Mykonos
Con
sus características casitas blancas, los molinos de viento junto al atardecer y
exquisitas playas, Mykonos es una de las islas griegas más visitadas, sobre
todo durante primavera y verano.
Es
una isla pequeña, fácil de recorrer y con innumerables rinconcitos encantadores
para enamorarse.
Cuándo ir
Al
ser un destino de playa, la mejor época para visitar Mykonos es en primavera y
verano, aunque en esta última estación suelen llegar los cruceros, por lo que
la isla se llena de turistas.
Clima
El
clima en Mykonos es de tipo mediterráneo, con veranos bastante calurosos que
superan los 30°C –cuando el agua fluctúa entre los 20 y los 24°C- e inviernos
en los que los termómetros promedian sólo 12°C. Esta última es también la
estación lluviosa, por lo que gran parte del comercio de la ciudad opta por
cerrar en esos meses.
Gastronomía
La
cocina de Mykonos combina lo mejor de los sabores mediterráneos, recibiendo
también influencia turca e italiana. Los platos son frescos y en gran parte de
ellos están presentes ingredientes como el aceite de oliva, los pescados y las
carnes.
Como
en toda Grecia, en Mykonos no puede faltar la mousakka de berenjenas con tomate y carne. Así también, otro
clásico de la isla es el kleftiko,
una pierna de cordero cocinada con verduras al horno de barro. De influencia
italiana, también conviene probar el pastitsio,
hecho con pasta, carne picada, tomate y especias.
De
postre, imposible resistirse a la baklawa,
una masa hojaldrada con harina, mantequilla y sal, rellena con frutos secos
como nueces y pistachos, y bañada con un delicioso almíbar.
Qué ver
Cualquier
visita a Mykonos debe comenzar por Chora, la capital de la isla. Es el clásico
pueblito de casas blancas, buganvilias rosadas y callecitas de piedra que se
viene a la mente cuando uno piensa en las islas griegas. Allí hay que conocer
zonas como Little Venice, con sus casas construidas al borde del mar, y los
molinos de viento que se hayan al lado, ideales para ir a ver la puesta de sol.
Hacia
el norte se encuentra el Antiguo Puerto de Mykonos, que regala hermosas
postales con las coloridas barcas y lanchas de los pescadores, y los pelícanos
deambulando por el sector. Desde allí zarpan también los barcos rumbo a la isla
de Delos, un paseo obligado para conocer el lugar donde habría nacido Apolo.
Antes
de irse de lleno a las playas, hay que destacar Ano Mera, el segundo pueblo más
importante de la isla después de Chora. Si bien es pequeño, es conocido por el
Monasterio de Panagia Tourliani, que vale la pena visitar.
Playas
Las
costas mediterráneas de Mykonos tienen infinitas playas para disfrutar durante
varios días. Al norte se encuentra Panormos, muy larga y con pocos turistas. El
panorama es similar en Agios Sostis, muy auténtica y tranquila.
En
cambio, Paraga es para quienes buscan una playa más movida, pues está
flanqueada por elegantes restaurantes frente al mar. Asimismo, Paradise y Super
Paradise son dos playas muy cercanas entre sí, donde la fiesta está a la orden
del día.
Al
sureste se halla Kalafati, muy amplia y tranquila, con hamacas para los
visitantes. Famosa es también Platys Gialos, que en verano se llena de turistas
y locales. Agios Stephanos, en cambio, es la playa cercana al puerto en el cual
recalan los cruceros.
Para
quienes viajan en familia, una buena playa es Elia, pero si la idea es buscar
una con menos personas, Agrari es la indicada, aunque el acceso no es de lo más
fácil. Finalmente, Psarou es “la playa de los famosos”, por lo que puede estar
a veces algo llena de gente.