Oporto
La
capital de Portugal es tierra de monumentos, vinos únicos en el mundo, gastronomía
bastante extravertida y mucha, pero mucha entretención. Con un clima agradable
a lo largo de todo el año, cualquiera es un buen momento para darse una vuelta
por ésta, la puerta de entrada a este intrigante país.
Cuándo ir
La
mejor época para visitar Oporto es entre abril y octubre, pues las temperaturas
son cálidas, pero no extremas, y existen escazas probabilidades de lluvia.
Clima
El
clima de Oporto es muy agradable en verano, con una temperatura moderada. Así,
durante la época estival no suele superar máximas de 24°C, mientras que los
inviernos son frescos, con unos 14°C y noches algo más frías.
Gastronomía
Oporto
tiene su gastronomía bastante definida y diferenciada del resto de los sabores
de Portugal. Aunque no de gusto popular, pero sí clásico entre los locales, las
tripas a moda do Porto componen uno
de los platos más emblemáticos, que consiste en una sopa con tripas mezcladas
con porotos, jamón, chorizo, carne de ternera, pollo e, incluso orejas de
cerdo. En contraposición, las francesinhas
podrían ser más transversales, pues son sándwiches de jamón con queso,
salchicha, filete y huevo.
Por
el lado dulce, en Oporto se pueden probar deliciosos pastelitos de nata o
crema, muy similares a los pasteles de Belém. Y, de tomar, jamás debe faltar el
mundialmente conocido vino de Oporto.
Una
de las mejores zonas para salir a comer es Ribeira, con decenas de restaurantes
y bares con hermosas vistas hacia el río Duero.
Qué ver
En
las cercanías del río Duero se desarrolla el barrio de Batalha, con grandes
emblemas de Oporto que no hay que dejar de visitar. Uno de ellos es, sin duda,
la Catedral de la Sé. Su fachada es una mezcla de estilos que, a pesar de todo,
hacen de esta iglesia un Monumento Nacional digno de conocer no sólo por su
espectacular nave central, sino también por su claustro.
Otro
atractivo cercano es el Palacio de la Bolsa, un espectacular edificio
neoclásico declarado Monumento Nacional. Éste se puede recorrer a través de una
visita guiada que conduce por el patio central y diversas salas en las que
funciona la Asociación Comercial de Oporto.
No
muy lejos de la catedral, la Iglesia y Torre de Los Clérigos es una
construcción barroca emplazada en el corazón de Oporto. Se trata de la torre
más alta del país, con 76 metros de altura, a la que se puede acceder subiendo
los 200 peldaños de la escalera, que finalmente ofrece una vista espectacular
de la ciudad.
Desde
allí fácilmente se puede llegar hasta la asombrosa estación de San Bento. Se
trata de una estación de trenes que poco tiene de lugar de paso, pues guarda un
mural con más de 20 mil azulejos que narran la historia del país.
El
vecino barrio de Bolhao guarda también el mercado más interesante de la ciudad.
Con más de cien años de funcionamiento, es todo un espectáculo para conocer las
tradiciones de antaño de Oporto.
Cruzando
el río Duero, y de fácil acceso en tren, se encuentra la Vila Nova de Gaia. Esta
zona es famosa por reunir las bodegas vitivinícolas más importante del país, en
las que se produce el tradicional vino de Oporto. Éste se diferencia de los
clásicos vinos por incluir aguardiente en el proceso de elaboración, creando una
bebida exquisita. Algunas de las bodegas que ofrecen recorridos turísticos son
Ramos Pinto, Sandeman, Ferreira y Cálem.