Si estás en Namibia y quieres ver animales y paisajes, el Parque Nacional de Etosha es imprescindible en tu viaje por el país, y un destino espectacular: accesible para todos tipo de vehículos, ofrece un excelente avistamiento de fauna y flora, y una vasta variedad y complejidad de paisajes.

Todo el año es un buen momento para visitar el Parque Nacional Etosha. La época va a influir en si el foco va es tener mejores oportunidades para observar animales o disfrutar paisajes frondosos. En el primer caso lo mejor es hacerlo durante la época seca, de junio a noviembre, cuando los animales se juntan en los charcos de agua para beber. Ten en cuenta que las temperaturas oscilan bastante entre el día, cuando hay alrededor de 30ºC, y las noches, pudiendo caer por debajo de los 10 °C. En cambio, durante la época de lluvias todo está muy verde y frondoso, lo que dificulta ver animales porque se dispersan, pero las estepas, las inmensas llanuras de salinas y los paisajes en general son mucho más espectaculares en esas fechas.

El clima en el Parque Nacional Etosha se distingue por tener dos estaciones: una seca, de junio a noviembre, y una de lluvias, de diciembre a mayo. La primera es también la más fresca, con días calurosos y noches frescas, mientras que durante la estación de lluvias la temperatura aumenta hasta más de 35 °C.

Dentro del Parque Nacional Etosha existen cinco campamentos donde dormir, que además cuentan con pequeños supermercados y restaurantes con opciones locales y occidentales. De todas formas, es recomendable llevar agua y comida suficiente para los días que permanezcas en el parque, ya que los campamentos ofrecen pocas opciones.

El Parque Nacional Etosha se caracteriza porque puede ser recorrido por cuenta propia o con un tour organizado. La primera opción te da más libertad de movimiento (aunque debes tener en cuenta que en Namibia se conduce por la izquierda y que todas las rutas del parque son de tierra), mientras que si vas en una excursión organizada, compartirás la experiencia con tus compañeros del viaje y, sobre todo, tendrás un guía experto que conoce a la perfección el comportamiento de los animales y tiene la mirada agudizada, con lo cual aumentará notablemente la posibilidad de que puedas observar animales que, de otra forma, seguramente no verías.

Dentro del parque podrás hacer safaris a primera hora de la mañana y a últimas horas de la tarde. Si bien no está permitido recorrer el parque de noche por cuenta propia, sí puedes hacerlo con un guía, lo cual es una experiencia fascinante. Apreciar las puestas de sol y los amaneceres en los water holes es hermoso también: verás diversos antílopes como órix, kudus y springboks, cebras, ñus, rinocerontes, elefantes y jirafas que van allí a tomar agua.

Cada zona de campamento tiene una charca donde podrás ver animales en la noche. Okaukuejo era antiguamente un puesto militar fundado en 1901, y la torre se añadió en 1963. La charca de este campamento es conocida por ser uno de los lugares que más oportunidades ofrece de ver fauna en Etosha: jirafas, elefantes, chacales y rinocerontes se acercan en la noche a beber agua, y tendrás el privilegio de disfrutar de la vida nocturna de estos animales desde un lugar protegido y con excelentes vistas. Tras la puesta de sol, los focos iluminan la charca, siendo éste el mejor momento y lugar para ver al rinoceronte negro, en peligro de extinción. Este mamífero arcaico suele verse bebiendo junto a leones y elefantes. Podrás conocer también el salar de Etosha, el que le da nombre al parque, y apreciar cómo el paisaje y la vegetación van cambiando a medida que te desplaces: de sabana a zonas de árboles y arbustos espinosos.

El campamento Onkoshi está situado justo en el borde del salar. Las vistas desde el lodge se extienden hasta el horizonte y los amaneceres y atardeceres son sencillamente increíbles, distintivos de la belleza de Namibia. Durante la estación de lluvias, el área atrae muchísimos flamencos en busca de alimento. Los safaris matutinos y vespertinos te ofrecen excelentes oportunidades para fotografiarlos.

El campamento Halali se alza entre algunas colinas y koppies, a medio camino entre Namutoni y Okaukuejo. Muy cerca de algunos de los abrevaderos más populares del Parque Nacional de Etosha, la vegetación más espesa lo hace popular entre leopardos, rinocerontes y elefantes. Un corto paseo te llevará a la charca de agua iluminada del campamento, donde podrás disfrutar de excelentes avistamientos diurnos y nocturnos.

En el campamento de Namutoni, por su parte, hay una pequeña fortaleza desde la que puedes apreciar la puesta de sol. Su proximidad a Fisher's Pan convierte a Namutoni en un punto interesante si te gusta observar aves, con un mirador a la charca de agua King Nehale.

El nuevo y exclusivo Dolomite Camp te permite el acceso al lado occidental del parque, con vistas elevadas a sus interminables llanuras. La zona es rica en abrevaderos que atraen a elefantes, rinocerontes, leopardos, leones, gacelas y antílopes rojos. A diferencia de los otros campamentos, Dolomite no está vallado, lo que permite que los animales anden a sus anchas entre las tiendas y la zona común. La escolta personal hará que tu seguridad esté garantizada en todo momento.

Olifantsrus, por su parte, es el campamento más nuevo de Etosha y la primera opción de alojamiento del parque que ofrece una experiencia exclusivamente de acampada, lo que te permitirá sentirte un poco más cerca de la increíble sabana africana. Situado en la parte occidental del parque, más salvaje, remota y hasta ahora menos utilizada, te pondrá en contacto con especies raras y tímidas como el rinoceronte negro y el impala de cara negra.