Oakhurst
Caminatas matutinas entre secuoyas milenarias, tardes de remo en el lago Bass y noches bebiendo cerveza artesanal local, para luego acomodarte y descansar en tu hotel o cabaña. Oakhurst, en California, va a ser tu base favorita para descubrir el Parque Nacional de Yosemite y otras bellezas de los alrededores.
Desde el primer momento, Yosemite te deslumbrará. Es uno de los parques nacionales más emblemáticos de Estados Unidos y el tercero más antiguo, que cautiva con innumerables cascadas, secuoyas que cubren el cielo, lagos cristalinos y paredes rocosas como El Capitán y Half Dome.
Una de las principales ventajas de alojarse en Oakhurst es que está muy cerca de Mariposa Grove, donde se encuentran algunas de las secuoyas gigantes más antiguas de Estados Unidos y, para decirlo todo, del mundo. También es más fácil acceder a los miradores Glacier Point y Taft Point.
Ya sabes, tanto si estás planeando un viaje por California como al Yosemite, Oakhurst es imperdible.
Cuándo ir
La mejor temporada para visitar Oakhurst es de mayo a septiembre. Durante los meses de verano, de junio a agosto, suele ser la época más ajetreada del año. Para evitarlo, lo mejor es ir antes o después, tanto en mayo como en septiembre. A finales de mayo y principios de junio es la mejor época para contemplar las cascadas, caudalosas por la nieve recién derretida, mientras que septiembre ofrece temperaturas más frescas, ideales para el senderismo. Si sólo puedes visitar el lugar en verano, asegúrate de reservar con varios meses de antelación.
Clima
El clima en Oakhurst es de veranos cálidos y secos, mientras que los inviernos son fríos y húmedos. En los meses de verano, de junio a agosto, las temperaturas diurnas promedio oscilan entre los 30 °C y los 35 °C, mientras que por la noche bajan a alrededor de los 15 °C a 20 °C. En el invierno, de diciembre a febrero, las temperaturas oscilan entre los 15 °C de máxima y los 3 °C de mínima, aunque es normal que bajen a 0 °C y que se produzcan nevadas. En el Parque Nacional de Yosemite, mientras más alto estés, más frescas serán las temperaturas.
Gastronomía
Teniendo en cuenta que es una pequeña ciudad de montaña, en Oakhurst hay una cantidad sorprendente de buenos restaurantes, por lo que no tendrás ningún problema en encontrar un buen sitio para comer. En el valle de Yosemite y en el lago Bass también encontrarás excelentes opciones.
Hay comidas para todos los gustos: carnes, sándwiches veganos, quiches, baggels, wraps y también desayunos sustanciosos para empezar el día (como las típicas salchichas y huevos, o las biscuits and gravy), y cerveza artesanal, vino y cócteles, para terminarlo.
Qué ver
Oakhurst tiene hermosos paisajes en los alrededores a los que dedicarles algunos días. Bass Lake, a unos 10 minutos de la ciudad, es un precioso lago enclavado en medio del Sierra National Forest. Hay muchas playas y diferentes actividades que puedes hacer, tantas, que podrías pasar un fin de semana solo all. Una de las opciones más entretenidas es navegar en kayak, desde el que podrás disfrutar de la quietud y la calma del agua y el bosque.
El Lewis Creek Trail, por su parte, es una hermosa excursión matutina, una de las preferidas de los lugareños, que te llevará hasta una impresionante cascada y, si vas durante el otoño, es una ruta fantástica para observar los colores cambiantes.
El Museo Histórico de Fresno Flats es un asentamiento del siglo XIX con casas restauradas, escuelas pequeñísimas de tan solo un aula, una cárcel y más pedacitos de historia de los pioneros del condado de Madera. Si viajas con niños, seguro les encanta. Fresno Flat es el nombre que tuvo Oakhurst desde 1858, cuando se fundó, hasta 1912. Antes de eso, el sitio era un punto de encuentro común para personas de las etnias Miwok, Yokut y Mono antes de la fiebre del oro de California, cuando fueron desplazadas.
Y, por supuesto, no puedes viajar a Oakhurst y no visitar el Parque Nacional de Yosemite, uno de los más emblemáticos del país. Si el tren de Hogwarts existiera en California, sería el Yosemite Mountain Sugar Pineste, en el que recorrerás lentamente durante 40 minutos el bosque, disfrutando de los árboles y de las vistas desde el tren.
Al otro lado de la entrada sur, cerca de Oakhurst, se encuentra Mariposa Grove, un hermoso bosque de secuoyas gigantes. Es el hogar de algunas de las secuoyas gigantes más altas del mundo, simplemente impresionantes de ver en persona. No te pierdas el Gigante Grizzly, que tiene unos 2.000 años, y el árbol túnel, a través del cual puedes caminar.
A unos 15 minutos se encuentra el puente cubierto de Wawona, que data de 1868. Más allá se encuentra el Pioneer Yosemite History Center, una colección de edificios históricos. A media hora de Wawona se encuentran Glacier Point y Taft Point, dos miradores muy famosos con vistas al valle de Yosemite y puntos fotográficos deseados. También hay algunas rutas de senderismo.
Otro mirador es Tunnel View, que domina todo el valle, con El Capitán y Half Dome a lo lejos. Es ideal pasarse por allí por la tarde o cerca del atardecer, cuando el sol a tu espalda inunda el valle de luz.
Desde allí, a unos 15 minutos, está el valle de Yosemite, donde hay hoteles, restaurantes y muchos de los lugares más destacados del parque, como cascadas, lagos y rutas de senderismo. Hay mucho que puedes hacer y entre lo que puedes elegir. Puedes recorrer la ruta Mirror Lake en una hermosa excursión matutina, pasear por las cascadas Lower Yosemite Falls y Bridalveil Falls, tomar una cerveza en Curry Village mientras contemplas la puesta de sol sobre el pico Half Dome, visitar la Capilla de Yosemite o caminar hasta las cascadas Vernal por la ruta Mist Falls Trail.