Nueva Orleans
Nueva
Orleans es conocida por su vida nocturna, sus festivales, su música y su
cocina. Esta ciudad cosmopolita es fruto de una historia atravesada por la
colonización francesa y española, la adquisición por parte de Estados Unidos y
el comercio de esclavos africanos, así como la inmigración de criollos
caribeños.
Un
destino ideal para viajar en pareja o con amigos, para dejarse llevar por su
ritmo y sus propuestas.
Cuándo ir
La
primavera, entre marzo y mayo, y el otoño, de septiembre a noviembre, son las
mejores épocas para visitar Nueva Orleans. En primavera
es la temporada de festivales, y una de las épocas más lindas para visitar la
ciudad, con temperaturas cálidas, muchas flores y lluvias ocasionales. El
otoño, por su parte, trae temperaturas más frescas, y es el momento con más
actividades del año, con festivales, deportes y variedad de eventos.
Clima
Nueva
Orleans presenta clima subtropical, con inviernos que se sienten fríos debido a
la humedad y veranos largos, calurosos, húmedos y tormentosos.
La temperatura máxima en el verano puede superar los 34°C, mientras que la
mínima promedio en invierno es de 8°C. Entre junio
y noviembre es la temporada de huracanes, que son una amenaza grave para la zona.
Gastronomía
La cocina de Nueva Orleans le ha dado fama. La comida de mar ocupa un
rol central. Entre sus platos típicos se pueden encontrar los crawfish o cangrejillos
de agua dulce, el Po'boy (un sándwich en pan baguette relleno de mariscos o
pescado frito, lechuga, tomate y pepinos), los camarones y las ostras del
golfo, y diferentes platos de raíces criollas como el arroz con porotos rojos, el
étouffée de cangrejo, la jambala y el bowl de gumbo, hechos a base de arroz y
productos de mar.
Qué ver
Aunque Nueva Orleans sea conocida por su música, la ciudad también tiene
un lado histórico y natural que merece ser conocido.
El barrio
francés (conocido localmente como «el Barrio» o Vieux Carré), data de
épocas francesas y españolas, y alberga hoteles, bares y discotecas. Algunos
lugares emblemáticos en el barrio son la calle Bourbon, la plaza Jackson, la
catedral de San Luis, el Cementerio de San Luis, el Mercado Francés, el
Preservation Hall y el Museo Histórico del Vudú de Nueva Orleans.
En los alrededores de la ciudad hay humedales y pantanos. Honey Island Swamp, el Pantano de la Isla de Miel, es uno de los pantanos fluviales menos alterados del país, que permite navegar entre cipreses y una gran cantidad de vida silvestre como caimanes, jabalíes, osos negros, mapaches, nutrias y docenas de especies de aves migratorias. El Jean Lafitte National Historical Park and Preserve, por su parte, es un parque con senderos y recorridos en canoa a través de bosques, pantanos y ciénagas, el campo de batalla donde tomó lugar la Batalla de Nueva Orleans, un cementerio y centros culturales. Ambos se encuentran muy cerca de la ciudad.
Festivales y música
En Nueva Orleans se celebra la historia de la ciudad y su patrimonio
cultural, su belleza, sus creaciones artísticas y culinarias, su música y su
gente. El lema acá es "laissez les bons temps rouler", que los buenos
tiempos
rueden, y eso se nota en los festivales: se disfruta la vida y se festeja
semanalmente. El más famoso es el Mardi Gras, el carnaval de finales de
invierno famoso por sus desfiles con disfraces y fiestas callejeras.
La música, por su parte, es el corazón diario de la ciudad. Si bien Nueva
Orleans es la cuna del jazz, la riqueza cultural también se vive en la variedad
de estilos musicales: zydeco, cajun, latino, R&B, country, blues, reggae y
rock. En los bares y conciertos, en parques y festivales, en los funerales de
jazz y en las sinfónicas, músicos callejeros y artistas consagrados, de día y
de noche, la música es parte de la identidad de la ciudad.