Puerto Iguazú
Conocido
por ser el lado argentino de las cataratas de Iguazú, esta ciudad guarda
también una serie de interesantes sitios que nadie debería perderse durante un
viaje a la zona.
Tesoros
naturales, parques, reservas, más saltos de agua y un peculiar cuidado por la
cultura guaraní forman parte de lo mucho que Puerto Iguazú puede ofrecerles a
los viajeros.
Cuándo ir
El
mejor momento del año para visitar Puerto Iguazú es de mayo a septiembre,
cuando el clima es agradable y las lluvias bajan considerablemente en
comparación con el verano.
Clima
Puerto Iguazú tiene un clima subtropical húmedo. De esta forma, la temporada lluviosa y húmeda se da en los meses más veraniegos, sobre todo entre octubre y marzo, cuando las temperaturas pueden alcanzar los 33°C. En cambio, el resto del año los termómetros marcan agradables 23°C a 25°C, y la lluvia sigue presente, pero de menor manera.
Gastronomía
Puerto Iguazú tiene la ventaja de contar con
gastronomía influenciada por su cercanía con Brasil y Paraguay. De todas
formas, es fácil encontrar los clásicos argentinos: buenas carnes, trattorias y
deliciosos vinos. Además, suele haber muchas preparaciones con pescados que se
obtienen de los ríos Paraná e Iguazú.
A la hora de ir a comer, los buenos restaurantes se concentran en el centro de la ciudad, sobre todo cerca del río Iguazú.
Qué ver
¿Acaso existe alguien que no
llegue a Puerto Iguazú atraído por las cataratas? Los 275 saltos de agua que
dan vida a este hito natural están ubicados justo en la frontera entre
Argentina y Brasil, por lo que ambos países han creado sus propios parques
nacionales para protegerlas. Así fueron declaradas como una de las siete
maravillas naturales del mundo, con cascadas de 80 metros que permiten ser
vistas desde los diversos miradores del lado argentino. La más espectacular es,
sin duda, la Garganta del Diablo, e incluso se pueden tomar navegaciones para
pasar por debajo de las cataratas.
Otro imperdible es el Hitro
Tres Fronteras. Es allí donde confluyen los límites de Argentina, Uruguay y
Brasil, convirtiéndose en un excelente lugar para irse de compras. En el lado
argentino existe un centro comercial duty free, mientras que en Ciudad del
Este, en Paraguay, se venden todo tipo de productos a buenísimos precios, entre
electrónica, vestuario, calzado, perfumes, etcétera.
Puerto Iguazú también tiene
pequeños tesoros que vale la pena conocer. Uno de ellos es la Catedral de la
Virgen del Carmen, construida en 1936 con un curioso estilo arquitectónico que
sorprende a cualquiera. También vale la pena darse una vuelta por la Casa de
Botellas, ese lugar al que dirigen las decenas de carteles repartidos por la
ciudad. Esta curiosa residencia está construida con botellas de vidrio y de
plástico, además de cajas de leche y cajas de CDs, con el objetivo de demostrar
cómo el plástico contamina el medioambiente.
Compartiendo ecosistema con el Parque
Nacional Iguazú, la reserva natural Selva Iryapú es un increíble lugar para
conectar con la naturaleza a través de caminatas guiadas por personas guaraníes
de la comunidad Mbya. Son 600 hectáreas de bosques con árboles centenarios que
componen el hábitat de cientos de especies. Igualmente encantador en Puerto
Iguazú resulta el Jardín de Los Picaflores, donde se puede ver cerca de 15
especies diferentes de estas aves, además de una peculiar tortuga.
Siguiendo en la onda de la
naturaleza, conviene visitar los saltos de Mbocay que se pueden recorrer a pie
caminando por senderos de no más de 300 metros, que transcurren por un arroyo
que desemboca en el río Paraná.
Al estar en el límite con
Brasil, un buen panorama es visitar el Parque Nacional de las Aves, ubicado en
el país vecino. En él se recuperan y conservan aproximadamente 1.500 aves de 150
especies diferentes, que conforman el área protegida de este tipo más grande de
Latinoamérica.