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Grecia

Olimpia

Olimpia
Olimpia está situada en el Peloponeso, una península de Grecia unida al continente por el canal de Corinto. Considerada como una de las mejores escapadas y excursiones desde Atenas, si bien es un pequeño pueblo, su relevancia se debe a que es una joya arqueolígica.

Los primeros Juegos Olímpicos de la historia tuvieron lugar en el año 776 a.C. en la ciudad de Olimpia, de donde tomó su nombre, y formaron parte de los cuatro Juegos Panhelénicos celebrados en la Antigua Grecia. Al igual que los actuales, los Juegos Olímpicos de la época tenían lugar cada cuatro años entre junio y agosto, aunque no sólo constaban de competiciones deportivas, sino también de historia, matemáticas y otras disciplinas. Además, duraban tres meses y suponían un pacto de no agresión, una tregua a las hostilidades entre las ciudades griegas que participaban. El periodo de cuatro años se denominaba "Olimpiada" y era una de las medidas de tiempo de la Antigua Grecia.

Declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, en la actualidad Olimpia es el lugar donde se enciende la llama que da inicio a los juegos. Una visita por la zona es, sin duda, un viaje por la historia.

Cuándo ir

La mejor época para visitar Olimpia va de marzo a noviembre. Ten en cuenta que en Grecia hace mucho calor; si decides viajar en los meses de verano, recuerda llevar lentes, sombrero y protector solar, ya que en el sitio arqueológico estarás expuesto al sol constantemente.

Clima

El clima en Olimpia es mediterráneo de verano cálido. La temperatura media durante el año es de 22 ºC. El mes más frío y lluvioso suele ser enero, con temperaturas mínimas que llegan a las 7 ºC. De mayo en adelante la temperatura sube exponencialmente, con una máxima media de 33 ºC en agosto.

Gastronomía

La comida griega es exquisita, sus ingredientes son frescos y sus platos están influenciados por la cocina mediterránea. Puedes comenzar la degustación probando spanakotiropites -empanaditas de queso feta y espinacas-, dolmades -rollitos de parra rellenos de arroz, con hierbas y limón-, la ensalada horiatiki -con tomate, pepino, cebolla, pimiento, aceitunas y queso feta-, o el feta sto fourno, queso feta al horno, con pimiento verde, tomate y aceite de oliva y orégano.

Como plato principal hay dos opciones extremadamente típicas. Una es la moussaka, una especie de lasaña sin pasta; son capas intercaladas de carne picada de cordero y láminas de berenjena cubiertas con salsa blanca, todo colocado sobre una base de papa y gratinado al horno. El otro plato, especialmente si prefieres comer más al paso, es el gyros, una especie de sándwich de pan pita en el que la carne asada de cerdo es el ingrediente principal. 

Puedes acompañar la comida con kókino krasí semi glikó, un vino blanco dulce, o retsina, un vino seco blanco con más de dos mil años de historia, cuyo sabor deriva de la resina que se utiliza para sellar el recipiente. Como cierre a la comida, y para seguir las costumbres griegas, prueba el ouzo, un licor bastante fuerte con sabor anisado. Se suele mezclar con un poco de agua y es habitual tomarlo a modo de bebida digestiva. Si buscas un postre, elige un baklava o un kataifi, hechos con hojaldre, miel y frutos secos.

Sobre la avenida central que atraviesa la ciudad, y en sus alrededores, encontrarás restaurantes donde disfrutar de la comida griega.

Qué ver

Para tener una idea de cómo era el sitio durante la Antigua Grecia, puedes comenzar el recorrido en el Museo Arqueológico, luego ir al yacimiento y finalizar en el Museo de los Juegos Olímpicos, ya que de este modo tendrás una idea general que te permitirá comprender mejor lo que verás luego.

El Museo Arqueológico de Olimpia es espectacular. Alberga una colección de objetos que antaño decoraban el santuario, esculturas, partes de templos y pequeñas estatuillas de bronce que relatan la historia de los juegos. El museo también alberga la escultura Hermes de Praxíteles y los pedimentos del templo de Zeus. También está la parte del interior del templo, donde se contaban las doce hazañas de Hércules.

El área arqueológica o yacimiento comprende diferentes espacios. Queda a unos minutos andando desde el museo y podrás acceder a él por la misma puerta que los griegos en aquel entonces. El gimnasio es el primer lugar que podrás ver, donde se encuentra la palestra, el lugar donde entrenaban los participantes. El estadio donde se competía es el lugar más visitado, y todavía se conservan las líneas de salida y los asientos de los jueces. Como dato curioso, fue utilizado en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004 para las pruebas de atletismo.

En el centro del yacimiento se encuentra el Templo de Zeus, el edificio principal de todo el complejo. Construido en piedra caliza entre los años 470 y 456 a.C., marcando la tendencia de lo que eran los templos clásicos griegos de orden dórico, en su interior se encontró una colosal estatua de Zeus construida por Fidias en oro y marfil, que constituía una de las siete maravillas del mundo antiguo. Un terremoto destruyó el templo y hoy en día puedes encontrar los bloques que formaban las columnas sobre el suelo.

Hay más construcciones y espacios, como el antiguo taller de Fidias, el escultor de la estatua de Zeus, el Templo de Hera, que es el que mejor se conserva, Filipeo, un monumento en honor a Filipo II y su familia, la casa de los Sacerdotes, los baños del Cládeo, los zanes, utilizados para castigar a los participantes que hacían trampa, la Terraza de los Tesoros y el Leonideo, usado para alojar a los visitantes más pudientes y a los atletas en época de juegos, entre otros.

Por último, aunque olvidado por muchos, es recomendable visitar el Museo de los Juegos Olímpicos, donde verás objetos, mosaicos y pinturas que explican la importancia de los juegos en la Antigua Grecia.

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