Pirque
A sólo 45 minutos de Santiago, Pirque es una de las escapadas favoritas para conectarse con el campo, la naturaleza y las tradiciones chilenas. Con una historia que data del siglo XIX, protagonizada por familias de renombre e intrigantes historias, parte de su herencia se puede ver y vivir fácilmente en una visita de fin de semana.
De viñas, parques, palacios y buena gastronomía, bien sabe Pirque. ¿Por qué no visitarlo?
Cuándo ir
La mejor época para visitar Pirque es entre septiembre y abril, pues así se puede disfrutar de las agradables temperaturas cordilleranas. Por su parte, si bien el invierno es frío y concentra la mayor parte de las lluvias del año, también es un buen momento para conocer la zona.
Clima
El clima en Pirque es bastante similar al de Santiago, pero intensificado por su cercanía con la cordillera de Los Andes. Los veranos suelen ser calurosos, con máximas que pueden superar los 30°C, pero noches algo más frescas. Por su parte, los inviernos son fríos y las lluvias frecuentes.
Gastronomía
Pirque es una de las pocas zonas de la Región Metropolitana que aún guarda costumbres y tradiciones chilenas, sobre todo aquellas enfocadas en la gastronomía. De esta forma, es un excelente lugar para probar la comida típica de Chile, destacando las empanadas, el pan amasado y los numerosos platos que tanto carácter le otorgan a la cocina nacional.
La mayor parte de los restaurantes se ubican en el centro del pueblo, pero también es posible encontrar algunos en las principales avenidas aledañas, como Ramón Subercaseaux.
Qué ver
Sin duda Pirque es conocido por sus excelentes viñedos, siendo los más aclamado la Viña Concha y Toro, Haras de Pirque, Carmen y Santa Rita. Sin embargo, también existen viñas familiares más pequeñas, como Santa Alicia, Alyan, Aquitania, William Fevre y El Principal, entre otras. Todas ellas ofrecen tours guiados por sus plantaciones, bodegas y salas de barrica, incluyendo una cata para finalizar el recorrido.
Por su parte, en el último tiempo Las Majadas de Pirque se ha convertido en uno de los panoramas favoritos en la comuna. Se trata de un inmenso parque con jardines hermosamente decorados, que resguarda árboles centenarios y un espectacular palacio. Éste fue construido en 1907 por la familia de Francisco Subercaseaux, para años más tarde pasar a manos de José Julio Nieto y, recién en 2006, ser recuperado para crear en él un "centro de conversación". El lugar ofrece un exquisito restaurante, además de un hotel boutique muy íntimo, ideal para disfrutar de una escapada de fin de semana.
Finalmente, los amantes de la naturaleza no deben dejar de visitar el Parque Nacional Río Clarillo, que cuenta con seis senderos para realizar trekking y espacios perfectos para hacer picnics y asados junto al río.