De cara a las cataratas más caudalosas del mundo, Niágara Falls es una ciudad que ha desarrollado todos sus atractivos en torno a este impresionante panorama natural. Llena de restaurantes y casinos que le dan vida día y noche, un inigualable paseo junto al río y, por sobre todo, las mejores panorámicas de las cataratas, definitivamente este lugar merece una visita.

Niagara Falls se ha convertido en un destino perfecto para combinar con un recorrido por Nueva York o Toronto, dos cercanas e imperdibles ciudades de Estados Unidos y Canadá. 

La mejor época para visitar Niagara Falls es en primavera y otoño, específicamente en los meses de mayo, septiembre, octubre y noviembre. Durante el invierno las temperaturas suelen bajar de los 0°C, mientras que el verano es temporada alta turística, por lo que los atractivos de la ciudad suelen estar abarrotados de gente.

Niagara Falls presenta un clima muy similar al de Nueva York, con veranos calurosos e inviernos muy fríos en los que la nieve es un panorama muy frecuente. Durante los meses de verano las temperaturas comienzan a subir y sobrepasar los 20°C, alcanzando máximas de hasta 27°C en julio; por el contrario, durante el invierno varían entre los 5°C y los -1°C. Niagara Falls no es una ciudad particularmente lluviosa y las precipitaciones se reparten muy uniformemente durante todo el año.

Al ser una ciudad completamente enfocada en el turismo, Niagara Falls cuenta con opciones gastronómicas pensadas en viajeros de todo el mundo. Comida china, japonesa, americana, marina, italiana, todo lo que se pueda imaginar está disponible. Los restaurantes se concentran en las calles cercanas al Queen Victoria Park y también en los alrededores de los miradores que dan hacia las cataratas, sobre todo en Fallsview Boulevard y Stanley Avenue. 

¿Quién llega a esta ciudad si no es para ver las cataratas del Niágara? Con sólo 51 metros promedio de altura, en ellas caen 2,5 millones de litros de agua por segundo, convirtiéndose así en las cascadas más caudalosas del mundo. Dada su geografía, el territorio se divide entre Canadá y Estados Unidos, por lo que cada país cuenta con su propia caída de agua, las American Falls y las Horseshow Falls, respectivamente. 

A pesar de todo, las mejores vistas se tienen desde el lado canadiense y se pueden disfrutar a lo largo de todo Niagara Parkway, desde el Table Rock Welcome Center hasta el Rainbow International Bridge, pasando también por el hermoso Queen Victoria Park. La mejor recomendación es visitarlas de día, para contemplarlas en todo su esplendor, pero también por la noche, cuando las luces se prenden creando un espectáculo totalmente diferente. También existe la opción de navegar por el río Niágara a bordo de un crucero que pasa a sólo metros de las cataratas, entregando una experiencia de adrenalina inigualable. 

En la ciudad de Niagara Falls también existen otros atractivos que vale la pena visitar, aunque bien vale recordar que todo gira en torno a las cataratas. Uno de ellos es la Skylon Tower, una torre de 158 metros de altura ubicada de cara al río, que permite contemplar las caídas de agua y gran parte de la ciudad desde su mirador. En su interior hay, además, algunas tiendas y una zona de comidas. Para tener otra perspectiva de las cataratas es posible subirse al Nigara Skywheel, una enorme rueda de la fortuna que ofrece vistas desde 53,3 metros de altura.

Por otro lado, los amantes de las apuestas y juegos de azar encontrarán su paraíso en Niagara Falls, con decenas de casinos que se concentran en la zona cercana al Arinbow Internacional Bridge.