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Oaxaca

Oaxaca

En el medio de los valles centrales, rodeado de cerros y cruzado por ríos, se encuentra la mítica ciudad de Oaxaca de Juárez. Sus orígenes se remontan a tiempos prehispanos, cuando una pluralidad de pueblos étnicos, como los mixtecos, zapotecos y aztecas, se disputaban peligros el poder de aquellos territorios. Fundada por los guerreros mexicas alrededor de 1486, luego de la caída de Monte Albán (la ciudad que era sede del poder en ese entonces), los pueblos que la habitaban se diseminaron por todo el valle buscando un hogar.

Hoy en día, Oaxaca es el destino perfecto para quienes deseen zambullirse en la cultura mexicana: su gastronomía variada, los mercados pintorescos, las calles repletas de arte y sus alrededores, llenos de hermosos lugares naturales para apreciar su biodiversidad, hacen de Oaxaca un epicentro perfecto para un viaje por Mexico.

Cuándo ir

Se recomienda visitar Oaxaca entre noviembre y mayo, ya que es temporada seca.

En abril y mayo puedes encontrar el Festival de la Ciudad de Oaxaca, o la celebración de la Semana Santa. Si, por el contrario, te encuentras allí a mediados de junio o principios de julio, no puedes perderte de la Guelaguetza, el espectáculo folklórico más grande de América. El primero y segundo día de noviembre, por su parte, es la famosa celebración del Día de Muertos. 

Clima

El clima en Oaxaca, dado que se encuentra a 1.550 msnm, es una mezcla entre un subtropical de tierras altas y clima de montaña, y se caracteriza por tener una gran amplitud térmica entre el día y la noche, y temporada de lluvia y de sequía .

La temporada oficial de lluvias Oaxaca va de mayo hasta finales de septiembre o comienzos de octubre. Durante estos meses, las mañanas y tardes son soleadas y cálidas hasta que las nubes empiezan a arremolinarse en las montañas, tras lo cual cae la lluvia y rápidamente se vuelve a despejar. Los meses más calurosos son abril y mayo, con temperaturas que oscilan entre los 14°C y 32°C.

De octubre a mayo es el tiempo más seco y frío en la ciudad de Oaxaca. Los días son cálidos y las noches son frías: las temperaturas van entre los 8 °C y 25 °C.

Gastronomía

Si una de las cosas que más te gusta de viajar es degustar los platos típicos de los lugares a donde vas, Oaxaca te encantará. 

Una buena opción para comenzar un día puede ser desayunar unas memelitas, tortillas de maíz con porotos y quesillo oaxaqueño por encima. Si seguimos con las tortillas, la reconocida tlayuda, una tortilla de maiz gigante con grasa de cerdo, quesillo, porotos y carnes es tambien un imperdible.

En las calles de la ciudad también puedes encontrar puestos que venden chapulines con limón y sal, elotes y tamales de mole, una masa cocinada envuelta en hojas de maíz o plátano con el típico ingrediente oaxaqueño que es el mole negro.

Respecto a las bebidas puedes probar el café oaxaqueño, el tejate (una bebida prehispánica a base de cacao, maíz y almendras), el chocolate batido de Oaxaca y el mezcal.

Qué ver

El Templo de Santo Domingo de Guzmán es un buen punto de partida. Edificado entre 1571 y 1575, este complejo histórico consiste en una iglesia cubierta de oro en el interior y un monasterio convertido en el Museo de las Culturas de Oaxaca. Allí mismo se encuentra el Jardín Etnográfico, hogar de una gran biodiversidad del ecosistema de Oaxaca, con hermosos senderos, árboles, plantas nativas, cactus y fauna local.

Desde aquí puedes atravesar la ciudad por la calle Alcalá, donde encontrarás murales, galerías de arte y restaurantes, al mismo tiempo que te diriges hacia el Zócalo, tal vez la plaza más icónica y concurrida de la ciudad por su feria de artesanías, puestos de comida, artistas callejeros y restaurantes.

Los mercados son otra gran atracción. Tres de los más concurridos son el mercado 20 de noviembre, interesante para ir a comer algo debido a su gran oferta, el mercado Benito Juárez, que se dedica a la venta de especias e ingredientes, y el mercado de Artesanías, donde encontrará todos los objetos típicos del país, desde máscaras de lucha libre hasta cerámica, pasando por tapetes, huipiles y bolsos.

Si quieres un sitio para ver el atardecer, ve al mirador cerro del Fortín para ver el sol esconderse tras los cerros y tener una vista panorámica de la ciudad.

Por último, en los alrededores de la ciudad puedes conocer Hierve el Agua, con sus piletas naturales en la montaña, y sitios arqueológicos como Monte Albán (la base y origen de la actual Oaxaca, declarado Patrimonio Cultural de la Humanidad) o el tule, el árbol con el diámetro de tronco más grande del mundo.

La Guelaguetza, festejo también conocido como “los lunes del cerro”, tiene lugar los dos lunes que le siguen al 16 de julio y convoca gente de todo el estado de Oaxaca con el espíritu de cooperar y rememorar las antiguas tradiciones. Cada sector de la gran región tiene su propia cultura, lo que hace que la ciudad se pinte de montones de colores, con desfiles y bailes.

En su concepción más amplia, la Guelaguetza representa no solo cooperar, sino el amor al prójimo de cada habitante hacia sus hermanos, una actitud de compartir la naturaleza y la vida, costumbres y tradiciones. Es considerada la mayor fiesta folklórica del americano, juntando en ella millas y millas de personas cada año.


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