantinos, el espectáculo es impresionante.

Además de visitar los monasterios, Meteora ofrece un hermoso paisaje para senderistas y escaladores, con cuevas y cascadas en la zona que vale la pena visitar.

Cuándo ir

La mejor época para visitar Meteora es en primavera y otoño, cuando el clima es más fresco y agradable, y hay menos turistas que durante el verano. Sin embargo, los monasterios y la zona de Meteora son una atracción popular durante todo el año.

Clima

El clima de Meteora es mediterráneo, con veranos calurosos y secos, e inviernos suaves y húmedos. En verano las temperaturas pueden alcanzar los 30°C, mientras que en invierno pueden bajar a 0°C y, en ocasiones, es posible que nieve.

Gastronomía

En los monasterios apenas hay infraestructura. Todas las opciones de restaurantes se encuentran en la ciudad de Kalambaka y el pueblo de Kastraki, donde podrás probar platos tradicionales como la moussaka (berenjenas, carne picada, tomate y bechamel, que se cocina en el horno), el souvlaki (brochetas de carne, pollo o cerdo a la parrilla, servidas con pan pita y salsa tzatziki), el saganaki (queso feta rebozado y frito), la spanakopita (una especie de empanada rellena de espinacas y queso feta) o las dolmades (hojas de parra rellenas de arroz y hierbas).

También es común encontrar platos de pescado fresco, ensaladas y postres tradicionales como la baklava (hojaldre con nueces y miel) y las loukoumades (bolitas de masa fritas bañadas en miel y canela). Además, puedes probar algunos vinos locales de la región de Tesalia, que son famosos por sus viñedos y bodegas.

La mayoría de los restaurantes en Meteora ofrecen opciones vegetarianas y veganas, y muchos utilizan ingredientes locales y orgánicos.

Qué ver

Ya en el siglo XI, Meteora se conocía por ser el lugar en el que los ermitaños se retiraron en sus muchas cuevas, pero no fue hasta después de las incursiones turcas, durante el siglo XIV, cuando los monjes tuvieron que empezar a buscar refugios más seguros, iniciando así la construcción de los monasterios de Meteora en lo alto de las rocas, a los que únicamente se podía acceder por cuerdas y escaleras desmontables. Se construyeron 24 monasterios, aunque actualmente solo quedan seis en pie abiertos al público. Los monasterios están decorados con frescos y objetos religiosos antiguos, y ofrecen impresionantes vistas del paisaje.

La moderna ciudad de Kalambaka y el pueblo de Kastraki actúan como puerta de entrada a la ruta que recorre los monasterios de Meteora. El primero que te toparás será Moni Agia Nikolau, a poco más de 1 kilómetro de Kastraki. Se accede por unas empinadas escaleras de piedra y su pequeña iglesia, excavada en la roca, alberga excepcionales frescos pintados por el monje cretense Theophanes Strelizas, entre los que destaca una magnífica representación de El nombramiento de los animales por Adán en el Paraíso.

Moni Megalou Meteorou o el gran monasterio de Meteora, es el más conocido. Ubicado en la roca más alta de Meteora, a más de 600 metros sobre el nivel del mar, fue fundado por San Atanasio y se convirtió en el más rico de los monasterios después de que el emperador serbio Simeón Uroš le donara sus riquezas. Puedes contemplar la iglesia coronada por una cúpula de 12 lados, y la cocina del siglo XVI que permanece inalterada, además de un museo dedicado a la lucha por la independencia griega y a la Segunda Guerra Mundial.

En la parte baja del gran monasterio, desde donde hay unas vistas espectaculares, se encuentra Moni Vaarlam, en el que destacan varios frescos en su interior. Moni Varlaam fue ocupado por primera vez por el ermitaño Varlaam hacia 1350. En la actualidad destaca por un pequeño museo de historia monástica, un cesto de cuerda original del tipo que se perdió hasta la década de 1930 para transportar a los monjes y las provisiones, y unos magníficos frescos bizantinos tardíos de Frangos Kastellanos. Más allá de los edificios, se llega a una terraza amurallada y pavimentada en lo alto de un acantilado, con unas vistas espectaculares.

Moni Agias Varvaras Rousanou, al que se accede a través de un estrecho puente de madera, es conocido por la pequeña comunidad de monjas que atiende a los visitantes, utilizando su mermelada y miel. El monasterio tiene una hermosa capilla iluminada por vidrieras, y alberga magníficos frescos. Las vistas de los alrededores son espectaculares.

Moni Agias Triados debe ser, tal vez, el monasterio más espectacular a nivel fotográfico, sobre todo desde la carretera de acceso. Conocido también por haber salido en la película Sólo para tus ojos de James Bond, el acceso es el más remoto y uno de los más agotadores, ya que debes seguir una larga escalinata para llegar al monasterio.

Moni Agiou Stefanou, por su parte, es el último de los monasterios en la ruta, donde se encuentra el impresionante bordado en el que se puede ver a Cristo en su ataúd. Sufrió daños considerables durante y después de la Segunda Guerra Mundial, y es menos interesante arquitectónicamente que sus vecinos. Sin embargo, cuenta con un excelente museo de tesoros eclesiásticos ,y el iconógrafo griego Vlassios Tsotsonis ha repintado la iglesia con espléndidos murales. Además, su amplio estacionamiento y la ausencia de escaleras lo hace de muy fácil acceso.

Para una pausa panorámica mientras se visitan los monasterios, hay varios miradores a lo largo de los diez kilómetros de ruta. Desde todos ellos tendrás hermosas vistas de Meteora, por lo que vale la pena detenerse unos minutos.

Ten en cuenta, al momento de planear tu viaje, que los monasterios tienen horarios y días de cierre distintos. Además, es necesario vestir de forma adecuada para poder realizar la visita: polera de manga corta y pantalón que cubra las rodillas. Para las mujeres, además, es obligatorio el uso de falda en caso de que la camiseta no cubra lo suficiente o el pantalón sea muy ajustado. En los mismos monasterios te facilitan una especie de falda en caso de que no cumplas con la normativa.

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