Apodada La Perla del Adriático, Viena junto al Mar, La Reina del Turismo o La Vieja Dama, esta ciudad costera posee una gran riqueza en historia y cultura, hogar de villas idílicas, parques, monumentos y arquitectura de ensueño. 

Ubicada alrededor de la abadía de St. Jacob (Opatija significa, de hecho, abadía ), entre el mar y la vegetación de la montaña Učka, se ha convertido en un destino europeo de lujo desde mediados del siglo XIX, cuando reyes, emperadores, aristócratas, personas pudientes y artistas famosos elegían el lugar para vacacionar.

Si te encuentras en búsqueda de aguas turquesas y rutas de senderismo, así como de historia y belleza arquitectónica, Opatija es el lugar indicado.

Cuándo ir

La mejor época para visitar Opatija es de mayo a septiembre, cuando el clima es cálido y casi no llueve. 

Clima

El clima en Opatija es oceánico. En los veranos la temperatura media alcanza los 25°C, mientras que en invierno baja hasta los 0°C, con altas probabilidades de lluvia.

Gastronomía

Las cocinas continental y mediterránea convergen en la región de Istria, donde se encuentra Opatija: es fácil encontrar pescados, crustáceos, el maneštra od bobići ( la típica menestra de maíz dulce), la pasta con riquísima trufa local, los quesos, el goulash, el lomo de cerdo, el revuelto de espárragos silvestres, el cordero —para muchos el principal aliciente de la gastronomía croata-, el jamón crudo y la panceta.

Comienza la comida con un aperitivo de muérdago, un licor de ruda o un aguardiente de miel. Durante la comida puedes disfrutar alguno de los vinos típicos y dejar espacio para el postre: kroštule (una masa frita espolvoreada en azúcar), krafi (pastas rellenas), o fritule (buñuelos).

La gastronomía tiene tal protagonismo en la ciudad, que se realizan festivales de café, chocolate y vino.

Qué ver

Opatija fue uno de los mejores balnearios para la élite en la época del Imperio Astrohúngaro, y esa belleza aún persiste hoy en día. El frente marítimo de la ciudad está conectado por una pasarela llamada Lungomare Opatija Promenade, que va desde Volosko hasta Lovran. Caminando por allí podrás contemplar el verdor de las montañas de un lado y las múltiples tonalidades de azul de las aguas del Adriático, del otro. A lo largo del mismo puedes encontrar cafeterías y restaurantes, por lo que es perfecto para pasear y detenerse a comer en el lugar.

La pasarela es también un acercamiento a la historia de la ciudad. Al caminar por allí pasarás por el lugar de nacimiento del científico Andrija Mohorovičić, así como por monumentos y placas conmemorativas que cuentan esta interesante historia del pasado de Opatija.

Si disfrutas del arte, en el teatro al aire libre podrás asistir a conciertos, obras musicales, óperas, ballet y otros tipos de espectáculos, con el detalle de, además, estar al lado del mar.

Si estás buscando un parque donde caminar, ver plantas y sentarte a descansar, puedes elegir entre el parque Jacobo, el parque Margarita o la Villa Angiolina. En el primero se encuentra también la iglesia San Jacobo y la fuente de con la escultura al Dios del Sol y la Diosa de la Luna. La Villa Angiolina, por su parte, fue edificada en 1844, cuenta con un museo y guarda el jardín botánico, que alberga más de 150 especies de plantas procedentes de otros países, como la camelia japónica, que posteriormente se convirtió en un estandarte de la ciudad.

El Ucka Natural Park, rico en fauna y flora, es un hermoso parque natural con rutas de senderismo que registran cañones, cuevas, cascadas y enclaves históricos. Es ideal para hacer caminatas y disfrutar la montaña.

La playa de Ičići, que se encuentra entre el puerto antiguo y el puerto deportivo, se abre a la bahía de Kvarner. Ha sido galordonada con la Bandera Azul, lo cual destaca sus estándares de limpieza y normas ecológicas. Podrás tomar sol, jugar al voleibol, saltar en la cama elástica, dar un paseo en banana, hacer jet-ski y más.