Brasil

Morro de São Paulo

Morro de Sao Paulo es, prácticamente, el destino obligatorio para quienes inician sus vacaciones en Salvador de Bahía. Ubicada al norte de la isla de Tinharé, esta pequeña villa encanta por su sencillez y la calidez de su gente, pero sobre todo atrae por sus playas paradisíacas.

Completamente libre de automóviles, Morro tiene de todo: playas hermosas, historia, aventura y vida nocturna, los elementos ideales para unas buenas vacaciones al estilo bahiano.

Cuándo ir

La mejor época para viajar a Morro de Sao Paulo es entre agosto y noviembre, pues hay buen clima, las lluvias no suelen ser torrenciales y hay pocos turistas. Por el contrario, conviene evitar la temporada alta, que va de diciembre a marzo, y la época más lluviosa del año, que se da entre abril y julio.

Clima

En Morro de Sao Paulo siempre hace calor, con temperaturas promedio anuales que alcanzan los 30°C y mínimas que muy rara vez bajan de los 20°C. En cuanto a las lluvias, suele haber precipitaciones durante todo el año, pero es entre abril y julio cuando son más torrenciales, lloviendo durante varios días sin parar.

Gastronomía

Consciente de que recibe a turistas de todo el mundo, el pueblo de Morro Sao Paulo tiene una inmensa variedad de restaurantes que ofrecen comida local e internacional, destacando los sabores italianos, mediterráneos, japoneses y portugueses. Sin embargo, la gastronomía bahiana es la que se gana la preferencia de todos los paladares, ofreciendo preparaciones tradicionales.

Entre las cartas locales destacan platos como el caruru -en base a ocras, cebolla, camarones, castañas de cajú y maní-, el vatapá -un guiso hecho con pan, jengibre, maní, leche de coco y cebolla, que suele acompañarse con camarones o pescado-, la clásica moqueca -un estofado de pescado hecho con verduras y leche de coco- y, por supuesto, el tradicional acarajé, un bollito de frijol molido relleno.

Qué ver

Lo primero que hay que hacer al llegar a Morro de Sao Paulo es ponerse las sandalias y salir a conocer el pueblo. En él no hay autos, por lo que todas las callecitas son peatonales y tranquilas. Vale la pena darse una vuelta por la iglesia de Nossa Senhora da Luz, para luego caminar por el sendero que llega hasta el faro de la ciudad, que ofrece uno de los mejores atardeceres. Lo amantes de la avetura no pueden dejar pasar la experiencia de la tirolesa que, con 340 metros de largo, comienza cerca del faro y termina en la primera playa, mostrando el pueblo desde la mejor perspectiva.

Frente a la segunda playa está la Fortaleza de Tapirandú, cuyas ruinas datan del siglo XVII, cuando fue construido para defender a la Bahía de Todos los Santos. Con sus emblemáticas palmeras, el fuerte regala hermosas vistas al mar, sobre todo cuando cae el sol.

Playas

Morro de Sao Paulo tiene cinco playas principales, cuyos nombres corresponden al orden en que se encuentran de norte a sur: Primera, Segunda, Tercera, Cuarta y Quinta o playa del Encanto.

La dos primeras se encuentran en la villa misma, por lo que suelen ser las más frecuentadas por los viajeros y locales, sobre todo la Segunda, famosa por las fiestas y su vida nocturna; allí, cada noche sube la música de los bares y la entretención puede durar hasta el amanecer. Por su parte, la Tercera playa destaca por su amplitud, con 800 metros de extensión, y desde ella se puede llegar hasta la isla de Caitá, rodeada de corales que la convierten en un spot perfecto para practicar snorkel.

La Cuarta playa se encuentra a sólo 10 minutos caminando desde la Segunda y sus aguas son cálidas y cristalinas, perfectas para hacer snorkel por la variedad de peces que se pueden ver. Sin embargo, la más hermosa es de la ruta tradicional es la Quinta playa, con 1,6 kilómetros de extensión, bordeada por palmeras y mucha vegetación que la convierten en un lugar paradisíaco. Desde allí se puede llegar a otras dos playas que, sin duda, se ganan el podio entre todas las demás: Garapúa y Pratigi. Para llegar a ellas hay que atravesar los manglares, por lo que no es posible hacerlo por cuenta propia. Ambas son inmensamente extensas y tienen aguas turquesas, convirtiéndose en el lugar ideal para pasar un día de máximo relajo.