Montreal
Montreal cuenta con una gran influencia europea, además de ser la capital económica de la provincia de Quebéc. Impresionantes edificios arquitectónicos, áreas verdes para descansar y deliciosa gastronomía hacen de esta ciudad un imperdible en Norteamérica.
Además, Montreal es un destino ideal para combinar con otros sitios como Quebéc y Ottawa. Pero también es una ciudad perfecta para una escapada de al menos unos tres días o más.
Cuándo ir
La mejor época para visitar Montreal son entre diciembre y febrero (invierno) y los meses de junio a agosto (verano). Recorrer la ciudad en la época de Navidad te transportará a tu infancia con sus luces y mercados navideños, mientras que en verano se puede practicar deportes acuáticos y aprovechar su buen clima. Sin embargo, es un destino que se puede visitar todo el año puesto que cada temporada tiene su propio encanto. Para un punto medio, entre mayo y octubre es lo recomendado.
Clima
Montreal tiene un clima continental, que se caracteriza por las grandes diferencias entre invierno y verano. Durante los días fríos, la temperatura puede llegar a grados bajo cero, mientras que en verano tiene un promedio de 20°C.
Gastronomía
La poutine es el plato más famoso en la gastronomía de Montreal y otras zonas de Canadá, que consiste en una base de papas fritas con salsa de carne y queso. También destacan el pastrami o carne ahumada, el tourtiere -pastel de papas con carne- y, por último, los famosos bagels.
En la zona de la Vieux Montreal existe una amplia oferta gastronómica, así como también en la Rue Sainte Catherine, donde se encuentran pubs y sitios de entretención. Otras zonas muy visitadas por los turistas son el Mercado de Bonsecours y Gay Village, ambas con alternativas para todos los gustos.
Qué ver
La Torre del Reloj es uno de los lugares más icónicos de Montreal, cuya construcción data de 1922 como conmemoración a los marineros canadienses que perdieron la vida durante la Primera Guerra Mundial. En sus cercanías, está la Grande Roue de Montreal, una gigantesca rueda de 60 metros de altura con increíbles vistas.
A sólo unas cuadras se sitúa la zona de Vieux Montreal, centro histórico cuyas callecitas de adoquín son perfectas para recorrer a pie y disfrutar las vistas hacia el río St. Laurent. Algunos de sus puntos de interés turísticos son la Place d’Armes, el Vieux Port o la Rue Saint Paul.
Recorrer a pie es una de las mejores formas de descubrir la vida local y sus rincones más ocultos. Pasea por la Rue St. Paul, una de las más antiguas de Montreal, inaugurada en 1673 con sus calles empedradas y edificios que te transportarán a Europa en un instante.
Otro de los imperdibles en el distrito de Ville-Marie es la Basílica de Notre-Dame, inspirada en el clásico templo parisino gracias a sus raíces francesas. Un poco más alejado está St. Joseph’s Oratory, la iglesia más grande de Canadá, con una impresionante cúpula de casi 100 metros de altura.
Para tener una visión completa de la ciudad, lo mejor es subir la colina del Mont Royal hasta su mirador, además de recorrer uno de los más hermosos parques urbanos de Montreal. A pocas cuadras, en la zona de Downtown, se encuentra el Museo de Bellas Artes, que cuenta con una gran variedad de exposiciones para descubrir de cerca la cultura canadiense, y también la Barbie Expo, galería dedicada a la famosa muñeca.
Otros lugares turísticos de la ciudad son las islas de Sainte Helene y Notre Dame, que conforman el Parque Jean Drapeau. Un lugar perfecto para disfrutar una tarde al aire libre, ir a su parque de atracciones o bañarse en la playa artificial de la isla Sainte Helene.
Para quienes aman el deporte, un imperdible es ver algún partido de los Canadiens de Montreal, equipo profesional de hockey sobre hielo, cuya temporada va desde octubre a abril. También pueden pasar por el Estadio Olímpico de Montreal, que tiene increíbles vistas de la ciudad desde su torre o visitar el circuito urbano de Fórmula 1 Gilles-Villeneuve.
Y, para moverse de un sitio a otro durante las gélidas temperaturas de invierno, se recomienda ingresar a los resos o pasadizos subterráneos. Son más de 32 kilómetros de corredores, con una gran cantidad de tiendas y puestos de comida.